1. Comprar en una página web fiable
En ciertas ocasiones, los ciberdelincuentes copian las páginas webs de establecimientos reales con el propósito de engañar a los compradores. Para garantizar la autenticidad de la web hay que seguir una serie de directrices:
➡️ Fijarse bien en la URL
Comprobar que el sitio web comienza con https:// y que en la barra de dirección aparece el icono de un candado cerrado (en verde) o una llave completa. Si hacemos clic en ese símbolo, podremos acceder a detalles acerca del certificado de seguridad, que significa que la conexión es segura, porque esa página web codifica toda información que transmitimos.
Es un primer paso, pero no el único, porque una página de phishing puede conseguir el certificado seguridad, por lo que hay que fijarse en más detalles, como el nombre del dominio (dirección web). Muchos ciberdelincuentes utilizan el nombre de una tienda online real cambiando solo una letra.
➡️ ¿Ves algo raro en la web?
También hay que observar el aspecto visual de la web, poniendo especial atención en su diseño, verificando su coherencia, la calidad de las imágenes y la integridad de todas las secciones, incluyendo una redacción adecuada. Debemos desconfiar de un sitio web descuidado o con información inconsistente.
➡️ Atento a precios y opiniones
Hay que ser cautelosos si los precios parecen demasiado bajos o si todos se encuentran en un mismo rango, ya que esto podría sugerir una posible estafa.
Antes de efectuar una compra, es recomendable llevar a cabo una investigación exhaustiva sobre la reputación de la tienda, consultando las opiniones y valoraciones de otros usuarios.
2. Cuidado con los ‘e-mails’ fraudulentos
A lo largo del año, y sobre todo en estas fechas, es posible que recibamos correos electrónicos o mensajes de texto ofreciéndonos productos a precios irresistibles, aparentemente provenientes de empresas reconocidas. Sin embargo, es importante estar alerta, ya que estos mensajes pueden ser anzuelos para el phishing, una estratagema empleada por estafadores con el fin de engañarnos y obtener información personal o financiera.
Si no hemos solicitado expresamente recibir esta información comercial, es esencial adoptar una actitud precavida, en especial si los correos electrónicos o mensajes de texto contienen ofertas sumamente tentadoras. En tales casos, lo más aconsejable es eliminar el mensaje de la bandeja de entrada sin interactuar con los enlaces ni descargar archivos adjuntos.
3. Atención a los gastos de envío
Los gastos de envío son una variable que queda a discreción del vendedor, lo que le otorga la posibilidad de establecer tanto el umbral de compra mínimo para eximir a los compradores de estos cargos, como los rangos de precio en función del peso, las dimensiones del producto o incluso el destino de entrega.
En muchas ocasiones, al sumar el importe de los gastos de envío al precio de un producto, una oferta que parecía atractiva puede dejar de serlo, sobre todo cuando se trata de envíos internacionales. Por eso, antes de pagar hay que fijarse en el desglose de precios que se puede ver antes del precio final.
4. Utilizar sistemas de pago seguros
Nunca debemos enviar dinero en efectivo ni realizar transferencias bancarias, si no tenemos una confianza plena en el vendedor.
Sistemas como Bizum están desaconsejados debido a que los ciberdelincuentes lo aprovechan para estafar a sus víctimas: bajo el pretexto de validar una compra, los estafadores solicitan una transferencia de dinero al comprador, quien, tras efectuar el pago, nunca recibe el producto. ¿Qué hacer entonces?
- Optar por el pago contra reembolso es el método más fiable, ya que se salda la cuenta al recibir el producto.
- Otra alternativa es utilizar una tarjeta de crédito; es recomendable disponer de una exclusivamente dedicada a transacciones online para prevenir que los ciberdelincuentes accedan a nuestra información bancaria.
- Realizar pagos a través de intermediarios de confianza, como PayPal, es otra buena opción, siempre y cuando usemos contraseñas seguras.
5. Confirmación de la compra
Tras efectuar una compra online se debe recibir la confirmación escrita de la transacción en un plazo máximo de 24 horas. La confirmación puede hacerse en papel o en otro soporte duradero, como un correo electrónico, fax o mensaje a la cuenta personal en la web del vendedor. El objetivo es que el comprador pueda conservar este justificante y que el vendedor no lo pueda modificar a su antojo.
6. Conocer las condiciones de devolución
El derecho de desistimiento permite al comprador anular y devolver un pedido efectuado por internet en un plazo de 14 días naturales, sin necesidad de justificación alguna, siempre que el producto no haya sido abierto o modificado.
Sin embargo, existen excepciones a este derecho (recogidas en el artículo 103 del Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre), como los billetes de avión y tren, las entradas para conciertos, las reservas de hoteles, los productos personalizados, el suministro de comida para fechas específicas y las reservas de alquiler de vehículos, entre otros.
7. Garantía de los productos
Resulta fundamental conservar el comprobante o el recibo de compra, ya que este documento respalda la garantía para efectuar en el futuro cualquier reclamación o solicitud de devolución de lo pagado.
La garantía tiene una duración de tres años. Si el producto presenta algún defecto o no funciona como debería durante este periodo, tenemos derecho a que se repare, se sustituya o se le reembolse el importe pagado. En caso de conflicto, si la empresa no tiene oficinas en España, podemos acudir a los Centros Europeos de Información al Consumidor correspondientes al lugar de residencia, que ofrecen asesoramiento gratuito.
8. Reclamar si surge un problema en la compra
Ante cualquier contratiempo surgido tras una compra online, el primer paso es establecer contacto con la empresa vendedora. Abordar directamente el problema, detallando con claridad lo que ocurre y expresando cuáles son nuestras expectativas respecto a su solución.
En caso de que no obtengamos una respuesta satisfactoria, existen alternativas adicionales a nuestra disposición:
- Si la empresa tiene un establecimiento en territorio español, podemos acudir a la oficina de información a los consumidores más cercana. Allí nos brindarán orientación y asistencia para resolver la situación.
- Si la empresa está establecida en otro país de la Unión Europea, podemos acceder a la Plataforma de Resolución de Conflictos en Línea de la UE o al Centro Europeo del Consumidor en España. Ellos nos brindarán asesoramiento adicional y apoyo en conflictos transfronterizos. Es fundamental conservar la documentación relacionada con la compra, incluyendo facturas, correos y capturas de pantalla, ya que son fundamentales para respaldar la reclamación.