El Ejecutivo comunitario considera probable, pero no seguro, que España se convierta por primera vez en contribuyente neto al presupuesto de la Unión Europea (UE) para el periodo 2014-2020, tras haber sido el país más beneficiado por las ayudas europeas desde su adhesión.
España recibirá en el actual periodo 2007-2013 unas ayudas netas de alrededor de 16.000 millones de euros, ya que aporta 74.625 millones de euros a las arcas comunitarias y recibe 90.446 millones, según los datos del Gobierno. En las nuevas perspectivas financieras hasta 2020, que la Comisión Europea (CE) ha presentado esta semana, «España se acercará o quizá cruzará la línea para convertirse en contribuyente neto», según explicaron fuentes comunitarias.
«No se puede decir con seguridad si España se convertirá en contribuyente neto, quizá no sea así todavía», indicaron las fuentes. «Depende mucho de los detalles de lo que se adopte, del crecimiento económico y de otros factores», apuntaron. Una de las claves para determinar si España se convierte o no en contribuyente neto serán las ayudas regionales que reciban las comunidades autónomas. Con los datos actuales de nivel de renta, solo Extremadura mantendrá el actual nivel de subvenciones porque sigue por debajo del 75% de la riqueza media comunitaria.
No obstante, Andalucía, Castilla-La Mancha y Galicia podrían conservar hasta dos tercios de las ayudas actuales, ya que Bruselas ha propuesto crear una nueva categoría de «regiones en transición», que incluye a las que tienen un Producto Interior Bruto (PIB) per cápita de entre el 75% y el 90%. También Murcia quedaría catalogada como «región en transición» (su PIB está en el 85% de la media), aunque recibiría menos subvenciones que las otras tres comunidades autónomas.
El presupuesto total que la CE ha propuesto para estas regiones en el conjunto de la UE es de 39.000 millones de euros. Para las regiones más ricas, categoría que incluye al resto de comunidades autónomas españolas, se destinarán 53.100 millones de euros. El objetivo de convergencia (que beneficiará sobre todo a las regiones más pobres de los países del este) concentrará la mayoría de los fondos de política de cohesión (162.600 millones de euros).