La apertura de servicios prevista en la directiva Bolkestein beneficiará a los consumidores, según afirmó ayer el director de la representación de la Comisión Europa en España, José Luis González Vallvé, durante un curso en la Universidad Complutense de Madrid.
La citada directiva también afectará al mercado laboral porque el trabajador antes que nada es consumidor y «al final, el ciudadano debe ser el rey de este proceso europeo, de manera que más que hablar de campeones nacionales o campeones europeos, hay que hablar de que el campeón sea el ciudadano», apuntó Vallvé. «En España hay 44 millones de consumidores que lo quieren es que bajen las tarifas del transporte aéreo, del teléfono móvil…», añadió.
El responsable comunitario abogó por el ciudadano como prioridad, ya que la Constitución y los tratados defienden «la Europa de los ciudadanos», aunque también reconoció que se debe intentar que esa prioridad no lesione aspectos de otros sectores.
La directiva Bolkestein pretende completar una de las cuatro libertades básicas de la Unión Europea, la libertad de servicios, de manera que cualquier empresa que realice servicios en Europa pueda hacerlo independientemente del país donde esté.