La Comisión Europea instó ayer a un grupo de países, entre ellos España, a liberalizar el sector de las notarías para que bajen los precios. Según un informe encargado por Bruselas, el sistema denominado «latino» de notarías, que se da en los países europeos continentales, supone en la práctica una traba a la libre competencia dentro del mercado único europeo.
«No es ninguna sorpresa», señaló el comisario de Mercado Interior, Charlie McCreevy. Y para la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, el estudio confirma «con pruebas económicas que los sistemas altamente regulados no son mejores para los consumidores».
El Ejecutivo de la UE critica las actuales barreras de entrada a la prestación de este servicio, como los «números clausus», así como la imposición de los lugares de emplazamiento de las notarías. Además, advierte de que la redacción del acta notarial en sí misma no protege los derechos de los consumidores.
El sistema notarial latino clásico, que la Comisión Europa quisiera reformar, está vigente, además de en España, en países como Portugal, Francia, Italia y Alemania. En él la participación de los notarios en las transacciones inmobiliarias es obligatoria, el acceso a la profesión está limitado y las tarifas son fijas.
Coste del servicio
El informe, elaborado por la Universidad de Bremen (Alemania), revela que el coste medio del servicio de notarios en España en operaciones inmobiliarias es del 0,60% del precio de venta, frente al 0,92% de media en la Unión Europea. En los países nórdicos, en los que esta transacción la hace un agente inmobiliario, el coste es del 0,34%.
La exigencia comunitaria se basa en dicho estudio elaborado por el Centre of European Law and Politics (ZERP) de la Universidad de Bremen, según el cual la estricta regulación en materia de notarías «conduce a precios más altos pero al mismo tiempo no supone una mejor calidad en estos servicios».
La Comisión Europea no se plantea, por el momento, proponer a los Veintisiete nueva legislación en este ámbito, pero los responsables de Competencia y Mercado Interior van a dirigirse por carta a los gobiernos nacionales para que analicen los resultados del estudio e instarles, en algunos casos, a acometer reformas.
Críticas de los notarios
Los notarios españoles se defienden y aseguran que el citado informe carece de rigor «por su falta de precisión técnica y científica». Sus conclusiones, dice el Consejo General del Notariado, son opuestas a las alcanzadas en otros estudios, como los del profesor Peter L. Murray, de la Universidad de Harvard (Estados Unidos).
El porcentaje que las notarías cobran por el trámite de formalizar las compraventas de pisos en España es del 0,6%, tres décimas por debajo de la media europea y tres décimas más de lo que cuesta en los países nórdicos
Estos trabajos indican que la labor de los notarios garantiza la seguridad jurídica del negocio y en muchos casos, como el de España, con menor coste para los ciudadanos que el que representa la intervención de otros profesionales en sistemas como el anglosajón.
Según los notarios, el informe de la Universidad de Bremen se contradice al afirmar que los sistemas desregulados son más baratos para los consumidores y reconocer, a la vez, que en países como España los costes de intervención de los notarios en el mercado inmobiliario son menores que los generados por otros profesionales en mercados desregularizados, como el de Inglaterra.
El ZERP pone como modelo el caso de Holanda, donde se han suprimido los precios fijos y los «numerus clausus». Sin embargo, según otro estudio citado por los notarios españoles y realizado por la firma Martínez Lage and Asociados en 2007, «la supresión del arancel notarial en Holanda ha provocado un encarecimiento en las operaciones más habituales (y menos costosas) entre los consumidores, aunque hayan descendido los costes de las grandes operaciones».
Además, para el Notariado, el informe del ZERP basa parte de sus resultados en una encuesta realizada a un panel no representativo: 681 respuestas de los 21 países afectados. «Según los expertos, para que fuera representativa habría sido necesario recabar la opinión de entre 1.000 y 2.000 personas», afirman los notarios, mientras añaden que en el propio estudio se reconoce que la participación ha sido escasa. Por otro lado, los notarios advierten que más de un 20% de las respuestas proceden de agentes inmobiliarios y otro 20% de abogados.
–De los 21 países analizados, Grecia es donde esto servicios salen más caros, pues representan de media el 2,96% del precio de la casa, y Suecia donde resultan más baratos, con sólo el 0,34%.
–España está entre los países donde estos servicios suponen menor carga respecto al total de la operación, con una media del 0,6% del precio total.
–El coste de las gestiones notariales oscila en España pues de 891 euros para una casa de 100.000 euros, 1.194 euros sobre 250.000 euros, y 1.364 euros sobre 500.000 euros.
–El estudio incide en que el modelo latino es, en general, más caro y, según los propios usuarios, la calidad del servicio es menor.
–Evalúa la satisfacción de los usuarios -profesionales, asociaciones y consumidores- del servicio notarial y constata que es menor en los países con el modelo tradicional.
–Nuestro país se encuentra a la cola en la evaluación de la calidad de estos servicios, sólo por delante de Polonia, Bélgica y Francia.
–Los investigadores llegaron a la conclusión de que ninguna restricción está justificada. Así:
-Cuestionan que la participación obligatoria del notario para dar validez a las transacciones garantice mayor protección al consumidor.
-Apuntan que sólo implica un sobrecoste y más burocracia.
-Consideran especialmente innecesaria la asistencia del notario en grandes operaciones en las que las partes están representadas por abogados.
-Rechazan la exclusividad de los notarios para ejercer estas labores y apuntan que podrían desempeñarlas cualquier letrado e incluso agentes de la propiedad titulados.
-No tiene sentido, a su juicio, la limitación del acceso a la profesión mediante “numerus clausus” ni la existencia de tarifas fijas, que no reflejan el coste real de los servicios pero que sí inciden, y provocan grandes distorsiones en los ingresos de los propios notarios, reflejando el nivel de riqueza de la zona donde operan.
