Casi la mitad de los jóvenes españoles de entre 15 y 24 años, el 46,3%, se declara pesimista con respecto a un futuro prometedor, y uno de cada tres considera que «por muchos esfuerzos que uno haga en la vida nunca se consigue lo que se desea». En la misma línea, el 45,6% piensa que el problema que más amenaza su futuro es el paro. Éstas son algunas de las conclusiones que se extraen del estudio «Jóvenes españoles 2010», elaborado por la Fundación SM.
Después de entrevistar a 3.500 jóvenes, los cinco sociólogos que firman el informe señalan que se está ante una generación, quizá la primera, que piensa que va a vivir peor que sus padres. «Creen que no se puede cambiar nada», resume el profesor y coautor del informe José María González-Anleo.
Resalta que el 62,2% de los jóvenes se declara de acuerdo con la frase «la crisis económica actual tendrá un impacto muy negativo en mi futuro profesional y personal». En cuanto a los problemas que amenazan su futuro, figuran en primer lugar el paro, con el 45,6% de las respuestas, seguido de otros aspectos como son la droga (33%), la vivienda (28,7%), la inseguridad ciudadana (23,6%), la falta de futuro para los jóvenes (21,6%) o el terrorismo (20%).
El estudio de la Fundación SM analiza aspectos como los valores de los jóvenes españoles, su integración social y política, la familia, la religión, el ocio, el consumo o los medios de comunicación. Además, como novedad con respecto a ediciones anteriores, recoge un capítulo específico dedicado a los jóvenes y la inmigración.
Entre las conclusiones que se extraen al analizar los resultados de la encuesta destaca el hecho de que los jóvenes españoles son tecnológicos, ideológicamente más posicionados en el centro-izquierda (52,8%) que en la derecha o en el centro-derecha (23,1%), bastante escépticos con respecto a la integración social, apenas confían en las instituciones -las ONG son las más valoradas- y más de la mitad confiesa que «ayudar en casa no va con ellos».
Desencanto con los políticos
Con respecto a los políticos, la imagen que el 71% de los jóvenes tiene de ellos es «deplorable» y para casi seis de cada diez la actividad de quienes les representan no tiene nada que ver con ellos. «Los políticos buscan antes sus propios intereses o los de su partido que el bien de los ciudadanos» y «anteponen los intereses de las multinacionales, los bancos y los grandes grupos de presión a los intereses de los ciudadanos» (66,7%). Solo el 1% de los encuestados opina que los hombres públicos tienen en cuenta sus ideas e inquietudes.
El estudio también destaca que ha disminuido la conciencia ambiental juvenil, con datos «bastante alarmantes», según González-Anleo, ya que «ha aumentado de forma considerable el porcentaje de jóvenes que considera que el equilibrio de la naturaleza es lo bastante fuerte para resistir los impactos medioambientales». Sin embargo, se ha incrementado el porcentaje de jóvenes que afirma cumplir con tres comportamientos ecológicamente responsables: apagar las luces y aparatos eléctricos cuando no son necesarios (69%), limitar el consumo de agua corriente (61%) y separar residuos y usar los contenedores apropiados (55%).