El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, apostó ayer por el cierre de oficinas, ajuste de redes y fusiones o alianzas para que las entidades de crédito nacionales hagan frente a la nueva fase de la crisis financiera ya en marcha. A su juicio, los recursos atesorados por los Fondos de Garantía de Depósitos se quedarán cortos ante el incremento de la morosidad y la contracción del negocio.
La actividad de prestar dinero va a estancarse e incluso descender, según Fernández Ordóñez
Ante esta situación, Fernández Ordóñez ha acordado con la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, poner en marcha cuanto antes un fondo de intervención -dotado con una cifra de hasta 30.000 millones de euros-, que permitirá operaciones «de emergencia» sin necesidad de convocar previamente al Consejo de Ministros, por si es necesario rescatar algún banco o caja.
Y es que las entidades financieras se enfrentan a unos cuantos riesgos. Las cuentas de resultados se ven presionadas a la baja, y «no parece razonable esperar que el estrechamiento de los márgenes se pueda ver compensado con mayores volúmenes de actividad», observó el gobernador, quien reconoció que la actividad de prestar dinero va a estancarse e incluso descender.
Rebaja de tipos
Mientras el negocio merma, la morosidad crece, añadió. Admitió que la rebaja de tipos de interés supone un alivio para las familias, y reconoció que el Banco Central Europeo (BCE) seguirá recortando el precio del dinero, pero puntualizó que el tiempo de vacas flacas va a prolongarse bastantes trimestres. Por ello, Fernández Ordóñez aconsejó a bancos y cajas «discriminar entre clientes, seleccionarlos con máxima cautela y diferenciar apropiadamente los tipos de interés que se aplican a cada uno de ellos».
El Banco Central Europeo (BCE) seguirá recortando el precio del dinero
Instó además a las entidades a realizar «un esfuerzo de gran calado en reducción de costes», pero reconoció que no va a suponer la «tabla de salvación». Por eso, y con carácter general, sugirió al sector emprender procesos de reestructuración para ajustar tamaño aprovechando economías de escala. Lo que en otras palabras quiere decir que acometan absorciones y fusiones.
El gobernador hizo estas declaraciones durante la apertura de un encuentro financiero, en el que también intervinieron representantes de bancos y cajas que compartieron con Fernández Ordóñez la necesidad de una profunda reestructuración sectorial. El consejero delegado del Banco Popular, Roberto Higuera, adelantó que la entidad ha reducido 70 oficinas en lo que va de año, y directivos de Caja de Ahorros del Mediterráneo, Ibercaja, BBK, Caja España, Caja Navarra y Caixa Catalunya admitieron, con matices, que hay que recomponer el modelo de negocio.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula que las pérdidas de los sectores financieros de Estados Unidos, Europa y Japón por la crisis se elevarán a 3,1 billones de euros entre 2007 y 2010. El organismo alerta de que los males del sector bancario se han extendido de las hipotecas a los créditos inmobiliarios comerciales y a la deuda de los mercados emergentes.
De esa cifra, corresponden a los bancos 1,92 billones de euros, a las compañías de seguros 300.000 millones y a otras instituciones financieras el billón de euros restante. El sector bancario ya ha contabilizado un total de 770.880 millones de euros de esos “números rojos”, según el FMI. “Sin una limpieza rigurosa de los balances de los bancos de los activos contaminados, acompañada de una reestructuración y, si fuera necesaria, una recapitalización, persiste el riesgo de que los bancos con problemas continúen creando una presión negativa en la actividad económica”, apunta la institución.
En el cómputo total de pérdidas, el mercado norteamericano generará unos dos billones de euros entre 2007 y 2010, mientras 926.000 millones de euros se atribuyen a Europa. El organismo internacional estima que si bancos estadounidenses han contabilizado la mitad de sus 818.000 millones de euros en pérdidas estimadas anticipadas entre 2007 y 2010, las entidades de la zona euro apenas llegan al 17%. A medio camino, los bancos británicos muestran un tercio de las pérdidas anticipadas contabilizadas.
El FMI estima que los bancos de Estados Unidos y de la Unión Europea necesitan recaudar unos 674.500 millones de euros en acciones desde ahora hasta 2010 para recapitalizarse hasta niveles similares a los de antes de la crisis. Un gran reto teniendo en cuenta que la crisis financiera, lejos de estabilizarse, continúa agravándose.