Tener una estrategia es la clave
Antes de decidir cómo rentabilizar los ahorros es importante hacer una radiografía de la situación financiera y personal. Modificar hábitos, cambiar cosas que no nos gustan sobre la manera que administramos el dinero o bien plantearnos nuevos objetivos, son aspectos necesarios a tomar en cuenta antes de contratar productos de inversión. También es trascendental que sepamos qué tan tolerantes somos a correr riesgos.
Una vez se tenga claro cómo se encuentra la situación financiera, llega el momento de trazar un plan y definir una estrategia de inversión de los ahorros. ¿Pero por dónde se comienza?
💶 Establece una hoja de ruta
Teniendo en cuenta que ya se sabe con claridad cuál es el panorama financiero personal, entonces se debe decidir qué cantidad de dinero se quiere rentabilizar y durante cuánto tiempo. Por ejemplo, si se tienen 30.000 euros, no se es muy experimentado en el mundo de la inversión en valores y además se tiene un perfil de riesgo coservador, quizá valga la pena guardar el dinero en un depósito a plazo fijo a 2 años. Se trata de productos financieros fáciles de entender que hoy en día rentabilizan hasta un 2,70 % TAE (a 24 meses), y que además garantizan la inversión hasta 100.000 euros por persona y entidad.
💶 No inviertas todo
Nunca se debe invertir todo el dinero ahorrado y tampoco el que se vaya a necesitar dentro de poco tiempo. La otra regla de oro de las finanzas es contar siempre con un fondo de emergencia disponible para algún imprevisto que pueda surgir.
💶 Busca cuentas corrientes que rentabilicen el dinero
Otra forma de poner a trabajar el dinero es depositarlo en cuentas remuneradas. Este producto financiero es un tipo de cuenta a la vista que paga intereses sobre el dinero depositado. En el mercado coexisten dos tipos de cuentas que ofrecen rentabilidad:
- Por un lado, las cuentas corrientes remuneradas para el día a día con las que se pueden hacer transferencias, pagar compras con tarjeta, recibir la nómina, etc.
- Por el otro, las cuentas de ahorro, que tienen prácticamente las mismas características que las corrientes, pero que están diseñadas para promover el ahorro.
Ambas permiten tener disponible el efectivo y pueden llegar a ofrecer hasta un 5 % de remuneración. Eso sí, algunas limitan el saldo máximo que rentabilizan.
💶 Estudia antes de invertir en productos complejos
Si se tolera el riesgo de pérdida o se quiere invertir en productos más complejos, lo primero que se debe hacer es estudiar. O sea, entender bien en qué se va a invertir, qué riesgos se corre, qué tan volátil es el producto y cómo está el mercado. El peor error que se puede cometer es arriesgar los ahorros de toda una vida en un producto del que no se entiende nada.
En la actualidad existen entidades que ofrecen un servicio conocido como robo advisors o gestores automatizados de inversión. Este tipo de herramientas ayudan a escoger las mejores carteras de fondos de inversión según las preferencias y perfiles del cliente. Estos asesores robotizados evalúan la tolerancia al riesgo para luego proponer una cartera diversificada que se adapte a la meta del cliente.
Cuidado con las comisiones
De poco sirve poner a trabajar el dinero si al final se terminan pagando grandes sumas en concepto de comisiones. Antes de contratar un depósito a plazo fijo, un robo advisor o cualquier otro producto, es clave leer con atención la letra pequeña y descubrir las comisiones que se deben pagar.