Listas de morosos: cómo saber si estoy en una y qué consecuencias puede tener

Estos ficheros recopilan información sobre el historial crediticio de las personas. Figurar en ellos puede dificultar el acceso a productos financieros, alquileres y servicios esenciales
Por Sonia Recio 10 de julio de 2024
qué pasa si estoy en una lista de morosos
El impago de una deuda puede llevar a la inclusión en ficheros de solvencia patrimonial o sistemas de información crediticia, comúnmente conocidos como listas de morosos. Para verificar si estamos en estas listas, debemos consultar plataformas web de entidades como ASNEF, RAI, FIM, Badexcug o FIJ. El monto mínimo de deuda para ser incluido en este registro es de 50 euros para personas físicas y 300 euros para personas jurídicas. Pero es importante tener en cuenta que figurar en estas listas no siempre refleja una falta de solvencia, ya que puede ser el resultado de disputas o errores administrativos.

No obstante, estar registrado como moroso puede dificultar la obtención de créditos o la recepción de servicios esenciales, como la electricidad. La opción más sencilla para salir de una lista de morosos es saldar la deuda y solicitar la eliminación de nuestros datos, adjuntando el comprobante de pago. Además, si la deuda no se ha reclamado judicialmente, podemos solicitar la cancelación de nuestros datos transcurridos cinco años desde la fecha de vencimiento de esta, en virtud del derecho de supresión.

¿Qué es una lista de morosos?

Una lista de morosos, también conocida como fichero de solvencia patrimonial o sistema de información crediticia, es un registro que recopila información sobre personas físicas o jurídicas que han incumplido sus obligaciones de pago. Las empresas utilizan estas listas para evaluar la solvencia de sus posibles clientes y minimizar el riesgo de impago.

Estos registros incluyen información como el nombre de los deudores, la cantidad adeudada, la entidad acreedora, la fecha de vencimiento de la deuda y otros detalles importantes sobre las obligaciones pendientes. La inclusión de los datos personales debe ser realizada por el acreedor original o por un intermediario, como una empresa de recobro que actúe en su nombre.

¿Quién las gestiona?

Estos registros son gestionados por empresas privadas, que obtienen la información de entidades financieras, empresas de telecomunicaciones, proveedores de servicios y otros acreedores. Las listas de morosos a las que se recurre con más frecuencia en España son las siguientes:

  • ASNEF. Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito. Es la más popular en España y alberga información sobre impagos de préstamos, créditos, tarjetas de crédito y servicios, entre otros. Es consultada habitualmente por bancos, empresas de telefonía y comercios para evaluar la solvencia de sus clientes.
  • RAI. Registro de Aceptaciones Impagadas. Se centra en impagos específicos: letras de cambio, pagarés y cheques. Es una herramienta valiosa para empresas que trabajan con estos instrumentos financieros.
  • FIM. Fichero de Inquilinos Morosos. Dirigido específicamente al sector inmobiliario, este fichero recopila información sobre impagos en el alquiler de viviendas. Propietarios y agencias inmobiliarias lo utilizan para evaluar la solvencia de sus potenciales inquilinos.
  • BADEXCUG. Experian Bureau Empresarial. Este registro es utilizado por entidades bancarias, financieras, compañías telefónicas y empresas de microcréditos. Su objetivo es similar al de ASNEF, pero con un enfoque más amplio.
  • FIJ. Fichero de Incidencias Judiciales. Es una base de datos que registra impagos de carácter oficial con organismos públicos, como Hacienda, ayuntamientos, Seguridad Social y Tráfico. Para estas entidades es una herramienta fundamental para recuperar deudas pendientes.

¿Por qué nos pueden incluir en estas listas?

evitar deudas innecesarias
Imagen: Mikhail Nilov

Para poder incluir a una persona en un fichero de morosos, deben darse los siguientes requisitos:

  • Que exista una deuda cierta, vencida y exigible, cuyo importe sea superior a 50 euros (300 euros para personas jurídicas).
  • Que los datos hayan sido facilitados por el acreedor o por quien actúe por su cuenta o interés.
  • También, que el acreedor haya informado previamente al deudor de manera clara y explícita sobre la posibilidad de ser incluido en un registro de solvencia patrimonial o que puede ceder nuestros datos a una tercera empresa para que lo haga en su nombre.
  • Que el acreedor haya realizado un requerimiento de pago al deudor antes de comunicar sus datos al fichero.
  • Que no hayan transcurrido más de cinco años desde el vencimiento de la obligación o el plazo concreto si se trata de una deuda de vencimiento periódico.

¿Cómo saber que estamos incluidos en una?

La entidad que mantiene el registro de morosos tiene que notificarnos nuestra inclusión, informándonos de nuestros derechos –establecidos en el Reglamento (UE) 2016/679– dentro de los 30 días siguientes a la notificación de la deuda al sistema, permaneciendo bloqueados los datos durante ese plazo.

Para conocer más detalles, podemos dirigirnos a ese registro ejerciendo nuestro derecho de acceso. Deben respondernos en un plazo máximo de un mes. Aunque la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) no posee esa información, sí ofrece en su web un documento tipo para dirigirse a las agencias de tratamiento de datos.

¿Qué supone estar en estos ficheros?

Las listas de morosos son utilizadas por entidades financieras para evaluar la solvencia de los solicitantes de préstamos hipotecarios, personales o tarjetas de crédito. Las empresas de telecomunicaciones las revisan para asegurarse de que los clientes no tienen deudas pendientes con otras compañías. Asimismo, las empresas de servicios como electricidad, gas o agua las consultan al evaluar la solvencia de nuevos clientes. Además, los propietarios de viviendas las examinan al alquilar una propiedad para verificar el historial de pagos de los posibles inquilinos.

Figurar en un fichero de morosos puede suponer que nos denieguen el acceso a algún producto o servicio que queramos contratar.

¿Las empresas de recobro pueden reclamarnos la deuda?

Las empresas de recobro ofrecen servicios a otras compañías para recuperar deudas pendientes. Para hacerlo, necesitan acceder a datos personales de los clientes de la empresa que las contrató, lo que no se considera una cesión de información personal ni requiere el consentimiento de los titulares de los datos. Cuando una empresa de recobro contacta a un deudor para solicitar el pago de una deuda debe identificar al acreedor original —la empresa que contrató sus servicios— y explicar cómo saldar la deuda.

educación financiera y ahorro
Imagen: Mizianitka

¿Cuánto tiempo podemos permanecer en estas listas?

Los datos personales deben ser eliminados de las listas de morosos cuando se cumplan cinco años desde el vencimiento de la deuda. Transcurrido este plazo, la información debe ser eliminada de la lista. Ahora bien, en ese caso, la deuda sigue existiendo.

¿Qué podemos hacer para salir de un fichero de morosos?

Para salir de un registro de morosos, tenemos dos opciones: pagar la deuda o impugnarla. Pagar la deuda es la forma más rápida y segura de salir de la lista. Una vez realizado el pago, tenemos que solicitar al titular del fichero de acreedores que nos elimine, adjuntando una copia del DNI y del pago. Este derecho se conoce como el derecho de cancelación.

¿Podemos reclamar si nos han incluido por error?

Si consideramos que la deuda es incorrecta o no reconocemos su validez, podemos impugnarla proporcionando pruebas que demuestren que no es válida.

  • El primer paso es comunicarnos directamente con el responsable del registro, que debe responder en 10 días.
  • Si no recibimos respuesta o no es satisfactoria, podemos presentar una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) contactando con el Delegado de Protección de Datos (DPD) para buscar una solución amistosa. La AEPD nos puede ayudar si nos han incluido en una lista de morosos sin cumplir los requisitos, pero no tiene competencia sobre la deuda.
  • Además, podemos reclamar judicialmente una indemnización por los daños causados por una inclusión incorrecta.

¿Cómo podemos evitar la inclusión en uno de estos ficheros?

Para no figurar en una lista de morosos se recomienda seguir estos consejos:

  • 1. Pagar las deudas a tiempo para evitar impagos y posteriores reclamaciones.
  • 2. Revisar los extractos bancarios periódicamente. Tenemos que asegurarnos de que no hay cargos o movimientos no reconocidos en nuestras cuentas bancarias. Si detectamos alguna irregularidad, hay que contactar con la entidad bancaria de inmediato para aclararlo.
  • 3. Controlar el gasto de forma responsable. Evitar endeudarnos en exceso y asegurarnos de que podamos afrontar nuestras obligaciones de pago.
  • 4. Tener cuidado con las ofertas de crédito. Leer atentamente los contratos antes de firmar, analizar las condiciones y nuestra capacidad de pago real.
  • 5. En caso de impago, contactar con el acreedor lo antes posible para buscar una solución y negociar un plan de pago que se ajuste a nuestras posibilidades.
Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube