Al menos cinco empresas se dedican en la Región de Murcia a distribuir tarjetas telefónicas de prepago que no dan línea o que incumplen requisitos legales tan básicos como la identificación del operador. Sus principales destinatarios son los inmigrantes -los propios nombres de las tarjetas hacen referencia a sus zonas de origen-, por lo que casi todas se comercializan en locutorios.
Las tarjetas -de 5, 6 y 10 euros- carecen de chip. Únicamente contienen una clave y un número gratuito para contactar. El usuario cita la clave a una telefonista y ésta marca el número solicitado. En numerosos casos la única respuesta que se obtiene es que la línea no está disponible. La falta de identificación del emisor de la tarjeta impide reclamar.
Los inspectores de la Dirección General de Consumo de Murcia descubrieron estas tarjetas en verano durante una serie de visitas rutinarias a locutorios (para verificar si cumplen los requisitos de información sobre tarifas). Dicho departamento ha ordenado a los 200 locutorios de la Comunidad que dejen de vender tales tarjetas. Igualmente se ha dirigido a la Comisión Nacional del Mercado de Telecomunicaciones para dar a conocer la situación.
El director murciano de Consumo, José Gabriel Ruiz, indicó ayer que las cinco empresas investigadas tienen su sede fuera de la Región: «Los expedientes están ya abiertos y lo que estamos haciendo ahora es conocer los datos personales de los responsables para actuar contra ellos».