El valor de los billetes y monedas de euro en circulación es, en la actualidad, superior a los 600.000 millones. En el caso concreto de los billetes, la cifra se ha triplicado desde su introducción hace cinco años, pasando de 221.000 millones en enero de 2002 a 595.000 millones en octubre de 2006. El incremento de monedas es menor, de 13.000 millones a 17.600 millones.
El billete más usado es el de 50 euros, que supone el 35,5% del total, seguido por el de 500 euros (34,1%). Por su parte, la moneda que más prolifera es la de 1 céntimo (22,5% del total) y la de 2 euros (39%).
De media, cada europeo posee 34 billetes y 218 monedas. También hay que destacar el crecimiento del euro fuera de la Unión Europea, que supone entre el 10 y el 20% del valor total, según el Banco Central Europeo. En ese sentido, cabe destacar que el euro es también moneda oficial en Mónaco, San Marino y el Vaticano y su uso cada vez es más frecuente en las transacciones internacionales, ahorro o en las zonas turísticas de todo el mundo.
Percepción errónea
El 93% de los ciudadanos de la zona euro piensa que la moneda única ha reforzado la subida de precios. Desde la Comisión Europea de Asuntos Económicos señalan, en cambio, que la inflación anual ha estado siempre por debajo del 2,4% desde su introducción.
La explicación a esta percepción se encuentra en «algunos abusos» que se dieron en algunos sectores y países tras sustituir a las distintas monedas nacionales, junto a la «tendencia psicológica» a tener en cuenta sólo las subidas de precio y no las bajadas.
Además, sólo un 23% de los europeos conoce las ventajas que supone el euro dada la inexistencia de costes extras por retirar dinero con una tarjeta de crédito en otro país de la UE, o por pagar con tarjeta (27%), e incluso menos (17%) son conscientes de que no se paga más por una transferencia bancaria. En todo caso, un 68% de la población está satisfecha con la moneda única.
