La sustitución, en los recibos del gas, del metro cúbico por el kilovatio/hora como unidad de medida del consumo no obligará a sustituir los contadores ni a introducir modificaciones en ellos. Esta modificación, que entró en vigor el pasado 19 de febrero, está incluida en la nueva normativa gasista, en concreto en la orden ministerial sobre tarifas, y tendrá su reflejo en el próximo recibo.
Al final del próximo periodo de facturación, los consumidores recibirán dos recibos: uno, que recogerá el consumo hasta el 19 de febrero, que utilizará las tarifas antiguas y se expresará en metros cúbicos; y otro, que facturará lo consumido a partir de ese día, que aplicará las nuevas tarifas y se expresará en kilovatios/hora.
Los contadores de los clientes seguirán midiendo en metros cúbicos, por lo que en los recibos se aplicará un coeficiente de conversión a kilovatios/hora. Este coeficiente será fijado por el gestor técnico del sistema gasista, Enagás, que se lo comunicará a las distribuidoras y a la Comisión Nacional de la Energía (CNE).
El coeficiente será diferente en cada municipio y podrá variar de un periodo de facturación a otro, dependiendo de factores como la calidad del gas natural y la presión del suministro. Un metro cúbico de gas equivale a 10 termias y cada termia es igual a 1,16 kilovatios/hora.
El nuevo modelo de facturación -según fuentes consultadas- es más preciso y se ajusta mejor al consumo real del consumidor.
Los precios
La nueva normativa supone una rebaja del 5% en las tarifas domésticas. El descenso en la facturación comercial alcanzará el 15%. La rebaja en la industria oscilará entre el 3% y el 6,5%.