Las bebidas alcohólicas sólo se podrán comprar en los hipermercados en puntos específicos de venta, con el fin de impedir su adquisición por los menores de 18 años. Además, los jóvenes de 16 o más años que consuman bebidas alcohólicas en la calle podrán ser sancionados con la realización de trabajos de interés social en beneficio de la comunidad entre 4 y 24 fines de semana.
Así figura en el borrador del anteproyecto de ley de Prevención del Consumo de Alcohol, que ha elaborado el Ministerio del Interior.
Cajas para controlar
«En los establecimientos de autoservicio», afirma el texto, «la venta de bebidas alcohólicas sólo se podrá realizar en una sección concreta, y, además, cuando se trate de grandes superficies comerciales e hipermercados, a través de cajas de facturación o de control específicas, donde se llevará a cabo un control especial para evitar la venta de las mismas a menores de 18 años».
La norma eleva a 18 años la edad mínima para poder comprar alcohol en todo el Estado, prohíbe el consumo en lugares públicos «cuando se altere la tranquilidad ciudadana» y endurece la publicidad de estas bebidas.
Además, el borrador establece la prohibición de consumir bebidas de graduación superior a 20 grados en cualquier dependencia de centros sanitarios, educativos y de trabajo durante la jornada laboral, incluidos los centros de las Administraciones Públicas y de las sedes de los juzgados. Cita expresamente las sedes del Consejo General del Poder Judicial, el Congreso de los Diputados, el Senado y el Defensor del Pueblo.
Como anunció en su día el Gobierno, también estará perseguida la venta de este tipo de bebidas en áreas de servicio y de descanso de autopistas y autovías, así como en todas las gasolineras. En este tipo de establecimientos, no podrá adquirirse ninguna clase de alcohol en horario nocturno.
Infracción muy grave
La venta de alcohol a menores de 14 años será considerada infracción muy grave y castigada con una multa de entre 35.000 y 135.0000 euros. Si la dispensación se hace a jóvenes de entre 14 y 18 años, será catalogada como infracción grave y la sanción oscilará entre 3.000 y 35.000 euros.
El texto prevé «medidas rehabilitadoras y reeducadoras por infracciones leves» como la de hacer un «botellón» en la calle. En este caso, si los infractores tienen 16 o más años, el borrador contempla la «realización de trabajos de interés social en beneficio de la comunidad entre 4 y 24 fines de semana».
También incluye la «represión privada del infractor con comunicación simultánea de la misma a los padres», la suspensión temporal del permiso de conducir y la prohibición de visitar lugares donde se venda alcohol durante un periodo de uno a seis meses.
Para los mayores de 18 años que incurran en esta infracción, también podrá haber una «multa de 100 a 600 euros o del triple del valor equivalente a los daños producidos en la vía pública o en los locales o recintos públicos en que tengan lugar las concentraciones».