El consumo nacional de energía primaria registró el año pasado un pequeño, pero significativo, estancamiento. España empleó en 2006 el equivalente a 145,9 millones de toneladas de petróleo, lo que supone un descenso del 0,5% respecto a 2005, según un informe de British Pretroleum (BP). Se trata de la primera caída registrada en el país en la serie histórica que analiza la petrolera y que comienza en 1996.
Parte de la caída del consumo de petróleo, no sólo en España sino en todo el mundo, responde al encarecimiento que ha sufrido en los últimos dos años. Así, el barril de Brent, de referencia en Europa, registro un precio promedio de 65,14 euros durante el año pasado, frente a los 54,53 euros de 2005 y los 38,27 euros de 2004.
Nuestro país precisó el año pasado de 1,602 millones de barriles al día, lo que supone una significativa caída del 0,9% respecto al ejercicio anterior. España acaparó un 2% del petróleo consumido en el mundo, lo que le convierte en el decimosexto país con mayor demanda.
El carbón también perdió peso en 2006, gracias al Plan de la Minería, que reduce su extracción, y a las limitaciones medioambientales. La producción de esta materia prima se redujo hasta el equivalente a 6,1 millones de toneladas de petróleo, lo que representa un descenso del 4%.
La demanda de gas, por contra, experimentó un repunte del 3,2%, hasta los 33.4000 millones de metros cúbicos o, lo que es lo mismo, el equivalente a 30 millones de toneladas de petróleo. España acapara el 1,2% del consumo mundial de gas, lo que le sitúa en el puesto vigésimo segundo entre los países consumidores.
También creció el consumo de energía nuclear, un 4,6%. Con el equivalente a 13,6 millones de toneladas de crudo, España se coloca como el decimoprimer consumidor mundial de este tipo de energía.