La desaceleración del consumo de las familias españolas ha sido una constante a lo largo de todo 2002 y también uno de los factores que ha provocado la caída del crecimiento de la economía del país, que en el tercer trimestre situó su tasa interanual en el 2%.
Sin embargo, y pese a la incertidumbre de la posible guerra con Irak, que tanto está afectando a los mercados bursátiles, el Ministerio de Economía, el Banco de España y los informes de los servicios de estudios de instituciones privadas coinciden en que los últimos indicadores apuntan hacia una mejora y dinamización del consumo de los hogares en los últimos meses del año.
Los datos de ventas al por menor, de ventas de turismos del mes de diciembre o el aumento de las importaciones de bienes de consumo hacen pensar a los responsables de Economía que se está produciendo una recuperación de este indicador. La buena marcha de la recaudación por impuestos directamente ligados con el consumo, como el IVA o los Impuestos Especiales, sustentan también esta tesis.
Más ventas al por menor
En este mismo sentido, el último informe del Banco de España señala que los escasos indicadores disponibles del cuarto trimestre de 2002 apuntan hacia un mayor sostenimiento del consumo. Entre estos indicadores, la entidad que dirige Jaime Caruana destaca la mejora del índice de ventas de comercio al por menor, que se sitúa en tasas interanuales cercanas al 4%, frente a las cifras del 1,3%, 2,8%, y 2,6% del primer, segundo y tercer trimestre respectivamente. Por componentes, el Banco de España destaca que siguen creciendo a un ritmo mayor las ventas de bienes no alimenticios, si bien las ventas de alimentos mostraron una mayor aceleración en relación a los meses de verano.
También el indicador de disponibilidades de bienes de consumo registra una tendencia ascendente, como consecuencia del repunte de la producción industrial de estos bienes.
En el lado positivo se sitúan también los últimos datos de ventas de automóviles, que en el mes de diciembre crecieron un 7%, frente a las fuertes caídas registradas en los meses anteriores. Aún así, en el conjunto del año pasado se produjo una caída de las ventas del 6,6% frente al incremento del 3,2% de 2001.
En cuanto a las importaciones de bienes de consumo, aunque en el conjunto de 2002 registraron un aumento del 4,2%, muy inferior al 9,1% de 2001, a lo largo del ejercicio se ha producido una paulatina recuperación de este indicador. Las compras de estos bienes al exterior han pasado de caer un 0,1% y un 0,2% en el primer y segundo trimestre respectivamente, a crecer un 9,2% y un 9,4% en el tercer y cuarto trimestre.
Uno de los indicadores más significativos sobre el consumo privado, como es el que ofrece la encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el gasto de los hogares, refleja una importante desaceleración, ya que ha pasado de crecer a un ritmo del 5,6% en el conjunto de 2001 al 2% de media de los tres primeros trimestres de 2001.
Sin embargo, en estos nueve primeros meses de 2002 se ha producido una caída y el consiguiente repunte, ya que el crecimiento del primer trimestre del 2,5%, cayó a menos de la mitad, el 1,2%, en el segundo trimestre, y se volvió a recuperar al 2,5% en el tercero.
Los datos de Contabilidad Nacional sobre consumo de los hogares, por su parte, muestran una desaceleración progresiva, que comienza en 2001 y se acentúa a lo largo de 2002 pasando de crecer a un ritmo del 2,4% en el primer trimestre a aumentar un tímido 1,5% en el tercero.
Los datos más negativos son los que se refieren a las expectativas de consumidores y comerciantes. «El deterioro del desempleo y de las expectativas de consumidores y empresarios plantean dudas sobre el ritmo de la recuperación», asegura el informe de coyuntura económica de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) correspondiente al mes de enero. Y es que el Índice de Confianza de los Consumidores ha ido descendiendo de manera progresiva a lo largo de 2002 hasta situarse en una media del -12, aunque en diciembre esta cifra llegó a situarse en el -16.
Causas de la desaceleración
Las causas de la desaceleración del consumo de los hogares españoles durante el pasado año hay que buscarlas en factores tan diversos como la incertidumbre internacional, la fuerte caída de la riqueza de las familias por la crisis bursátil, o el empeoramiento de los datos de empleo.
Según cifras conocidas esta pasada semana, en los nueve primeros meses de 2002 la riqueza financiera de las familias españolas se ha reducido en más de 90.000 millones de euros, más de 15,5 billones de pesetas. Se trata, además, de la primera vez en los últimos años en que caerá el valor absoluto de los ahorros que tienen los hogares españoles en depósitos, acciones, fondos de inversión, de pensiones, o seguros. La caída se ha debido casi exclusivamente a las pérdidas bursátiles, ya que por segundo año consecutivo en 2002 los españoles aumentaron su nivel de ahorro.
Para los meses venideros Gobierno y expertos esperan una reactivación del consumo provocada no sólo por la posible bajada del precio del dinero en la zona euro, para reactivar economías tan deprimidas como la alemana, la francesa o incluso la italiana, sino sobre todo por el aumento de la renta disponible de los españoles por la rebaja del IRPF y las pagas por la desviación de la inflación.
Paga de 100 euros
Además, a mediados de febrero alrededor de 500.000 mujeres trabajadoras con hijos menores de tres años recibirán su primera paga mensual de 100 euros. En total, el Ejecutivo calcula que la reforma del IRPF pondrá en manos de los contribuyentes a lo largo de este año unos 3.000 millones de euros, buena parte de los cuales se destinarán muy probablemente al consumo.
Otro factor para impulsar el consumo es la paga por la desviación de la inflación en 2002 que recibirán este año más de siete millones de pensionistas y todos los trabajadores que en sus convenios tienen cláusula de revisión salarial.
Por último, otro factor a tener en cuenta es el crédito, que en los últimos siete años se ha más que duplicado. Así, destaca que un tercio del consumo de bienes duraderos de las familias se financia mediante alguna de las modalidades de crédito. Según el INE, el pasado año las familias gastaron 90.000 millones de euros, mientras que el crédito al consumo concedido a las familias superó los 33.000 millones, según el Banco de España.