El Ejecutivo central ha aprobado en Consejo de Ministros el decreto-ley que recoge las nuevas medidas económicas anunciadas esta semana por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Entre estas disposiciones figura el incremento del Impuesto sobre las Labores del Tabaco, que permitirá un ingreso adicional de 780 millones de euros a las arcas del Estado, aunque el Gobierno afirma que el objetivo de esta subida es reducir el consumo de tabaco «para proteger la salud de los ciudadanos».
El incremento del impuesto especial al tabaco se concretará, en el caso de los cigarrillos, en un alza del tipo impositivo específico desde 10,2 hasta 12,7 euros por mil cigarrillos y en la elevación del impuesto mínimo hasta 116,9 euros por mil cigarrillos desde los 91,3 euros en los que está en la actualidad.
En cuanto a la picadura de liar, el impuesto específico pasará de seis euros por kilo a ocho euros, mientras que el impuesto mínimo se elevará de 50 a 75 euros por kilo, con el fin de reducir el diferencial de precio con los cigarrillos. Para «garantizar la neutralidad fiscal entre cigarrillos, picadura de liar y el resto de labores del tabaco», los tipos impositivos aplicables a éstas últimas se elevarán, del mismo modo, del 14,5 por 100 al 15,8 por 100, lo que supone una proporción similar a la aplicada para los cigarrillos, explicó el Gobierno.
Tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, señaló que es oportuno incrementar el impuesto sobre el tabaco por una razón de salud pública, ya que al ser más caro se reduce el consumo, y añadió que, a su vez, la subida «coadyuvará» al objetivo de la ley que prohibirá fumar en casi todos los espacios públicos cerrados a partir del próximo 2 de enero. Con respecto a la recaudación que generará la subida impositiva, Salgado explicó que «contribuirá a financiar el déficit de ingresos por la reducción de impuestos que ha conllevado algunas de las nuevas medidas recogidas en el decreto ley».