El Ejecutivo central aprobó en Consejo de Ministros extraordinario la segunda prórroga de la ayuda mensual de 426 euros que perciben durante seis meses los parados que agotaron la prestación contributiva o el subsidio por desempleo. Sin embargo, se ha restringido el número de personas que pueden acceder a la prestación. En la nueva convocatoria, sólo tendrán derecho a la ayuda las personas desempleadas menores de 30 años, las mayores de 45 y quienes tengan 30 y 45 años, con responsabilidades familiares.
La prórroga afecta a los trabajadores pertenecientes a los grupos señalados que extingan por agotamiento la prestación contributiva o los subsidios por desempleo entre el 16 agosto de 2010 y el 15 de febrero de 2011, ambos inclusive, no así a los actuales beneficiarios, que dejarán de percibir la prestación cuando transcurran los seis meses a los que tenían derecho. El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, detalló que el número de personas que se podrán ver favorecidas en esta tercera fase del programa estará en torno a las 219.242, y calculó el coste de la medida, que vencerá en febrero de 2011, en unos 420 millones de euros.
De las 615.771 personas que han cobrado la ayuda en las dos anteriores etapas -tras su primera regulación en agosto de 2009, una primera prórroga se acordó el 12 de febrero pasado- menos de uno de cada tres, un total de 189.000, han encontrado trabajo. Con datos del mes pasado, reciben los 426 euros unos 300.000 desempleados.
Corbacho también anunció que el Ministerio realizará un estudio sobre este programa y otras políticas activas para la reincorporación al mercado laboral. Además, el Senado debatirá esta semana una enmienda a la reforma laboral que plantea sancionar a los parados que rechacen programas de formación o propuestas de empleo con la pérdida del derecho a la prestación. Según el ministro de Trabajo, resulta lógico el cese del beneficio en quienes se niegan a cumplir los requisitos. Recordó que en el caso de los beneficiarios de la ayuda de 426 euros la prestación está ligada al compromiso de participar en itinerarios de inserción «precisamente para que aumenten sus posibilidades de encontrar un puesto de trabajo».