El Fondo Monetario Internacional (FMI) lanzó ayer un mensaje de alerta ante «la fragilidad del sistema financiero mundial», revelada tras la ineficacia de las medidas adoptadas hasta ahora para tratar de frenar la crisis internacional de liquidez y confianza. El organismo cifró en más de 600.000 millones de euros las pérdidas potenciales para los bancos generadas por las hipotecas «subprime» o de alto riesgo y sus consecuencias derivadas. Ante esta situación, pidió medidas urgentes a agentes privados, bancos centrales y gobiernos.
En un informe, el FMI reconoce que «pese a las intervenciones sin precedentes de los bancos centrales, los mercados financieros permanecen bajo una tensión considerable», agudizada ahora por el empeoramiento del entorno macroeconómico.
El director del Departamento Monetario y Mercado de Capitales de la entidad, Jaime Caruana, apuntó que aunque el «epicentro» de la crisis está en Estados Unidos, «las instituciones financieras de otros países se han visto afectadas por la misma liberalidad de las condiciones del mercado y por una deficiente supervisión».
EL FMI advierte de que han se incrementado los riesgos para el crecimiento económico global
El FMI considera que la amenaza a la estabilidad financiera global se ha incrementado y que ha crecido el potencial de contagio a los mercados emergentes a través de los lazos comerciales y los canales financieros.
Caruana añadió que los países más expuestos son aquellos donde la vivienda está sobrevalorada o en los que empresas y particulares soportan más deuda. La semana pasada, el FMI afirmó que los pisos en España presentan un sobreprecio de entre el 15% y el 20%.
Medidas correctivas
El informe indica que «el desafío fundamental para las autoridades consiste en actuar de inmediato para mitigar los riesgos de un ajuste aún más penoso, elaborando planes de contingencia y aplicando medidas correctivas». Y es que la situación es realmente preocupante. «Los menores capitales de reserva, la incertidumbre sobre las pérdidas de los bancos, además de los ciclos normales del crédito, probablemente incidirán mucho en los préstamos de los hogares, las inversiones de las empresas y los precios de los activos, y eso repercutirá en el empleo», subraya.
Para tratar de superar la crisis, el FMI insta a los bancos a que sean más transparentes, saneen sus balances, den más información sobre su exposición y no alienten a sus directivos a ganar dinero rápido y de cualquier manera. En el ámbito institucional, reclama a los supervisores que se pongan de acuerdo a la hora de definir y calificar los «productos financieros tóxicos». Además, urge a los gobiernos a intervenir en las entidades que atraviesen por más dificultades.
La receta que propone es mucha más transparencia, dosis masivas de liquidez y estricta vigilancia de los flujos financieros
Los países emergentes y en desarrollo han sido especialmente críticos con los fracasos del FMI en su política con el sector inmobiliario de Estados Unidos. Creen que debería haber estado más atento y vigilar la forma en que las naciones ricas manejan sus economías.
Reservas de oro
Quizás para dar ejemplo, el FMI ha anunciado que pone a la venta 403 toneladas de oro, el 12,5 % de sus reservas, para hacer frente a su propio déficit y sanear sus finanzas, más difíciles a medida que pasan los años y se dejan de cobrar intereses de los países con deuda exterior. El FMI dice que la venta del oro se ajusta a la medicina que la institución está recetando a las economías de todo el mundo: más generar riqueza de ver y tocar y menos endeudamiento.
–Según alertó el director del Departamento Monetario y Mercado de Capitales del FMI y ex gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, es en todo el mundo donde la economía está enferma, en parte porque en todo el mundo se han minimizado los riesgos inversores y despreciado la liquidez.
–El FMI exige que todos los gobiernos “aten en corto” a los bancos de sus países, que éstos sean obligados a justificar hasta su último apunte, y que las instituciones públicas intervengan para restaurar la confianza cuando sea necesario.
–Las posibilidades de que la crisis se deje sentir fuera de los Estados Unidos son más grandes en los países donde el precio de la vivienda está inflado por encima de los parámetros económicos fundamentales, como es el caso de España, más si las economías familiares viven al día y pagando sus préstamos bajo presión.
