Alargar la vida laboral de las mujeres es la mayor garantía de supervivencia de las pensiones públicas, según el Gobierno. Así, las aportaciones femeninas a la Seguridad Social, truncadas en la actualidad de manera significativa a los 54 años, serían suficientes para afrontar el incremento del gasto generado por un mayor número de beneficiarios, por unas prestaciones más altas y por la ampliación de la esperanza de vida.
Esta solución forma parte de una extensa lista de conclusiones sobre el mercado laboral y el sistema público de protección social recogida en la segunda «Muestra Continua de Vidas Laborales», elaborada por diversos departamentos de la Administración, y presentada ayer en el Instituto de Estudios Fiscales.
Durante la presentación de este informe, el subdirector general de Estudios sobre Empleo del Ministerio de Trabajo, Alfonso Prieto, remarcó que el problema de la Seguridad Social «no son los procesos de jubilación anticipada, sino la baja tasa de actividad de las mujeres». En este sentido, apuntó que si siete de cada diez mujeres permanecieran en el mercado laboral hasta los 65 años, tal y como ocurre ahora en el tramo de edad de 25 a 54 años, se despejarían las incertidumbres sobre el sistema. No obstante, remarcó que las trabajadoras que mantienen su actividad se jubilan a los 64, dos años más tarde que los hombres.
Inserción laboral
Otro dato desvelado por Prieto refleja que las carreras de cotización son cada vez más largas. En 1988 abarcaban 27 años, periodo que en 2004 había subido a 34. Igualmente, negó que en el siglo XXI se acceda más tarde, que en los últimos años del XX, al primer empleo. En 1999, la inserción laboral de los jóvenes tenía lugar a los 23 años y en el 2004, a los 25.
Por su parte, Almudena Durán, de la Dirección General de Ordenación de la Seguridad Social, explicó que uno de los muchos trabajos derivados de la muestra ha permitido conocer que la ampliación en cinco años del periodo de cómputo supone una reducción orientativa del 4% en el importe de la pensión, pero uno de cada cuatro trabajadores saldría beneficiado. En la actualidad se utilizan para el cálculo de la cuantía de la prestación los últimos 15 años de cotización.
Previsiones «acertadas»
En el mismo sentido, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, pidió a los investigadores que intensifiquen su labor y tengan en cuenta todas las variables para que sus trabajos acerca del sistema de la Seguridad Social sean «mínimamente aceptables» y ofrezcan datos fiables.
Granado advirtió de que, en caso contrario, se corre el riesgo de sustituir previsiones «acertadas» sobre el futuro del sistema por estimaciones «apocalípticas». «La simplificación pasa con cierta frecuencia a la simpleza», dijo.
Ampliar de 15 a 20 los años para calcular el importe de la pensión reduciría su cuantía en un 4%, pero uno de cada cuatro trabajadores saldría beneficiado
Durante la inauguración de la jornada «Datos fiscales y de Seguridad Social en la nueva muestra de vidas laborales», celebrada en el Instituto de Estudios Fiscales, Granado explicó que la muestra continua de vidas laborales permite conocer cómo funciona el mercado laboral en relación con la protección social.
La muestra refleja la vida laboral de más de un millón de personas que durante 2004 mantuvieron una relación económica en algún momento con la Seguridad Social. La información que recoge se extiende a través del tiempo, es decir, desde la primera vez que empezó a cotizar hasta el presente, actualizándose cada año.
Entre los valiosos datos que esta muestra proporciona, Granado citó el hecho de que el 30% de las jubilaciones tienen su origen en un proceso de incapacidad.