El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha concretado algunos puntos que quedaron en el aire tras anunciar una subida de impuestos en 2010. Durante su estancia en Italia, con motivo de la Cumbre Hispano-Italiana, Rodríguez Zapatero ha afirmado que la subida de impuestos se concentrará en los rendimientos de las rentas de capital y la imposición indirecta, que engloba al IVA y a los impuestos especiales sobre el alcohol, el tabaco y la gasolina. Además, se estudia la retirada de los 400 euros, correspondientes a la deducción en el IRPF.
Rodríguez Zapatero pidió “un pequeño esfuerzo” por parte de la ciudadanía para afrontar este incremento de los gravámenes, pues permitirán mantener la protección social. Además, recordó los cuatro ejercicios presupuestarios cerrados con superávit, el bajo nivel de deuda pública y la rebaja de impuestos de los últimos años por un importe de 20.000 millones de euros.
La reforma fiscal será debatida con los grupos parlamentarios y no se conocerán todos sus detalles hasta que sea presentada la Ley de Presupuestos de 2010, a finales de septiembre.
Recaudar 15.000 millones de euros extras
José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer una subida de impuestos en 2010, que permitirá recaudar unos 15.000 millones de euros extras, “por debajo del 1,5% del Producto Interior Bruto (PIB)”. Esta medida pretende garantizar los gastos sociales y contrarrestar el incremento del déficit. Aunque ayer, no especificó qué sectores o actividades económicas tendrán que soportar este aumento de los gravámenes, sí descartó que vaya a afectar a las rentas del trabajo.
Rodríguez Zapatero aseguró que, pese a esta subida de impuestos, la presión fiscal será inferior a la registrada en el año 2004 y estará por debajo de la media europea. Afirmó que el incremento en la recaudación ayudará a reducir el déficit y garantizará una capacidad suficiente para atender las necesidades de protección social y de la inversión en infraestructuras. Al mismo tiempo, indicó que se contemplarán incentivos fiscales a las nuevas actividades de la economía sostenible.
El presidente adelantó que los Presupuestos de 2010 serán «los más austeros de los últimos años». Contemplarán una reducción del 6% de los gastos ministeriales, sobre todo en los capítulos de gasto corriente, restricción «radical» de la oferta de empleo público y «contención» salarial para altos cargos y funcionarios. En total, unos 3.000 millones de euros, según fuentes gubernamentales. A pesar de esta «austeridad», Rodríguez Zapatero aseguró que los Presupuestos garantizarán la protección social, lo que significa mantener los compromisos en materia de pensiones mínimas, prestaciones por desempleo o dependencia.