Hoy se discutía en el Parlamento Europeo la directiva aprobada por los ministros de Trabajo de los países miembros de la UE el pasado mes de junio -con el voto en contra de España-, que permitía ampliar la jornada laboral máxima a 65 horas semanales. Finalmente, los eurodiputados la han rechazado y han aprobado por mayoría absoluta una serie de enmiendas que exigen que en un plazo máximo de tres años se supriman todas las excepciones a la jornada laboral de 48 horas.
Asimismo, la Eurocámara ha exigido que se considere tiempo de trabajo la totalidad del tiempo de guardia, incluido el periodo inactivo (por ejemplo, cuando el médico duerme en el hospital). Esto cuestiona también el acuerdo alcanzado por los Veintisiete, que decía que el periodo inactivo de la guardia no debía considerarse como tiempo de trabajo a menos que la legislación nacional, un convenio colectivo o un acuerdo entre interlocutores sociales dispusiera lo contrario.
Las enmiendas fundamentales han obtenido un respaldo muy superior a la mayoría absoluta -de 393 votos- necesaria para que salieran adelante. La mayor parte de ellas han conseguido más de 500 votos.
Ahora se abre un periodo de negociación de 90 días entre el Parlamento y el Consejo de Europa. Si durante este periodo de tiempo no se llega a un acuerdo, la normativa se abandonará y se continuará con el máximo de 48 horas a la semana.