El primer trimestre de 2010 terminó con 25.665 autónomos menos, según un informe de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA). No obstante, hubo 8.053 empleados nuevos más que en el mismo periodo de 2009, unas cifras que reflejan cómo la destrucción de empleo entre los trabajadores autónomos se ha ralentizado.
A pesar de la recesión, 121.159 trabajadores optaron por crear su empresa durante los tres primeros meses del año. Sin embargo, ese número fue insuficiente para superar a los 146.824 autónomos que se dieron de baja en el régimen especial de afiliación de la Seguridad Social, lo que motivo que el balance volviera a ser negativo. En el cierre de negocios, además de la crisis, influyó la jubilación, la incapacidad o el cambio de actividad.
Ante estas cifras, el presidente de ATA, Lorenzo Amor, mostró su optimismo y destacó un cambio de tendencia. Además de aumentar el número de autónomos, se han dado de baja 30.417 menos, subrayó. En este contexto, subrayó la necesidad de poner todo el esfuerzo en lograr que «el autoempleo sea atractivo y se convierta en un instrumento eficaz para reducir el paro».
Todas las comunidades autónomas registraron ese mejor comportamiento. La Comunidad Valenciana encabezó una parte de la lista al contabilizar un 27% menos de bajas, seguida de Madrid, con un 23%, y de Castilla-La Mancha, con un 20%. En el apartado de nuevos afiliados, sólo Cantabria registró retroceso (2,2%). Los emprendedores que más se animaron fueron los riojanos, con un 17% más de inscripciones. A continuación, con un aumento en torno al 12%, se situaron las Islas Baleares, Cataluña, Extremadura y Murcia.