El superávit de la Seguridad Social originado por la creación de empleo durante los últimos tiempos de bonanza económica «puede desaparecer en un año» por «el rápido deterioro de sus cuentas», al caer la afiliación e incrementarse los gastos, advirtió ayer el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, durante la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo, constituida para velar por el futuro y la viabilidad del sistema público de pensiones.
Fernández Ordóñez explicó que lo importante es mantener una adecuada relación entre cotizantes y pensionistas dentro de unas cuentas saneadas. Para ello abogó por seguir las pautas de otros países del entorno. Entre sus consejos incluyó el retraso de la edad de jubilación, incentivos para prolongar la actividad profesional y endurecimiento de las condiciones para las jubilaciones anticipadas. Como ejemplo puso a Alemania, país que gradualmente ha decidido pasar de 65 a 67 años la edad para abandonar el mercado de trabajo.
Según Fernández Ordóñez, sería positivo aumentar los años de trabajo contabilizados para el cálculo de la prestación
Otra medida positiva sería, según el gobernador, aumentar los años de trabajo contabilizados para el cálculo de la prestación. Fernández Ordóñez resaltó que esta iniciativa ajustaría las pensiones percibidas a las cotizaciones efectuadas y recordó la actuación de Francia, que ha pasado de 10 a 25 años, y de Austria, que ha elevado el cómputo de 15 a 40 años. También mencionó el caso de Finlandia, Portugal y Suecia, que han optado por tener en cuenta la totalidad de la vida laboral.
«Esta reforma estaría alineada con las propias recomendaciones del Pacto de Toledo y aumentaría la proporcionalidad del sistema, esto es, la relación entre las pensiones percibidas y las cotizaciones efectuadas», apuntó el gobernador. Relacionado con esta cuestión, en el caso español «existiría la posibilidad de proseguir avanzando en las reformas de los últimos años en relación con la equiparación de los distintos regímenes de la Seguridad Social, de forma que se garantice que el grado de contribución de los regímenes sea similar».
Subidas simétricas
La tercera recomendación se refirió a los sistemas de revisión de la subida anual de las pensiones. El gobernador del Banco de España se mostró partidario de que los incrementos se realicen «de forma simétrica», es decir, que cuando el desvío de los precios sea al alza se aplique la diferencia, pero cuando la inflación quede por debajo de las previsiones esa caída se tenga en cuenta al establecer el incremento del próximo año.
Ligar la pensión recibida a la esperanza de vida «favorece la sostenibilidad del sistema»
También propuso como alternativa ligar la pensión recibida a la esperanza de vida. «En la medida que una parte del problema surge como consecuencia del incremento de la esperanza de vida, ajustar de una manera más o menos automática las cuantías de las pensiones a esos incrementos, favorece la sostenibilidad del sistema», aseveró Fernández Ordónez. «En la actualidad, en cerca de la mitad de los países de la OCDE se ha propuesto o aplicado, de forma más o menos directa o indirecta, parcial o total, este tipo de medida», concluyó.