Esta semana ha concluido el plazo de tres meses que concedió el Ejecutivo a los dueños de ejemplares de las ocho razas consideradas más agresivas, y sus respectivos cruces, para regularizar su situación y obtener los permisos correspondientes.
Según el decreto aprobado por el Consejo de Ministros del pasado 22 de marzo, para poseer un perro de los considerados de presa será necesario obtener una licencia específica emitida por el ayuntamiento de turno, válida por cinco años, y acreditar aptitud física y psicológica para el manejo de estos animales. La normativa estatal, que ofrece un marco regulador común a los diferentes ordenamientos de las comunidades autónomas que han legislado ya sobre este tema, exige además a los futuros dueños de estos canes ser mayores de edad, carecer de antecedentes penales y haber superado pruebas de control del animal en los centros habilitados al efecto.
La lista negra de perros considerados agresivos la integran los ejemplares de pit bull ; staffordshire bull terrier ; american staffordshire terrier ; rottweiler ; dogo argentino ; fila brasileiro ; tosa inu ; akita inu , así como sus respectivos cruces. Según la orden de marzo, también estarán sometidos a vigilancia los animales que aun no perteneciendo a estas razas y derivados, reúnan características físicas amenazadoras, así como aquellos distinguidos por su carácter agresivo o con un historial de ataques a personas.