El cumplimiento en Europa de compromisos como el Protocolo de Kyoto es incompatible con el rechazo a las centrales nucleares, según señalaron fuentes del sector, que apuntaron que España necesitaría entre 4 y 10 instalaciones de este tipo más para afrontar el futuro.
Serían necesarias «como mínimo», y dependiendo de en qué grado se quiera cumplir el Protocolo de Kioto, «entre 4 y 10 centrales más», indicó Luis Yagüe, nuevo presidente de la Sociedad Nuclear Española (SNE), que celebró esta semana en Madrid una jornada sobre las experiencias operativas de las centrales españolas. «Si queremos, podríamos, como han hecho en Estados Unidos, duplicar el parque actual en los emplazamientos que ya existen», explicó Yagüe, opinión que fue compartida por el presidente de la Asociación Española de la Industria Eléctrica (UNESA), Pedro Rivero.
Yagüe señaló que aunque la energía nuclear supone el 9% del total de potencia eléctrica instalada, representa el 20% de la energía consumida, lo que supone «una estabilidad energética muy importante», añadió. «Pensar ahora en prescindir de la energía nuclear no es realista. Si hay que garantizar el consumo, hay que construir», destacó Rivero.
Por su parte, el presidente del Comité Científico de EURATOM, José Martínez-Val, afirmó que la nuclear es «la única energía de las disponibles con garantía de suministro y emisiones prácticamente nulas». Europa «se está mintiendo a sí misma» porque quiere liderar la lucha contra el cambio climático «sin poner los medios», aseguró.
La industria podría afrontar el alargamiento de la vida operativa de las centrales en 20 años, según la SNE, que explicó que existe «solución» para los residuos de alta actividad, que tienen un potencial energético «muy importante». Esos residuos son «una fuente energética importante» y es «un despilfarro» enterrarlos, apuntaron desde esta sociedad.