Casarse está otra vez de moda. Mientras que en nuestro país las parejas casadas son el 85,4 % del total en 2017, las parejas de hecho apenas constituyen el 14,6 %, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Pero esta última forma de convivencia está en auge. Aun así, casarse o ser pareja de hecho en España no es lo mismo, ni implica los mismos derechos, como vemos en este reportaje.
Bodas y parejas de hecho en España
Las parejas de hecho son un modelo de familia al alza, que ya se cuenatn por 2.697.028, según los datos del INE de 2017; esto representa un 4,4 % más que el año anterior. Esta figura de convivencia, a pesar de su creciente popularidad, no tiene una norma estatal unitaria, y solo existen disposiciones dispersas que la regulan. En respuesta a esta carencia, 13 comunidades han creado sus propias leyes de parejas de hecho, también llamadas parejas estables o parejas no casadas.
Las parejas de hecho son una figura de convivencia cada vez más popular en España, pero que carece de una norma estatal unitaria, por lo que 13 comunidades han creado sus propias leyesCataluña fue la primera comunidad en aprobar una ley al respecto. Fue en 1998. Un año después se sumó Aragón, y al siguiente, Navarra. En 2001 se unieron la Comunidad de Madrid, la Valenciana y las Islas Baleares. Y así, con cuentagotas, se ha regulado este tipo de uniones que no están bajo el paraguas del matrimonio. La última en incorporarse ha sido la Región de Murcia, que aprobó su ley en junio de este año. No obstante, hay tres comunidades que no tienen norma (Castilla-La Mancha, Castilla y León y La Rioja), además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, aunque sí han creado registros de parejas.
Pero casarse vuelve a estar de moda. La crisis también afectó al número de matrimonios; se llegó al mínimo histórico en 2013, cuando solo 156.446 parejas se casaron. Pero desde entonces, la cifra de enlaces crece, hasta alcanzar los 171.454 matrimonios el año pasado.
Desde 2009, además, las bodas civiles superan a las religiosas, y la diferencia cada vez es mayor. Solo una de cada cuatro fue celebrada por la Iglesia (un total de 47.771, según datos de 2016, últimos disponibles), mientras que diez años antes eran la mitad, y en 1996, el 77 %. Por el contrario, el número de bodas civiles duplicó de largo a las religiosas: fueron 122.197, una cifra que además aumenta cada año.
Pero ¿es lo mismo casarse que formar una pareja de hecho en España? La respuesta, en la mayoría de los casos, es «no».
¿Qué necesito para casarme o ser pareja de hecho?
Para casarse, basta con acreditar la capacidad matrimonial -como recoge el artículo 56 del Código Civil-, y expresar el consentimiento para obtener el acta (ante dos testigos) que certifica la unión que se inscribirá en el Registro Civil.
Sin embargo, los requisitos para ser pareja de hecho son distintos, puesto que cada comunidad tiene su propia ley. Por ejemplo, en Madrid se necesita convivir un año y estar inscritos en el registro. En Aragón son dos años, aunque existe la posibilidad de acortar el plazo si la convivencia en pareja es constituida en una escritura pública. En Navarra hace falta un año de convivencia, y hacerlo constar en un documento público o tener un hijo y compartir casa. Mientras, en Asturias vale todo: un año de convivencia, tener un hijo en común y vivir juntos, dejar constancia en un documento público o inscribirse en el registro. En el País Vasco y Andalucía, en cambio, solo son parejas de hecho las inscritas en el Registro de Parejas de Hecho.
En aquellas autonomías donde no hay ley específica (Castilla-La Mancha, Castilla y León y La Rioja), existe la posibilidad de su inscripción en el Registro de Parejas de Hecho de la comunidad o en el ayuntamiento, pero este trámite solo tiene carácter administrativo. En otras palabras: todas las cuestiones legales que se susciten por una convivencia, deben resolverlas los miembros de la pareja de mutuo acuerdo o en los tribunales.
Matrimonio o pareja de hecho: ¿legalmente es lo mismo?
No. Desde el punto de vista legal, el matrimonio (regulado por una norma estatal, el artículo 44 del Código Civil) y la pareja de hecho (recogida en leyes autonómicas) no son lo mismo ni tienen los mismos derechos, aunque las diferencias dependen de dónde nos encontremos. Puesto que cada comunidad autónoma tiene su propia regulación sobre parejas de hecho, las diferencias son pocas en algunas regiones, mientras que, en otras, las diferencias son significativasPor tanto, no casarse tiene aún sus inconvenientes. Las uniones de hecho, registradas o no, tienen ciertos derechos menguados, mayores obstáculos para hacerlos valer e incluso, en ciertos casos, mayor inseguridad jurídica.