En España las tarjetas de débito con tecnología contactless son ya uno de los métodos de pago más utilizados en las compras. En 2017 el 45 % de los usuarios de tarjetas lo empleaba de manera habitual frente al 17 % que ya lo hacía en 2015, de acuerdo con los datos del informe ‘The rise of contactless payments around the globe’ de Visa. Pero, a pesar del éxito de la tecnología sin contacto, todavía no todos los bancos la ofrecen en sus “plásticos”: según un estudio realizado por el comparador HelpMyCash, 3 de cada 10 tarjetas emitidas por las entidades en España aún no incluyen el pago contactless. En este artículo se dan más datos acerca de este sondeo y se explica cómo se aplica este sistema en las tarjetas y en otros dispositivos.
Cómo es el contactless en nuestro país
El uso del contactless en nuestro país se ha extendido de forma considerable. De hecho, el 75 % de las tarjetas de débito que se comercializan en España ya la incorporan como una ventaja más, de acuerdo con un estudio realizado por HelpMyCash donde analizaron las tarjetas de débito de las entidades más importantes del país. De las tarjetas que incluyen esta tecnología, el 83,33 % son gratuitas, es decir, no tienen comisiones de emisión ni de mantenimiento y la mitad de ellas no tienen requisitos adicionales que haya que cumplir, como un gasto mínimo o vinculación, para que sean a coste cero.
En un principio, este método de compra suscitó ciertos miedos. No tener que introducir el pin en compras de importes inferiores a los 20 euros y distintos bulos sobre su seguridad (como que podrían cobrar al usuario a través de un datáfono en el metro sin que se diese cuenta) hicieron que su uso tardase en despegar.
Pero la comodidad y la rapidez que aporta a todas las operaciones que se realizan con los «plásticos» que la incorporan la convierten en la forma favorita. Además, las medidas adicionales de seguridad que las entidades han adoptado para asegurar al máximo este método de pago también han ayudado a paliar el miedo inicial. En la actualidad, de acuerdo con el estudio de Visa, prácticamente la mitad de los terminales de punto de venta TPV en España (47 %) ya aceptan este medio de pago, lo que confirma que el contactless forma parte de nuestros hábitos de consumo.
El pago sin contacto no es exclusivo de las tarjetas
Esta tecnología apenas lleva poco más de dos años en la oferta financiera a través de las tarjetas. Pero, ante su gran éxito, las entidades y empresas como Visa y MasterCard apuestan fuerte por el pago contactless y lo han expandido hacia otros objetos para convertir cualquier cosa en una forma de pago.
Entre las más extendidas en nuestro país están las pegatinas contactless, que se colocan en la parte posterior del teléfono o en la superficie de cualquier objeto que se desee, para abonar con éste sin necesidad de tener una aplicación que vincule la tarjeta al móvil.
Otro de los objetos contacless más conocidos en España es la pulsera, que ya la ofrecen gratis varios bancos y con las que se puede pagar igual que si se tratase de una tarjeta.
De igual modo, hay pines, gafas de sol, pulseras, anillos o incluso guantes que permiten asociar una tarjeta y poder abonar a través del chip contactless que incluyen sin problemas.
Con todas estas novedades se prevé que en un futuro no muy lejano los «plásticos» quedarán obsoletos como método de pago, dejando que los objetos más ordinarios ocupen su lugar.