¿Quiere cancelar un seguro y no sabe por dónde empezar? Conocer cómo anular una póliza es importante, ya que no seguir los pasos correctos, o hacerlo fuera de plazo, puede implicar tener que pagar más dinero. En este artículo se detalla cómo rescindir un seguro en seis pasos: entre ellos, sopesar la decisión, comunicarlo al agente comercial, escribir una carta certificada en el caso de que sea necesario, cumplir con los plazos y comunicar al banco esta determinación para que no pasen más cargos.
Cancelar un seguro es una operación no muy complicada que puede formalizarse de manera eficaz, si se siguen los pasos correctos. Sin embargo, cualquier error puede hacer alejarse de los objetivos o al menos demorarlos durante varios años. Para evitar algunas de estas incidencias, hay que desarrollar puntualmente las siguientes pautas de comportamiento que a continuación se proponen.
Paso 1. ¿Quiero anular un seguro?
Lo primero de todo es analizar que la decisión de anular una póliza es favorable para defender los intereses del asegurado. Después de cuantificar las necesidades, si se llega a la conclusión de que cancelar un seguro médico u otro producto para la protección es la mejor solución, se deberá planificar un calendario.
El objetivo es gestionar esta operación en los plazos contemplados por la actual normativa. Además, será necesario que se tenga delante de la mesa la póliza a rescindir para ofrecer toda la información que demandará la compañía de seguros.
Paso 2. Cancelar una póliza con el agente de seguros
En ocasiones es suficiente informar al agente comercial que ha gestionado la cuenta de cliente. Pero, para que este proceso sea mucho más eficaz, conviene enviar un correo electrónico con todos los datos del seguro que se quiere anular, junto con los motivos que se tienen para tomar esta decisión.
En cualquiera de los casos, este profesional debe contestar pronto, a través de alguno de los canales de comunicación de la aseguradora.
Paso 3. Anular un seguro con carta certificada
Si a través del anterior paso no se ha conseguido cancelar la póliza, habrá que dar un paso al frente en las reivindicaciones y mandar una carta certificada a la compañía de seguros donde se expresen de manera nítida los motivos de esta decisión. Esta información deberá estar apoyada por otros documentos, como el DNI, el número de póliza y la fecha de su vencimiento. En todos los casos, este paso debe ser suficiente para que anulen la póliza pocas semanas después.
Paso 4. Cumplir con los plazos
No queda más remedio que ser muy cuidadoso con los plazos, ya que cualquier error de cálculo en las fechas podrá dar al traste con los deseos de rescindir el seguro. En este sentido, hay que iniciar la gestión con un mes de anticipación, tal y como está estipulado en la normativa vigente a la que están vinculados esta clase de productos. Si se sobrepasa este periodo, habrá que esperar hasta un año para finalmente cancelar la póliza de forma definitiva.
Paso 5. Verificar el fin del seguro
Para dar de baja un seguro de manera correcta, y no afrontar ninguna sorpresa, también es necesario que la compañía confirme la baja de la póliza. En este sentido, será muy aconsejable que la aseguradora revalide la validez de la anulación a través de un escrito donde se constate esta operación.
Paso 6. Avisar al banco
El último paso es avisar al banco donde tiene domiciliado el recibo para que no lo carguen a cuenta. De esta manera, no se tendrá ninguna sorpresa tras la baja, como consecuencia de un error en la gestión administrativa en la cancelación del seguro.
Antes de anular un seguro será necesario tener claros los motivos. Entre las razones económicas más frecuentes está no poder asumir la cuota de la prima, por lo que la salida más beneficiosa es finiquitar el producto cuanto antes.
Por otra parte, en ocasiones, gran parte de las contingencias del seguro están cubiertas por otra de las pólizas suscritas, y es absurdo pagar dos veces por el mismo servicio. O, también ocurre que la utilidad del seguro es mínima o incluso inexistente.
Por último, la cancelación de un seguro también es habitual en el momento en que cambia la situación personal o familiar, ya que se necesitarán otras soluciones a ese nuevo estado.