La banca móvil crece y cada vez son más los españoles que la usan para gestionar sus finanzas. Con el fin de dar servicio a una comunidad cada vez mayor, las entidades han apostado por convertir sus aplicaciones móviles en verdaderas oficinas de bolsillo desde las que se pueden realizar transferencias, contratar productos, activar tarjetas o consultar el saldo de una cuenta. Pero hay más. En este artículo explicamos siete cosas que puedes hacer con la app de tu banco y que quizá no sabías.
1. Operar con la voz
Nos pasamos el día hablando, así que ¿por qué no hacerlo también con la aplicación de nuestro banco? Aunque constituye una de las iniciativas de banca móvil más novedosas y todavía no está presente en la mayoría de las entidades, algunas ya permiten navegar por sus apps hablando. Gracias a un asistente de voz, el cliente ya no necesita bucear por la aplicación para realizar una transferencia o consultar el saldo de una cuenta. Una simple orden por voz como «haz una transferencia a María por importe de 20 euros» o «muéstrame el saldo de mi cuenta» son suficientes gracias a esta tecnología.
2. Chatear con un gestor
La atención al cliente de los bancos se basa, en la actualidad, en la multicanalidad: teléfono, correo electrónico, oficinas, redes sociales e, incluso, WhatsApp. Pero, también, hay cada vez más entidades que ofrecen a sus clientes que puedan chatear desde su propia app con un gestor o con un chatbot (un robot capaz de dar respuesta a preguntas sencillas) para solucionar dudas en tiempo real. Esta función es accesible desde la pantalla inicial de la aplicación o desde el apartado de atención al cliente.
3. Predecir los movimientos futuros
Algunas apps bancarias predicen el estado de una cuenta corriente en una fecha determinada en base a los movimientos históricos. Así, por ejemplo, a mitad de mes podremos saber qué gastos tenemos previstos o cuánto dinero tendremos el día 31. Aunque es un servicio orientativo, puede resultarnos útil para saber cómo evolucionan nuestras finanzas durante el mes en curso y cuánto dinero debemos guardar en la cuenta para poder atender todas nuestras obligaciones.
4. Domiciliar recibos con una fotografía
La banca sabe que para muchos españoles el principal impedimento al tener que cambiar de entidad es la pereza, sobre todo si, además de abrir y cerrar cuentas, se tienen que trasladar todos los recibos. Hasta ahora, había dos opciones: facilitar el nuevo número de cuenta a los proveedores (compañía eléctrica, gimnasio, etc.) o llevar las facturas a una sucursal o enviar un documento firmado a la entidad en la que se ordenase el cambio. Para agilizar el proceso, algunos bancos permiten cambiar los recibos de entidad con una fotografía desde el móvil. El proceso es sencillo: se selecciona la opción de trasladar recibos y se sube una imagen a la aplicación o una factura digital. La entidad se encarga del resto.
5. Enviar dinero a un cajero automático
Para sacar dinero de un cajero automático ya no hace falta llevar la tarjeta encima. Desde la app de muchos bancos se puede enviar efectivo a un cajero automático y sacarlo después con un código sin necesidad de introducir la tarjeta. Por lo general, desde el momento en el que se da la orden, hay un plazo de hasta 24 horas para retirar los billetes de cualquier cajero del banco (el plazo puede variar en función de la entidad). Este servicio no solo es útil si necesitamos efectivo y hemos olvidado las tarjetas, sino también en caso de emergencia para mandar dinero a un amigo o familiar o para que nos lo envíen a nosotros.
Imagen: 3dman_eu
6. Apagar las tarjetas
Si perdemos una tarjeta, la reacción habitual es bloquearla y solicitar una nueva. Pero ¿y si al final aparece? Si bloqueamos el «plástico», no importa que lo encontremos más adelante, ya que no estará operativo. Para evitar este tipo de casos, casi todos los bancos españoles permiten apagar sus tarjetas temporalmente desde sus aplicaciones y encenderlas de nuevo después. De este modo, si creemos que hemos perdido o nos han robado uno de nuestros «plásticos», podemos bloquearlo de forma temporal por si finalmente aparece y, en caso de confirmar que de verdad se ha perdido, cancelarlo de manera definitiva más tarde.
Esta funcionalidad también sirve para añadir un plus de seguridad a las tarjetas que no usamos habitualmente. Por ejemplo, si tenemos una que solo empleamos para viajar, podemos mantenerla apagada mientras no estemos de viaje. De este modo, no correremos ningún peligro si la perdemos o la olvidamos.
7. Revisar el saldo de las cuentas de otros bancos
Gracias a los agregadores financieros, un servicio gratuito que ya ofrecen en España al menos cinco bancos, podemos ver en la app de uno de ellos el saldo de cada una de las cuentas corrientes que tengamos abiertas en el resto de las entidades. De esta manera, evitamos tener que acceder a la banca móvil de cada entidad y podemos tener una visión global y actualizada del estado de todas nuestras finanzas en una sola aplicación.
Para vincular las cuentas de otros bancos a una app tan solo tenemos que introducir el usuario y la clave de acceso de cada entidad. Aunque a priori confiar estos datos a un tercero pueda dar cierto miedo, no debemos olvidar que estarán protegidos por la seguridad del banco que ofrezca el agregador y que, además, con ellos solo se puede acceder a la posición global, pero no sirven para autorizar operaciones ni contratar otros productos.