Alternativas para invertir después de las vacaciones

La rentabilidad de la renta fija es ya superior a la que ofrece la bolsa, ofreciendo en torno al 4% en letras, bonos y obligaciones del Estado
Por José Ignacio Recio 3 de septiembre de 2007

La crisis de la bolsa y el fin de la burbuja inmobiliaria han reducido drásticamente las rentabilidades de la renta variable, la inversión que más beneficios ha ofrecido al inversor en los últimos cinco años. En cambio, los productos sin riesgo no dejan de aumentar su rendimiento hasta el punto de que en estos momentos es el doble de rentable invertir en un depósito que en la bolsa. Por ello, ante la vuelta de las vacaciones son muchos los pequeños y medianos ahorradores que se preguntan dónde invertir su dinero, en especial tras la fuerte inestabilidad por la que están atravesando las bolsas mundiales originada por la crisis crediticia en Estados Unidos. Un primer aspecto que se debe tener en cuenta es el dato de la inflación, para saber si realmente ganamos dinero con nuestras inversiones. Es decir, si la inflación actual en España es del 2,2% y la rentabilidad de nuestra inversión es del 2% quiere decir que el inversor está perdiendo dinero. Es lo que pasa actualmente con la mayoría de valores de la renta variable española que, o bien están planos (sin ganancias ni pérdidas en lo que va de año), o están en números rojos.

En busca de la mayor rentabilidad

En busca de la mayor rentabilidad

Ante las turbulencias bursátiles de este verano, los ciudadanos se preguntan si disponen de otras opciones más rentables y seguras para invertir su dinero por encima de la inflación. Una de estas posibilidades es aprovecharse de los valores que más fuertemente han sido castigados durante el período estival y que se pueden comprar a precios más atractivos, tal y como afirman los analistas de Norbolsa. Aunque por otra parte, otros expertos aconsejen prudencia hasta que no se sepa hasta dónde puede llegar esta corrección en los mercados. En todo caso, todos inciden en que hay que ser selectivo a la hora de tomar posiciones (comprar acciones) y elegir aquellas empresas que dispongan de una cuenta de resultados saneada. La evolución de los valores del ‘Ibex-35’ durante el último trimestre ha sido fuertemente correctiva, liderada por las constructoras y bancos (los sectores más sensibles a la crisis hipotecaria), con retrocesos incluso de dos dígitos en algunos de ellos. Sacyr-Vallehermoso, Ferrovial, Abertis, Iberia, Antena 3, Mapfre o Banco Popular son los peor parados en este período. Por el contrario, Telefónica, Gamesa, Indra o Santander son los que mejor han resistido la evolución de la renta variable española durante el verano, incluso con ganancias, como en el caso de la empresa que preside César Alierta.

Dividendos

Ante períodos de incertidumbre como el actual, una de las opciones más seguras para invertir en bolsa es acudir a las empresas que ofrecen mayor rentabilidad por dividendo, una fórmula bastante efectiva para ‘cubrirse’ ante los riesgos de una posible caída de la renta variable durante los próximos meses. El dividendo es la cuota proporcional de beneficio que corresponde a cada acción al distribuir la empresa sus ganancias. Por tanto, es una de las formas que tiene una compañía en corresponder a la confianza de sus accionistas. De ahí que en los últimos años el ‘Ibex’ haya decidido lanzar un nuevo índice en el que se muestran las 25 empresas con mayor rentabilidad vía dividendo en función del tamaño y de su capital flotante.

En momentos de incertidumbre económica es aconsejable refugiarse en la renta fija, sobre todo en los títulos de menor plazo, que son los que menos fluctúan

En el mercado continuo español hay varias empresas que ofrecen una rentabilidad superior al incremento del IPC y, en algunos casos, por encima del 5%, lo que las convierten en una inversión idónea para los ahorradores con perfil más conservador. Es una forma de invertir en renta fija a través de la renta variable, ya que el inversor tiene garantizado un pago anual por este concepto, entre un 2 y 8% de lo invertido aproximadamente, es decir, por encima del IPC actual. Aunque durante este año la rentabilidad del ‘Ibex-35’ es prácticamente nula, los inversores que hayan apostado por el Banco Sabadell, por ejemplo, habrán obtenido una revalorización de sus ahorros en más del 11%, vía dividendos. El ranking de las empresas cotizadas en Bolsa que ofrecen mayor rentabilidad por dividendo están encabezadas por la inmobiliaria Colonial (11,96%), seguido del Banco Sabadell (11,10%), Bankinter (10,65%), Tele 5 (6,65%), Antena 3 (5,78%), Endesa (4,14%), Indra (4,09%), Banco Santander (3,97%), BBVA (3,84%) y Telefónica (3,36%). Un sector acostumbrado a este tipo de remuneraciones es el del petróleo y energía. Ni Endesa, Unión Fenosa, Gas Natural y Repsol bajan de los 400 millones de euros repartidos. Otros de los sectores que más dividendos reparte es el de telecomunicaciones (Telefónica) y el bancario (Banesto, Bankinter, BBVA, Popular, Sabadell o Santander).

Respecto a los pequeños y medianos inversores que quieran invertir en función de los dividendos en su ‘vuelta a casa’ son varias las empresas que durante los próximos meses realizarán este reparto: Zardoya distribuirá entre sus accionistas un pago de 1,16 euros el próximo 10 de septiembre; Banco Pastor desembolsará 0,05 euros el 27 de septiembre; Banco Popular 0,12 euros el 11 de octubre y Antena 3 abonará 0,40 euros por acción el 25 de octubre.

Renta fija

En momentos de incertidumbre económica y de mercados nerviosos, muchos inversores prefieren refugiarse en la renta fija, sobre todo en los títulos de menor plazo, que son los que menos fluctúan. Así, la renta fija dará rentabilidades menores que la renta variable, aunque con mayor seguridad. Las rentabilidades dependen mucho del tipo de producto que se contrate y varían bastante. En el caso de las Letras del Tesoro y los Bonos y Obligaciones del Estado, las rentabilidades las publica el Banco de España todos los meses.

Las últimas subastas de obligaciones del Estado arrojan rentabilidades superiores a las de la renta variable: en estos momentos del 4,15% para las letras a 6 meses, del 4,256% a 12 meses, del 3,9% a 18 meses, un 3,94% para los bonos a 3 años, un 4,48% para los bonos a 5 años, un 4,64% en las obligaciones a 10 años, un 3,7% en las obligaciones a 15 años y un 4,25% en las obligaciones a 30 años. Cuentan con la ventaja adicional de no tener ninguna retención fiscal, a diferencia de los depósitos y los fondos de inversión.

Otra opción es invertir en valores bursátiles que tengan una alta rentabilidad por dividendo, es especial en las inversiones a medio y largo plazo

Las Letras del Tesoro se emiten mediante subasta. El importe mínimo de cada petición es de 1.000 euros, y las peticiones por importe superior han de ser múltiplos de 1.000 euros. Son valores emitidos al descuento, por lo que su precio de adquisición es inferior al importe que el inversor recibirá en el momento del reembolso. La diferencia entre el valor de reembolso de la Letra (1.000 euros) y su precio de adquisición será el interés o rendimiento generado por la Letra del Tesoro. Actualmente el Tesoro emite Letras a 6, 12 y 18 meses. Por tratarse de valores a corto plazo las variaciones de su precio en el mercado secundario suelen ser bastante reducidas, por tanto suponen un menor riesgo para el inversor que prevea o pueda necesitar vender estos valores en el mercado antes de su vencimiento.

Pero, ¿cómo funciona? Cada letra vale 6.000 euros. Pero a la hora de pagar la misma se descuenta la rentabilidad que se va a obtener. Así, si la emisión tiene un interés del 4%, el ahorrador tendrá que pagar solamente 5.760 euros. Al año, cuando venza el activo, el ahorrador percibirá 6.000 euros. Es decir, le abonarán las 240 euros, en concepto de intereses.

Los bonos son valores emitidos por el Tesoro a un plazo superior a dos años. Bonos del Estado y obligaciones del Estado son iguales en todas sus características salvo el plazo, que en el caso de los bonos oscila entre 2 y 5 años, mientras que en las obligaciones es superior a 5 años. Los bonos y obligaciones del Estado se emiten mediante subasta competitiva. El valor nominal mínimo que puede solicitarse en una subasta es de 1.000 euros, y las peticiones por importes superiores han de ser múltiplos de 1.000 euros. En la actualidad el Tesoro emite bonos a 3 y 5 años y obligaciones a 10,15 y 30 años.

Otras inversiones

Otros productos que se pueden contratar durante los últimos cuatro meses del año son los bonos privados. Son títulos de renta fija a largo plazo, entre 1 y 30 años. Aparte del plazo de emisión, los bonos se caracterizan porque tienen intereses con rendimiento explícito o pago periódico de intereses, y los que se emiten con rendimiento implícito o pago único de intereses (cupón cero) en el momento de la amortización. Así, los intereses suelen ser fijos, variables o cupones cero. Otra característica de este producto es que si lo normal es que se amortice el 100% en la fecha de vencimiento, haya algunos bonos que incluyen un calendario de amortizaciones anticipadas. También se diferencian porque son las empresas públicas y privadas quienes los emiten.

Los pagarés de empresa, por su parte, son la versión privada de las letras, es decir, renta fija a corto plazo emitida por empresas diferentes al Estado. Los rendimientos de estos valores se calculan por la diferencia entre el precio de suscripción o compra y el de amortización o venta. El banco no añade su garantía de cobro, depende de la solvencia de la empresa emisora y el cliente asume el riesgo del emisor.

Euribor en el 4,60%

El Euribor, el índice de referencia hipotecaria más relevante en nuestro país, ha cerrado la media de la primera mitad del agosto en el 4,60%, frente al 4,564% de julio, debido a la tensión generada en el mercado por la tormenta hipotecaria en Estados Unidos, que ha comenzado a extenderse en Europa. En caso de mantenerse durante todo el mes, este nuevo aumento del Euribor supondría respecto al mes de julio un incremento de 3 euros mensuales, o 36 euros más al año tomando como referencia un crédito medio de 150.000 euros a 15 años de amortización. Es decir, aquella persona que haya estado de vacaciones y se encuentra en esta situación se dará cuenta enseguida que su hipoteca se ha encarecido en 3 euros.

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