Algunos profesionales del sector agrario se encuentran con serios problemas para hacer frente a la crisis. Se aprueban ayudas y se habla de planes de rescate para numerosas actividades financieras y empresariales, pero los agricultores sólo disponen de una vía de financiación: las cajas de ahorro asentadas en el medio rural. Éstas anticipan los fondos de la Política Agraria Común (PAC), las liquidaciones del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) y las subvenciones de la Unión Europea, además de contar con préstamos específicos para esta actividad.
Anticipos agrarios
La campaña de solicitud de ayudas de la Política Agraria Común ha comenzado. Los titulares de una explotación agrícola o ganadera ya pueden solicitar los fondos acoplados por superficie o los desacoplados del Pago Único. Para ello, basta con dirigirse a las entidades que comercializan este producto, que serán las encargadas de confeccionar la solicitud de la PAC y anticipar el importe de las ayudas correspondientes. Ésta es una de las principales vías de financiación de los agricultores, ya que les permite afrontar los gastos estacionales de su actividad. Las cantidades prestadas pueden pagarse en plazos de hasta doce meses y se aplican tipos de interés competitivos. Además, un equipo de gestores de las cajas de ahorro se desplaza hasta las explotaciones para asesorar a ganaderos y agricultores, sin coste alguno para los interesados.
Las cantidades prestadas pueden pagarse en plazos de hasta doce meses, con tipos de interés competitivos
También es posible la disposición inmediata -desde el momento de su solicitud- de los anticipos de ayudas y subvenciones agrarias de la Unión Europea. El único requisito que se pide es la domiciliación de la ayuda en una entidad que cuente con este servicio. Si se prefiere, se puede contratar el Anticipo Liquidaciones FEGA (Fondo Español de Garantía Agraria) por un plazo de hasta cuatro meses y un importe máximo que será la cantidad que conceda el organismo agrario.
Préstamos de campaña
Otra forma de obtener financiación pasa por solicitar uno de los préstamos específicos que comercializan las redes de cajas rurales y de ahorro. Créditos como el «Préstamo de Campaña» ofrecen una línea especial para que agricultores y ganaderos afronten los gastos estacionales de su actividad. Cuentan con un vencimiento de once o doce meses y su amortización es trimestral, semestral o al vencimiento. Para determinados destinos y plazos, hay anticipos sin interés y con una única comisión que se abona al formalizar la operación. Es el caso de los anticipos para cebo y mantenimiento de ganado, la contratación de seguros agrarios o préstamos de saneamiento ganadero.
Las cajas cuentan con créditos que cubren los daños ocasionados por fenómenos meteorológicos en tierras o en instalaciones
Estos últimos constituyen una línea especial de financiación surgida de acuerdos con organismos oficiales estatales, autonómicos, provinciales o comarcales, entre otros, así como tratados firmados por una caja con organizaciones agrarias o cooperativas. La financiación está adaptada a las particularidades del profesional del medio rural, tanto en el tipo de préstamo como en el plazo y la fórmula de pago.
Los daños provocados por fenómenos meteorológicos como riadas o inundaciones se atienden con otros créditos específicos. Estos cubren tanto los desperfectos en las instalaciones como en las tierras. No se les aplica ningún tipo de interés ni comisión. Son préstamos concebidos para necesidades urgentes de financiación derivadas de sucesos o siniestros extraordinarios y que impliquen un cobro futuro de indemnizaciones o subvenciones.