¿Cómo cobro por mis acciones? ¿Cómo me pagarán los dividendos? La norma dice que hay que comprar los títulos de las acciones con tres días de anticipación para cobrar los dividendos, y no en la jornada anterior como ocurría hasta hace pocos meses. La nueva normativa de la Bolsa nacional afecta a todos los valores sin excepciones. En este artículo, los inversores tendrán la oportunidad de saber cómo cobrar los dividendos de las acciones y cómo les afecta este abono a su precio. ¿La finalidad? No dejar que la improvisación enturbie el pago que deberán recibir en su cuenta corriente.
¿Cuándo cobraré por mis acciones?
Hasta el año pasado era suficiente con tomar posiciones (comprar) en un valor el día anterior para cobrar por dividendos que reparten algunas compañías que cotizan en la Bolsa española. Pero esta normativa ha cambiado, y ya no vale apurar tanto los plazos. Al contrario. Ahora es necesario comprar los títulos de las acciones con cuatro o tres días de antelación para cobrar el dividendo de las acciones.
Esta modificación se enmarca dentro de los ajustes en la Bolsa nacional para adaptarse al sistema imperante en los restantes países europeos, y que se engloba dentro de la reforma del sistema de compensación y liquidación de los valores de renta variable. Una consecuencia directa de ello es que los inversores recibirán sus pagos en función del número de títulos que tengan contratados.
¿Cómo cobro por mis acciones?
El importe de las acciones parará a la cuenta corriente vinculada a la cartera de valores. Pero puede que la anotación del movimiento no se formalice en el mismo día en que se ejercite el pago, ya que dependerá de cada entidad financiera. En cualquier caso, los plazos no se excederán de dos o tres jornadas.
Otro aspecto que hay que tener en cuenta es que el pago por dividendos no será en bruto, sino neto, una vez descontados los correspondientes impuestos.
¿Cuánto cobro por mis acciones?
Cuando empiecen a cotizar las acciones, en el mismo día de su retribución, los inversores pueden extrañarse por la fuerte bajada de sus acciones. Esto se debe a que el dividendo se descuenta de su precio, con lo que el primer efecto es que las acciones valgan menos dinero.
Hay que recordar que esta retribución a los accionistas no es un ningún regalo por parte de las empresas cotizantes en Bolsa, tal y como puede pensarse desde buena parte del accionariado.
¿Subirán mis acciones?
Por fortuna, es muy frecuente que, a las pocas sesiones bursátiles, las acciones recuperen los precios anteriores a la concesión del dividendo. Puede que tarden unos días, semanas y hasta meses, pero lo normal es que vuelvan a sus niveles previos.
El principal inconveniente en este proceso es que las cotizaciones se vean inmersas en una tendencia bajista de la que cueste mucho salir, y hasta con el riesgo más que evidente de depreciarse aún más en los mercados de renta variable.
De cualquier forma, se trata de una estrategia de inversión muy ventajosa. Lo es para conformar la renta fija dentro de la variable y generar unas plusvalías anuales completamente fijas y garantizadas que se mueven en una franja que oscila entre el 3% y 8%, en función de la política retributiva de cada empresa. Y es superior, por otro lado, a la originada desde los principales productos destinados para el ahorro (depósitos, pagarés bancarios, bonos, etc.), que rara vez exceden su rendimiento por encima del 0,75%, y hasta con plazos de vencimiento muy exigentes.
La retribución de los dividendos no tiene una fecha fija, sino que es asignada por la propia empresa. Los pagos pueden realizarse de varias formas: trimestral, bimestral o anualmente, en función de la estrategia diseñada para retribuir a los accionistas. Los valores procedentes del sector bancario son los más propensos a repartirlos durante más veces a lo largo de todo el año, con hasta cuatro abonos, que se formalizan en cada trimestre.
Si las familias desean invertir sus ahorros en esta clase de valores, deberán conocer que el periodo del año en donde es más frecuente recibir este pago corresponde al verano y las fiestas navideñas. Son innumerables las compañías cotizadas que aprovechan esos días para hacer efectivo esta retribución a la cuenta corriente de sus accionistas y que incluso llegan a coincidir en la fecha que pagan los dividendos. Los sectores eléctricos, autopistas y constructoras son las que brindan los importes más generosos por este concepto, llegando a una rentabilidad máxima del 8%.