En numerosas ocasiones, la evolución de las cotizaciones en Bolsa tiene poco que ver con la lógica. Si bien las dudas surgen siempre, es en los momentos bajistas cuando más preguntas se hacen los pequeños inversores: “¿por qué bajan tanto mis acciones?, ¿si todo el mercado sube, cómo es que mi valor hace lo contrario?… A continuación, se da respuesta a estas y otras dudas que asaltan a pequeños y medianos ahorradores en momentos de incertidumbre bursátil.
Preguntas y respuestas bursátiles
1. ¿Por qué se anuncian resultados empresariales positivos y las acciones caen en sus precios?
Sucede con cierta frecuencia. Lo que ocurre es que en las sesiones previas, los precios de una compañía suben con especial relevancia, al anticiparse al anuncio de sus cuentas empresariales, y las compras se imponen sobre las ventas.
Una vez que se dan los resultados, los inversores deciden recoger beneficios y las ventas se instalan en sus precios. En la práctica, significa que los buenos resultados de la empresa ya se han descontado.
2. ¿Por qué bajan tanto las acciones ante las expectativas de una mala noticia y, al no confirmarse, las subidas no son tan elevadas?
Estos movimientos también son frecuentes en el panorama bursátil. Su explicación reside en las inflexibles leyes del mercado, que marcan las pautas en sus cotizaciones. No es lógico que los inversores reconozcan esta postura, pero puede ser que, con esa bajada previa tan profunda, se haya roto algún soporte de gran relevancia y, por ese motivo, le cuesta tanto recuperar las pérdidas de los días precedentes.
3. ¿Por qué mis acciones bajan cuando el resto de empresas e índices internacionales se sitúan en posiciones positivas?
Si unas acciones bajan cuando el resto de empresas e índices está en posiciones positivas, es por problemas coyunturales de la empresa
La única explicación a este movimiento se debe a problemas coyunturales de la propia empresa, que le impiden seguir el comportamiento del resto de acciones. Puede deberse bien a motivos fundamentales (situación de la empresa) o técnicos (cuando se haya generado una figura bajista o se encuentre en situación vendedora).
4. ¿Cómo pueden caer mis acciones de forma tan contundente?
Lo más seguro es que alguna información de carácter económico o empresarial, o la propia evolución de la compañía, haya sido el detonante para que los precios desciendan con tal virulencia. Pero este hecho puede explicarse por otros factores no menos importantes, como que el valor sea víctima de las operaciones de venta a crédito, donde las posiciones vendedoras se impongan con fuerza sobre las compradoras.
5. ¿Por qué el día que dan un dividendo caen mis acciones?
Esta pregunta tiene su explicación en que las cotizaciones descuentan este pago el mismo día que lo reparten entre sus accionistas. A modo de ejemplo, el día 22 de junio, Caixabank reparte un dividendo de 0,60 euros por acción, cuando la sesión anterior cerraba a 3,30 euros. Pues bien, al empezar la sesión bursátil de este día, su cotización recogerá el descuento de este pago sobre la cantidad cotizada.
6. ¿Por qué mis acciones llevan muchas sesiones bursátiles depreciándose?
Puede deberse, entre otros factores propios del mercado, a que se haya empezado a conformar un canal bajista muy profundo o a problemas coyunturales de la propia empresa. Ello propicia que las ventas se instalen masivamente en el parqué y cuenten con un alto grado de profundidad en las caídas de su cotización.
7. ¿Por qué el precio de mis acciones está tan alejado de los precios objetivos que marcan los brokers o intermediarios financieros?
Esto es algo usual en el panorama bursátil actual. Se debe a que los precios se revisan con cierta periodicidad y no implica que lo cumplan las empresas, por lo menos en un plazo relativamente corto. Es una estimación de lo que piensan los analistas del mercado que vale esa acción en esos momentos. De hecho, los precios objetivos varían mucho en función de que lo confeccione uno u otro intermediario financiero.
8. ¿Por qué yo?
Esto se preguntan algunos inversores cuando el precio de sus acciones baja de modo preocupante en su cotización. No hay que echar la culpa al mercado, puede deberse a una pésima compra, al movimiento coyuntural de las Bolsas, a noticias que genera la renta variable y, también, a la mala suerte en la inversión, aunque esto último es algo impropio de los mercados bursátiles.
Lo habitual es que los pequeños inversores no estén al tanto de los rumores que afectan a los valores bursátiles. Por lo general, afectan a los componentes más especulativos de la renta variable -muchos se nutren de ellos- y pueden ser muy peligrosos para hacer un análisis sosegado y objetivo sobre la evolución de un valor. Conviene ser muy precavido respecto a los rumores de Bolsa.
Cuando se generan estos comentarios -a veces sin fundamento- sus acciones suben o bajan excesivamente, pero el peligro reside, para las situaciones bajistas, en que la corriente vendedora atrape de improviso al pequeño ahorrador y pueda desarrollar importantes minusvalías en pocas sesiones bursátiles. Respecto al movimiento contrario, cuando suben al calor de un rumor, se corre el riesgo de entrar a comprar en esos momentos, algo que puede ser el desencadenante de severas correcciones en los precios del valor y, por tanto, puede propiciar que las pérdidas sean muy profundas.