Carles Torrecilla, profesor del departamento de Dirección de Marketing de la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas (ESADE), responde de manera sencilla a las preguntas que todos nos hacemos en estos momentos: ¿Qué es esta crisis? ¿Por qué se ha producido? ¿Qué podemos hacer para afrontarla? Ha escrito un libro junto al periodista Jordi Basté: ‘Crisis, mentiras y grandes oportunidades’.
Eso sería no entender nada de economía. La economía no es algo determinista, sino que depende de lo que hagamos todos: políticos, sindicatos, empresarios, trabajadores, medios, bancos…
Aumentar la regulación de las grandes operaciones y reducir drásticamente la de las pymes. Que los bancos sólo puedan dar crédito a las pymes a las que puedan entender y seguir de cerca, dejando a las grandes empresas para otros tipos de financiación como fondos u otros sistemas. Otras medidas se centraría en rebajar el peso del sector público drásticamente, y toda su burocracia administrativa, reducir impuestos y subvenciones distorsionantes, exigir a los productos que vienen de fuera lo mismo que a los nacionales, incluyendo derechos de los trabajadores e impuestos. Agilizar el mundo de las licencias y permisos que sólo sirven para justificar funcionariado y frenan o imposibilitan muchas actividades.
Para especular a corto plazo, sí; para invertir a largo plazo, también. En ambos casos hay que saber mucho. No es momento para “amateurs”.
Hay buenas oportunidades. Por cierto, los que ya la tienen, aunque baje el Euribor no deben bajar la cuota de la hipoteca, mejor que reduzcan años de devolución. Si no, se lo gastarán y cuando suban los intereses se acordarán de esta recomendación.
“Aunque baje el Euribor no se debe bajar la cuota de la hipoteca, es mejor reducir años de devolución”
Hay sitios dónde todavía suben…
Como dice el refrán “A río revuelto, ganancia de pescadores”, y no se puede negar que el río está revuelto. Las crisis generan oportunidades: las grandes empresas se mueven, y liberan espacios que las pymes puedan aprovechar; los grandes ERE provocan que los negocios necesiten servicios externos para complementar sus actividades…
Que todo es culpa de la crisis financiera mundial. La falta de información fiable y la guerra por la audiencia hace que se entreviste a cuatro parados en lugar de hablar con 10 personas: ocho a las que no afecta el paro pero tienen miedo, uno que se ve afectado, pero va tirando con prestaciones, finiquitos y otras ayudas… y otro que realmente tiene dificultades. Habría que explicar que la única diferencia respecto a otros años es media persona que lo pasa peor; sólo la imagen de ver a estos “8+1+1” ya explicaría la situación real. Pero claro, eso no vende, y lo que se hace es ofrecer datos tremendistas mal contextualizados en lugar de recordar que el Producto Interior Bruto ha caído sólo un 2%.
Porque va acompañada de crisis financiera, viene después de un crecimiento más duradero y se dan datos de manera poco rigurosa.
Si la psicosis sigue, habrá motivos para estar preocupados.
Depende de nosotros mismos, de todos y cada uno. Podremos salir aprovechando las oportunidades. Se pueden volver a invertir en nuestras empresas los dividendos pasados, o comprar bonos o acciones de la compañía en que se trabaja para financiarla, o renunciar a parte del sueldo temporalmente, reinvertir los finiquitos en autoempleo… Podremos salir de esta crisis siendo emprendedores, creativos, innovadores. Y ,sobre todo, sin “externalizar” la culpa y no creer que si no se vende es por causa de la crisis. Es porque se debe hacer mejor: más horas, más concentración, más trabajo… y menos pensar en que no se puede hacer nada, y que alguien debe crear puestos de trabajo como por arte de magia.
¡Pobres de nosotros si la crisis se acaba! Porque el sistema capitalista tiene crisis positivas y negativas, y tiene que vivir en crisis constante. Si no va para arriba, tiene que ir para abajo, que ya se levantará… Crisis es una palabra peleona, ha habido una turbulencia, una pérdida de confianza. Cuando se haya solucionado el problema financiero, que tardará un poco, se irá recuperando la normalidad. El primer síntoma de recuperación será que la Bolsa se ponga en su sitio, y que las empresas empiecen a tener resultados un poco por encima del presupuesto.