Los fondos de inversión están entre los modelos de ahorro preferidos por los españoles para rentabilizar su patrimonio. Durante el primer semestre del año un total de 11.653 millones de euros han ido destinados a este producto, según los datos de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva. Pero no es un producto homogéneo, sino que puede suscribirse bajo diferentes formatos: renta variable, fija o modo monetario. Por eso es importante elegirlo bien, según las circunstancias de los mercados financieros y del perfil como inversor. ¿Cómo llevar a cabo esta decisión? En este artículo se dan algunas claves para no equivocarse al escoger los fondos de inversión.
Un fondo de inversión es un producto tan flexible que requiere de unos elementos de decisión muy particulares para su elección. Serán muy distintos a los utilizados para escoger depósitos a plazo, pagarés bancarios o la compra y venta de acciones en bolsa. Y no solo la rentabilidad generada será determinante. También hay que tener en cuenta otros aspectos, como la composición de la cartera, las comisiones que exigirá o incluso las características de la gestora.
No hay que olvidar que es el producto en donde se guardarán los ahorros durante muchos meses, incluso años, por lo que cualquier error de cálculo puede hacer perder muchos euros por el camino. Aunque si hay alguna equivocación, siempre está la opción de traspasarlo a otros fondos de inversión más rentables para los ahorros.
Clave 1. Fondo amoldado a las necesidades del inversor
Ante la amplia oferta que presentan estos productos financieros, no se tendrá más remedio que ajustarse al perfil personal: las necesidades no son las mismas si se es un inversor agresivo o si se presenta un perfil de corte defensivo. En función de esta característica, la elección deberá ir a fondos basados en renta variable y fija, respectivamente, con la ventaja de que se pueden suscribir modelos mixtos de inversión para aunar ambas características.
Clave 2. Reducir los gastos de gestión
Un aspecto de gran incidencia para optimizar la elección se basa en optar por aquel fondo de inversión que exija menos gastos en sus comisiones. No en vano, muchos de estos productos son casi iguales en su composición. Ante este escenario, entre dos productos de similares características, siempre habrá que inclinarse por el que menos desembolsos requiera su contratación. Será una forma muy útil para mejorar la rentabilidad final de la inversión.
Clave 3. Diversificar los activos financieros
Una estrategia para gestionar los ahorros del modo correcto radica en que el fondo de inversión esté diversificado a la perfección. Y no solo en lo que se refiere a los activos financieros del que se compone su cartera de inversión, sino también por el hecho de que que proceda de diferentes zonas geográficas o incluso de otras inversiones. Será un procedimiento que ayudará a preservar mejor los ahorros en los momentos más difíciles de los mercados financieros, evitando disgustos.
Clave 4. Bajo la garantía de una gestión activa
Una gestión activa es la más adecuada para enfrentarse a todos los escenarios de los mercados financieros: lo es en los expansivos y donde la inestabilidad sea el denominador común. Por medio de esta estrategia, el inversor podrá moverse muy bien en todas las situaciones, incluso en las más desfavorables para sus intereses. Entre otras razones lo podrá hacer porque el fondo sabrá adaptarse a los mejores activos financieros en cada momento, y no de forma estática como ocurre con los fondos de gestión pasiva.
Clave 5. No expuestos a activos agresivos
La mejor actuación para no verse perjudicado consiste en decantarse por fondos de inversión no muy agresivos en su composición. Quizás sean menos efectivos para conseguir altas rentabilidades todos los años, pero, al menos, ofrecerán una consistencia mayor para crear una bolsa de ahorro duradera y estable de cara al medio y largo plazo.
Cada vez es más frecuente traspasar las fronteras para rentabilizar el ahorro a través de estos productos financieros. No obstante, entraña un riesgo al cambiar de divisa que puede resultar perjudicial. Para poder minimizar estos riesgos es muy adecuado suscribir fondos de inversión que cubran el peligro de estas operaciones. Como consecuencia de esta actuación, está la opción de protegerse ante las posibles pérdidas que puedan generarse en cualquier cambio de moneda.
Son muchos los modelos que se presentan bajo esta característica y es una estrategia muy sencilla de aplicar para eliminar los obstáculos que se interponen en la rentabilidad final del fondo de inversión, sin ningún coste añadido o comisiones por su formalización.