Las entidades bancarias han desarrollado una serie de préstamos para que los universitarios puedan estudiar este nuevo curso académico, entre otros créditos para hacer un máster. Las propuestas que se inscriben dentro de la financiación para estudios están en buena parte de los bancos y son muy similares. Plazos de devolución más flexibles y un periodo de carencia destacan como algunas de las novedades que presentan de cara al nuevo curso académico. En este artículo tanto los jóvenes como sus familias dispondrán de los modelos comercializados este año para ayudarles en la elección.
¿Cómo pago la matrícula universitaria?
A la vuelta de las vacaciones llegará el momento en que miles y miles de jóvenes tendrán que afrontar los gastos de sus estudios universitarios. Uno de los principales serán los generados por las matrículas de enseñanza superior. Para facilitar esta labor, las universidades están abriendo nuevos formatos que facilitan este proceso, donde no faltan el pago fraccionado o la ampliación de los plazos como estrategias para que los estudiantes cumplan con su deseo de iniciar o continuar sus estudios.
Para muchas familias estas medidas son insuficientes, y no tienen más remedio que acudir a la financiación privada para que sus hijos sigan formándose. En este sentido, los bancos ofrecen una oferta muy extensa que está repleta de créditos de estas características. Y no solo brindan préstamos para afrontar los estudios en universidades nacionales, sino también los que se realizan fuera de nuestras fronteras. Para sufragar estas necesidades académicas disponen de hasta 25.000 euros, aunque para ello tendrán que amortizar los importes demandados con mayor celeridad, entre 3 y 12 meses.
Los créditos para pagar la matrícula son líneas de crédito que, aunque sin llegar a ser blandas, sí son más beneficiosas para sus demandantes, en especial porque contemplan un interés menos exigente que en otras modalidades, desde el 7%. Pero también lo son porque aporta pequeños periodos de carencia, para que pueda hacerse frente a estos pagos con mayor tranquilidad. Como elemento encarecedor, cuentan con la posible incorporación de comisiones que pueden elevarse hasta cerca del 2%, sobre todo la vinculada a su apertura.
Créditos para pagar la matrícula, ¿cuál elijo?
Los modelos de financiación a los que pueden acogerse los jóvenes para cursar sus carreras universitarias parten de unas constantes comerciales muy bien definidas. Sufragan los gastos de la matrícula y, en algunos casos, pueden devolverse una vez finalizados los estudios. Se caracterizan, por otra parte, por su falta de incentivos para rebajar sus tipos de interés y pueden utilizarse para asumir otros gastos derivados de esta formación, como material educativo y libros. Muchas de estas propuestas proceden de los departamentos que tienen los bancos para satisfacer las necesidades de los clientes más jóvenes. Se unen a otros formatos dirigidos su formación académica: másteres, cursos posgrado o Erasmus, entre otros.
Unicaja es una de las entidades que los comercializa bajo la denominación de Préstamo Matrícula. Es el más expansivo de todos porque ofrece un importe por la totalidad de la matrícula. Contempla un periodo de devolución de hasta 12 meses.
Otra de las sugerencias procede de CaixaBank a través del Préstamo Exprés Matrícula. Puede suscribirse desde 500 euros y se amplía a otros gastos: libros, ordenadores, material docente, etc.
El Préstamo Matrícula Blue de BBVA es otra alternativa que lanza el sector bancario para cumplir con los deseos de los estudiantes. Parte de un capital que va de los 3.000 a 6.000 euros y con un plazo de amortización de entre tres y seis meses, aunque su principal novedad reside en la incorporación de un periodo de carencia que alcanza los nueve meses. Aplica un tipo de interés desde el 8,95% a través de un sistema de cuotas constantes.
Una de las novedades que depara el curso es la aparición de nuevos créditos para financiar la matrícula, pero en este caso comercializado por las plataformas financieras on line. Su acceso será más cómodo, y hasta con menos trámites administrativos. En uno o dos días los demandantes tendrán su dinero en su cuenta corriente, pero a cambio de pagar un interés mucho más expansivo, que en buena parte de las propuestas supera la barrera del 20%.
¿Merece la pena suscribir esta clase de créditos? Solo en caso de gran urgencia, ya que el desembolso que habrá que asumir será más alto que a través de las líneas de crédito convencionales. No hay que abonar ninguna clase de comisiones, como único efecto positivo en su contratación. Además, generan unas devoluciones mucho más rápidas que pueden impedir la formalización de estos productos destinados para los estudios de los jóvenes.
