Es el concepto de moda en las informaciones económicas de este verano. Las portadas de los principales diarios ya no abren con las caídas de los índices bursátiles más destacados ni señalan los datos macroeconómicos (paro, inflación, PIB…), sino que resaltan tres palabras claves, “prima de riesgo”, que ponen en jaque a los países periféricos de la Unión Europea, España e Italia sobre todo, y que en el caso español flirtean con la barrera de los 400 puntos. ¿Pero qué significa este término?, ¿puede tener repercusiones directas sobre las economías domésticas?, ¿cómo afectará si se amplía su diferencial?
Alarma económica
La tensión se ha apoderado en el mercado de deuda. La prima de riesgo española, tras superar los 400 puntos básicos, ha cerrado por encima de los 380 puntos y la rentabilidad del bono a 10 años se ha fijado cercana al 6,4%. No se habían visto estos niveles tan elevados desde diciembre de 1995, de ahí las alarmas en los mercados financieros, donde se habla de «posible intervención», «medidas urgentes», e incluso, de una reestructuración económica en España.
Lo cierto es que una prima de riesgo «por las nubes» podría originar una mayor dificultad por parte de los usuarios bancarios para acceder a los créditos. Los pocos que se concedieran serían más caros. También implicaría un incremento del paro en España, debido a la dificultad que tendrían las empresas para acceder a las vías de financiación tradicionales, ya que también tendrían que pagar más caro y en peores condiciones el adelanto de los importes necesarios para su negocio. ¿Cómo entenderla? ¿Qué es y cómo afecta al usuario?
Los inversores no dan credibilidad a un país con un diferencial superior a 300 o 400 puntos
La prima de riesgo es el margen de rentabilidad entre un país y el de referencia, que en este caso es Alemania. ¿Por qué el país teutón? Porque ofrece la mayor seguridad y solvencia en estos momentos, según las agencias de calificación crediticia y, por tanto, sirve de referencia a los demás países europeos, no solo a España.
¿Pero cómo se calcula el diferencial entre ambos bonos? Mientras el bono alemán a 10 años paga hoy un interés cercano al 2,6%, el español llega a un 6,4%. El diferencial resultante de esta operación daría 380 puntos básicos, que es la prima que cotiza España en estos momentos. A mayor amplitud en este diferencial, más difícil será colocar la deuda pública en los mercados, ya que habrá que pagar más por obtener financiación pública.
Las consecuencias
Turbulencias en la Bolsa
Una diferencia elevada implica una mayor desconfianza por parte de los inversores institucionales: no dan credibilidad a la economía de un país cuyo diferencial supera los 300 o 400 puntos básicos. Riesgo e inseguridad son dos de los principales problemas que tienen en cuenta los inversores al planificar sus inversiones y se alejan de las economías que no ofrecen seguridad.
Por ello, la renta variable es otro de los focos donde se ponen de manifiesto las turbulencias económicas. Los pequeños inversores que tengan sus ahorros en la Bolsa española habrán visto cómo en las últimas tres sesiones bursátiles su patrimonio ha descendido en algo más del 6%.
Dificultades del país para financiarse
El Estado tiene mayores problemas para colocar su deuda, para financiarse. Es un sobreprecio que tendrá que pagar en los mercados: a medida que la prima de riesgo sea mayor, tendrá que pagar más para financiarse. ¿Por qué? Porque cuando acuda a vender su deuda tendrá que pagar mucho más que la alemana, en su caso, con una diferencia que rondaría el 4%, el equivalente a 400 puntos básicos.
El Tesoro deberá ofrecer una remuneración mayor por sus bonos para que los suscriban. Los cálculos de la Unión Europea indican que si un país cuenta con una prima de 400 puntos básicos y no toma medidas, no sería descartable que el impacto del sobrecoste por financiarse genere un impacto negativo en el Producto Interior Bruto de un 0,8% cada año.
Bancos: menos créditos y más caros
Si los problemas para financiarse el Estado aumentan a medida que la prima de riesgo crece en los mercados, también lo hacen los problemas de las entidades privadas. Los bancos tendrán que pagar más si la prima de riesgo es elevada, ya que tendrían que acudir al mercado interbancario en peores condiciones que hasta ahora para realizar sus operaciones de financiación.
Las consecuencias directas serán:
- La concesión de unos préstamos más caros y, por tanto, habrá menos liquidez para las familias y empresas, que tendrán menos dinero para dinamizar la economía.
Para solventar la disminución de sus márgenes, los bancos elevarían de manera proporcional los tipos de interés que aplican a sus productos (créditos, hipotecas, etc.).
Podría originar una elevación en las comisiones y gastos de emisión y mantenimiento de sus productos.
Usuarios: ralentización del consumo
El coste de financiarse se nota sobre todo en los préstamos de los bancos, ya que las entidades se prestan entre sí para cubrir sus compromisos comerciales. Cuanto más les cuesta financiarse, menor es el margen de rentabilidad que tienen, por lo que cobrarán más a sus clientes.
La concesión de préstamos estará más restringida y sus condiciones serán peores para los clientes. Estas serán algunas de las repercusiones más directas que notarán los particulares si la prima se mantiene o incrementa en las próximas semanas. Ello implicaría, por un lado, problemas para la financiación de las pequeñas y medianas empresas que se verían abocadas, en algunos casos, a reestructurar sus negocios o a prescindir de algunos de sus trabajadores.
Por otro lado ralentizaría el consumo: afectaría a las operaciones de compra de artículos de consumo y bienes inmobiliarios, que descenderían sus operaciones al ser más caras las formalizaciones de los préstamos hipotecarios y para el consumo.
Se incrementaría el paro y habría recesión económica.