Contratar un plan de ahorro está al alcance de casi todas las economías domésticas. Desde 30 euros como aportación inicial, se puede contratar uno que permita acumular dinero y crear un pequeño capital. Éste podrá utilizarse después para sufragar los estudios de los hijos o realizar un viaje inolvidable. Su rentabilidad no es muy elevada -una media de un 2%-, pero está por encima de las que generan las principales cuentas corrientes o libretas de ahorro. Suscribir uno de estos productos para rentabilizar el ahorro familiar puede ser una buena opción en tiempos de crisis. Pero, ante la posibilidad de una necesidad imprevista de liquidez, conviene antes informarse acerca de posibles penalizaciones por el rescate parcial o total del dinero acumulado.
Desde 30 euros
Conseguir que los usuarios acumulen un capital durante años es uno de los objetivos de los planes de ahorro que comercializan bancos y cajas de ahorro. Este producto, que permite ahorrar en función del poder adquisitivo de su titular, se puede contratar desde importes mínimos, que oscilan entre 30 y 60 euros. Su rentabilidad en raras ocasiones supera el 2%, pero ayuda a incrementar el capital de los depositantes. Los hay con diferentes finalidades: para aprovisionarse de un capital para el futuro, para afrontar el gasto de las vacaciones y, también, destinados para los clientes más jóvenes.
Los planes son flexibles y permiten disponer en cualquier momento del dinero y los rendimientos acumulados. Aunque algunas de las propuestas están penalizadas por realizar esta operación de rescate parcial o total, por lo que resulta conveniente preguntar antes de contratarlo si es posible disponer de los ahorros sin penalizaciones.
Su rentabilidad en raras ocasiones supera el 2%, pero es mayor que la de cuentas y libretas
No es un producto atractivo en exceso debido a su baja remuneración, aunque carece de comisiones por mantenimiento. Su rendimiento tampoco es demasiado elevado, pero en los planes de ahorro se genera una acumulación de duración indefinida y el tipo de interés se garantiza cada año. En todo caso, se propician pequeños capitales a través de aportaciones mínimas, e incluso, hay bonificaciones para los clientes más leales con el producto.
Planes de ahorro «a la carta»
La oferta es amplia, aunque no tanto como la de otros productos de prestaciones similares (cuentas, libretas…). Entre las diversas propuestas destacan las siguientes:
- BBK ha incorporado a su lista de productos el «Plan Ahorro Fácil», de duración indefinida y dirigido a personas que ahorren periódicamente para conseguir un capital. Tiene a su favor que no se cobran comisiones por mantenimiento de cuentas, consultas de saldos, movimientos y apuntes contables, ni se repercuten los gastos de correo. Está dirigido solo a personas físicas con una cuenta corriente o libreta de ahorro, y se permiten aportaciones periódicas obligatorias y extraordinarias. Estas últimas hasta un máximo acumulado anual de 12.000 euros. Por el contrario, no se aceptan domiciliaciones ni de cargos ni de abonos.
El tipo de interés nominal, sobre el saldo medio anual, es del 3% durante tres meses y aplicado al incremento de saldo medio conseguido.
El «Ahorro Nómina» de Caja Laboral se basa en el ingreso periódico y mensual de una cuota de libre elección, para quienes tengan la nómina domiciliada en esta entidad. Cuenta con una liquidación anual de intereses como una de sus aportaciones más destacables. La cuota mensual del primer año es de un mínimo de 30 euros y un máximo de 300 euros. La primera cuota se adeuda en la apertura, mientras que el resto se traspasan todos los meses el mismo día de la apertura, desde una cuenta de domiciliación del propio titular.
Con libre disponibilidad y sin comisiones, en el primer año no se permite la cancelación parcial y, a partir de la primera renovación anual, el importe mínimo de una cancelación parcial es de 1.000 euros.
Kutxa se ha decantado por un producto más específico plasmado en el «Plan Ahorro Vacaciones». Permite ahorrar mes a mes una pequeña cantidad, con el objetivo de disfrutar de unas vacaciones. En el momento de su contratación, los usuarios deben definir una aportación cuyo importe mínimo mensual es de 30 euros. El tipo de interés se garantiza a un año.
El «Plan Ahorro» de Sa Nostra tiene un interés garantizado y una disponibilidad total en cualquier momento.
En la misma línea, el «Plan de Ahorro Garantizado» de Catalunya Caixa permite obtener una rentabilidad mínima garantizada para todo el período de ahorro y una rentabilidad extra de manera periódica. Se puede disponer en cualquier momento del dinero y de los rendimientos acumulados, sin ninguna penalización.
Banco Sabadell lanza su «Plan de Ahorro», que se fundamenta en una rentabilidad garantizada con total disponibilidad. Permite acumular un capital para el futuro de los suscriptores con pequeñas aportaciones. Es un producto flexible, en el que se puede empezar a construir un capital con aportaciones periódicas mensuales a partir de 50 euros, además de aportaciones extra. Este plan garantiza un tipo de interés creciente según el saldo acumulado en su plan.
El «Plan XXI Fidelidad» de la Caja de Ahorros del Mediterráneo premia la permanencia. Es un plan de ahorro con seguro de vida y, cuanto más tiempo se esté en él, mayores beneficios obtendrán sus titulares. Cada cinco años hay una bonificación especial como premio al grado de permanencia del cliente. Se puede contratar desde 40 euros al mes.
El mero hecho de su contratación supone para los usuarios acceder a una serie de ventajas. Pero los planes también reúnen ciertas sombras que es preciso tener en cuenta para verificar si su contratación es positiva o no.
- Aportaciones:
- Permite pequeñas formaciones de capital a través de aportaciones mínimas, con una liquidez total en su patrimonio y una rentabilidad garantizada.
Las cuotas mensuales son bastante asequibles para la mayoría de economías domésticas, desde 30 euros.
No disponen de comisiones de mantenimiento ni de otros gastos adicionales que puedan encarecer el producto.
Sirve para sufragar algún gasto futuro que tengan que afrontar los suscriptores, como los estudios de los hijos.
Es un producto flexible: se puede construir un capital con aportaciones periódicas mensuales a gusto del usuario, en función de su poder adquisitivo.
Inconvenientes:
- La rentabilidad es escasa, oscila entre un 1% y un 3% como máximo.
Pueden estar penalizados los rescates parciales o totales. Ello es contraproducente para las personas que quieren dotarse de liquidez en algún momento de permanencia en el producto.
No son una inversión, sino un instrumento para financiar una necesidad futura de los suscriptores.
Carecen de algunas de las prestaciones más habituales de las cuentas de ahorro, como la domiciliación de recibos domésticos (luz, agua, gas…).