Hay ocasiones en las que un pequeño crédito no llega para cubrir ciertos gastos como una reforma en el hogar, una operación quirúrgica e incluso una reclamación fiscal. Ante este escenario, no hay más remedio que pedir un préstamo de gran cuantía: entre 60.000 y 100.000 euros. Sin embargo, no será fácil que las entidades los concedan. Y, además, habrá que presentar la nómina, así como un historial bancario intachable. Para ayudar en la labor de hacer la mejor elección, este artículo recoge los créditos de gran cuantía que están disponibles en la actualidad y cuáles son las características de cada uno de ellos.
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Créditos grandes, ¿qué nos piden a cambio?
Si siempre es difícil el acceso a una vía de financiación, lo es mucho más cuando la cantidad que se necesita es elevada, por encima de los créditos más habituales. Conseguir un préstamo de gran cuantía exigirá mayor compromiso. Y no solo por el endeudamiento que se tenga que contraer, sino por los avales que se deberán presentar.
Los grandes créditos bancarios llegan hasta los 100.000 euros. Pero, a cambio, los niveles de exigencia son mayores, ya que la entidad pedirá mayores garantías para asegurarse de que se le devuelve el dinero. Nóminas por encima de 2.000 euros, clientes preferentes y contar con un excelente expediente bancario serán algunos de los escenarios que ayudarán a lograr este objetivo.
El nivel de exigencia de estos grandes préstamos, sin embargo, no está penalizado con respecto a las pequeñas y medianas vías de financiación. Los intereses se mueven en una franja que va desde el 10% al 15%, contando con un periodo para su devolución muy flexible, que en su plazo máximo puede alcanzar 10 años. Pero tampoco se pueden olvidar las comisiones, ya que pueden representar hasta el 2% sobre el importe demandado.
Créditos hasta 100.000 euros
Con estas consideraciones, la oferta más cuantiosa es la que genera Banco Pichincha, con hasta 100.000 euros, y uno de los tipos de interés más bajos del mercado, del 7,54%. A cambio será obligatorio domiciliar la nómina y tres recibos del hogar, disponiendo de un plazo máximo de ocho años para amortizarlo.
Bajo una oferta similar, hasta 90.000 euros, se desarrolla el préstamo personal de Bankinter, aunque en este caso personalizado en función del cliente. Permite su devolución, desde un mínimo de seis meses y hasta un máximo de 96, para adaptarse a las necesidades de las familias.
Otras vías de financiación se mueven bajo una concesión límite establecida en 60.000 euros. La primera opción es el crédito personal del Banco Santander, que también concede ocho años para liquidar la operación.
En línea con esta propuesta, Bankia ha desarrollado el Crédito Súper, cuya principal variante es que su formalización es en exclusiva por Internet.
Pero si lo quieren los usuarios es que su proceso sea más ágil y en menor plazo de tiempo, la solución viene por parte del Turbopréstamo de Ibercaja, bajo las mismas condiciones que en los anteriores créditos.
Bajo un ámbito más definido se enmarca el Crédito Familiar de Banco Sabadell que, manteniendo las mismas variables que en los casos precedentes, aplica un tipo de interés anual del 11,50%, pero que puede bajar al 10% si se domicilia la nómina. No obstante, conlleva varias comisiones: apertura (2,00%) y compensación de reembolso anticipado (0,50%).
Para finalizar con las líneas de crédito más expansivas, también está disponible el Préstamo Consumo Genérico confeccionado por Cajamar. Su principal aportación se deriva en que puede suscribirse con interés fijo o variable, en función de las apetencias de los usuarios.
La concesión de créditos más elevados conlleva un mayor rigor en la demanda, al ser importes que tardarán más tiempo en devolverse, lo que puede afectar al nivel de endeudamiento de las familias. Antes de firmar el contrato con el banco, será necesario que los usuarios tengan en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Solo deberán pedir la cantidad que necesiten y, de ninguna forma, el margen máximo contemplado en las ofertas de los bancos.
- Será necesario que hagan cuentas para comprobar hasta qué nivel pueden llevar su endeudamiento en los próximos años.
- Si domicilian su nómina, en algunas propuestas podrán ahorrarse algunos euros todos los años, al rebajarse su tipo de interés entre uno y dos puntos porcentuales.
- Al haber gran variedad de formatos de estas características, será más fácil detectar algún crédito que esté exento de comisiones y, de esta manera, contener los gastos en su contratación.
- Aprovechar las promociones que con regularidad realicen las entidades financieras para comercializar sus productos, en donde es habitual que rebajen los tipos de interés e incrementen el plazo de amortización.