Arranca la temporada de bodas y, a pesar de la crisis, los novios festejan su enlace por todo lo alto. Con menos dinero en la cuenta, ¿cómo asumir el gasto? Muchos contrayentes encuentran la solución en los créditos que bancos y cajas de ahorro ofrecen para financiar alianzas, vestuario, banquete, complementos, arreglos ornamentales, luna de miel… Las entidades financieras adelantan para este momento tan especial hasta 18.000 euros, con un plazo de amortización que llega a los cinco años, y sin comisiones. Entre las ventajas de esta línea de crédito destacan la posibilidad de gozar de bonificaciones de hasta el 10% en su viaje de novios, así como de mejores condiciones económicas en función de su vinculación con la entidad emisora. Algunos bancos, incluso, anticipan varias nóminas para que los contrayentes puedan hacer frente al coste de su boda, una solución que supone un importante ahorro en concepto de intereses.
Productos específicos
No son muchas las entidades que cuentan con productos diseñados específicamente para sufragar los gastos derivados del «día más feliz», y las que lo hacen se aseguran a cambio los ahorros de los novios durante un tiempo y su vinculación al banco o caja. Destaca la oferta de la Caja de Ahorros de la Inmaculada, con su «Crediboda», una cuenta de crédito para novios que tengan previsto casarse antes de 12 meses. Al tratarse de una cuenta de crédito, mientras se efectúan pagos sólo se abonan intereses de las cantidades dispuestas, y en cualquier momento se puede ingresar dinero para reducir el capital y ahorrar estos. Por otro lado, esta cuenta se puede utilizar para los ingresos como lista de bodas, y cuanto mayor sea la vinculación de los titulares con la entidad, menor será el tipo de interés que deberán pagar. Al cancelarla, se obtiene un dinero extra correspondiente a la devolución del 0,50% de las compras realizadas en comercios con una tarjeta vinculada al producto. El importe máximo de crédito disponible es de 18.000 euros, con un plazo de devolución de hasta 15 meses; se puede solicitar 12 meses antes de la boda, y su cancelación puede hacerse hasta tres meses después del enlace. Otra propuesta específica para novios es la «Cuenta Boda» de Caixa Terrassa, que ofrece un préstamo en condiciones preferenciales para sufragar cualquier gasto derivado de la celebración, e incluye descuentos de hasta el 5% para el viaje de novios, con la posibilidad de aplazar el pago en tres o seis meses sin intereses, siempre que se utilicen las tarjetas de la entidad. Además, da una información detallada acerca del importe y el nombre de los invitados que realicen un ingreso.
La mayoría de cuentas y créditos para financiar la boda están exentos de comisiones
De similares prestaciones es el «ServiBoda» puesto en marcha por Caja Canarias, un servicio integral para organizar la boda. Consta de dos productos específicos. Por una parte, la «Cuenta Boda», sin comisiones de administración y mantenimiento, que facilita gratuitamente las 100 primeras tarjetas con el número de cuenta para los invitados, y obsequia con un regalo cuando el saldo supere los 6.000 euros. El segundo producto de este servicio completo es el «Préstamo Boda», que ofrece a los novios condiciones preferentes para su contratación. La oferta incluye descuentos en los comercios adheridos, o bonificaciones de hasta un 10% en el viaje de novios, restaurantes, hoteles… También para costear su «gran día» los novios pueden contar con el «Préstamo Personal para Boda» de Caixa Manresa, que anticipa hasta 6.000 euros destinados a la financiación del viaje, banquete u otras necesidades. Tiene un plazo máximo de amortización de cinco años en los que se aplica un tipo de interés fijo, y está exento de comisiones.
Caixanovaofrece un préstamo por el importe que necesiten los contrayentes, y no se amortiza durante los dos primeros años, de manera que se rebajan las cuotas de los dos años más próximos a la celebración de la boda. Además, esta línea de financiación permite un aplazamiento de hasta cinco años. La solución del Banco Santander tiene una doble vía: por un lado, un anticipo de hasta tres nóminas -con un máximo de 5.000 euros que se puede pagar en cinco meses sin intereses-, para lo que basta tener una cuenta abierta y la nómina o pensión domiciliada en la entidad; por otra parte, cuenta con un crédito personal de hasta 60.000 euros que se puede abonar en un plazo máximo de 10 años, sin tener que realizar ningún desembolso hasta el tercer mes. También hay posibilidad de elegir el día del mes para pagar, aplazar dos cuotas al año y escoger entre 12 ó 14 mensualidades.
Echar mano de un crédito personal
Como la oferta específica no es muy amplia, algunos novios optan por soluciones que cumplen con las mismas funciones que los créditos especiales: pólizas de crédito a plazo corto ( tres o seis meses), y préstamos a seis meses, con amortización y liquidación al vencimiento. La ventaja del primero es que sólo se pagan intereses por el dinero que realmente se esté usando, rebajando así los intereses que se deben de abonar. Su principal inconveniente reside en que algunas entidades sólo ofrecen esta opción a empresas o profesionales, no para financiar a particulares. En el segundo caso, al disponer de todo el dinero y no poder amortizar hasta el vencimiento, se pagan intereses por todo el capital sin importar que se tenga saldo acreedor en la cuenta corriente asociada.
Algunos contrayentes recurren también a los créditos personales que se conceden de forma casi inmediata y sólo requieren documentación básica, sin avales: es suficiente con tener una cuenta en la entidad y presentar las últimas nóminas. Otra opción es suscribir un crédito de concesión rápida, que se formaliza en un máximo de cinco días y se amortiza en un plazo que oscila entre dos y tres años. Su peor cara es que aplican intereses abusivos, que pueden llegar hasta el 20%. Muchas entidades especializadas en la concesión de estos créditos, como Cetelem, Cofidis o Meditáis, han diseñado productos específicos, que en poco o nada difieren de los destinados a otras actividades de ocio y viajes.
Las bodas, como los colores, las hay para todos los gustos. Y también para todos los bolsillos. La cantidad de euros que deben desembolsar los contrayentes varía, sobre todo, en función del banquete y del vestuario de la novia, partidas que se “comen” la mayor parte del presupuesto nupcial. Aunque dar una cifra es una labor complicada, el coste medio de una boda oscila entre 20.000 y 35.000 euros.
La mayor parte del dinero (el 55%) se destina al banquete, el 11% a la indumentaria nupcial y en torno al 9% del presupuesto sufraga la luna de miel, según datos aportados por el portal “Publiboda”, especialista en esta clase de eventos.