Un saldo negativo en la cuenta corriente puede generar muchos problemas. No solo implica tener que abonar dinero a la entidad por el descubierto, sino que puede aumentar las deudas y ponérselo más difícil al usuario bancario para lograr un crédito. Pero, ¿cuánto hay que pagar por estar en números rojos? ¿Cuál es el dinero máximo que pueden cobrar las entidades al usuario por tener un saldo negativo? Y ¿cuándo el descubierto sería una comisión ilegal del banco, y hay que reclamar? En este artículo se resuelven estas dudas, pero, además, se aportan los trucos para que no penalicen por estar en números rojos.
Quedarse en números rojos puede crear más de una incidencia. No solo por no tener la liquidez necesaria en la cuenta corriente, sino porque estos apuntes bancarios implican tener que pagar más dinero al final. Además de las comisiones que conllevan los descubiertos, también se pueden sufrir penalizaciones por el incumplimiento de los plazos, hasta el punto de que la deuda puede incrementarse de manera progresiva y llegar a ocasionar un problema muy importante para las finanzas domésticas.
¿Cuánto cuesta tener un descubierto en el banco?
Si se está en números rojos, el usuario se llevará la desagradable noticia de tener que abonar unas comisiones por sobrepasar los límites de liquidez. Esta tasa la cobrará el banco cuando pueda hacer un cargo o disponer de la cuenta sin tener saldo suficiente. Y el coste lo calcula sobre el mayor saldo deudor, es decir, sobre el dinero que se debe en el periodo de liquidación.
Su cuantía, junto con los intereses que genera el descubierto, no puede sobrepasar una TAE superior a 2,5 veces el interés legal del dinero en cada momento. En este sentido, el interés legal del dinero en 2016 quedó situado en el 3%. Esto quiere decir que las entidades de crédito no podrán hacer un cargo por este concepto por encima del 7,5%. Esta es la cantidad máxima que producen los descubiertos a cuenta. Es decir, que si se deben 100 euros, la penalización que podrán aplicar será como mucho de 7,50 euros.
Números rojos: además de la tasa, ¿qué puede cobrar el banco?
De todas formas, aquí no terminan las preocupaciones, ya que las entidades financieras están abiertas a aplicar también una comisión por reclamación de descubiertos. Este importe es fijo, a diferencia del anterior, y está justificado por las gestiones que realice el banco para reclamar la deuda generada en la cuenta. En este caso, su cantidad será siempre inferior a 10 euros y no se podrá ir acumulando.
La entidad no la puede demandar de manera repetida para un mismo descubierto. En cualquier caso, el Banco de España indica que si se produce esta circunstancia, la entidad deberá indica el detalle de la deuda que reclama.
Números rojos: ¿cuándo no puede castigar el banco?
Cualquier situación de números rojos será sensible para que la entidad cobre estas tasas de penalización. No obstante, el Banco de España advierte que el pago por estar en números está prohibido, si se produce únicamente como consecuencia de las distintas fechas de valoración atribuidas a los ingresos y reintegros en la cuenta corriente. En estos casos, los números rojos no son atribuibles a los usuarios, sino que corresponde al banco hacerse cargo.
¿Qué hacer si aún así la entidad cobra el descubierto? Si así fuera, no habrá otra solución que reclamar el cargo al banco. Este paso será suficiente para que devuelvan el importe cobrado de modo incorrecto.
Pero si tampoco dan fruto estas gestiones, ya solo quedará el recurso de elevar la queja al servicio de atención al cliente del Banco de España, que será quien al final deberá dictaminar sobre esta decisión. Si todo se desarrolla con normalidad, en un plazo no superior a 30 días ya se dispone de la cantidad en la cuenta corriente.
Una de las situaciones más temidas es estar en situación deudora frente a la entidad de crédito. No obstante, existe un recurso para no abonar al banco por los números rojos: algunas cuentas nómina.
Algunos de estos productos permiten que sus titulares puedan estar en números rojos sin ninguna clase de comisiones o penalizaciones. Además, los titulares disponen de una franja más amplia para estar en esta circunstancia: hasta el máximo de su salario o ingresos regulares domiciliados. Por ello, una cuenta nómina es una de las estrategias más eficaces para protegerse de estos pagos. El único requisito es vincular la nómina o ingresos a la cuenta. Otro de los efectos que conllevará esta operación es que se incrementará la liquidez de la cuenta corriente para llegar en mejor condiciones a final de mes.