A un profesional autónomo o con un negocio tal vez le convenga contratar una cuenta profesional. Gestionar todos los gastos e ingresos derivados de la actividad profesional es la principal razón de ser de estos productos bancarios que se presentan sin ninguna clase de gastos en su mantenimiento y administración. A cambio, posibilitan el acceso a créditos en mejores condiciones y hasta asesoramiento fiscal o contable. Este artículo explica cómo son las cuentas profesionales, qué ofrecen a los trabajadores autónomos y cuáles son las mejores en la actualidad.
Cuentas profesionales: ¿por qué son diferentes?
Las cuentas profesionales no están concebidas para fomentar el ahorro, como en el caso de los modelos tradicionales, sino para gestionar todos los gastos e ingresos derivados de la actividad de sus destinatarios. Pueden ser de diversa naturaleza: las hay para arquitectos, abogados y consultores y hasta para los trabajadores autónomos.
¿La principal ventaja? Las cuentas profesionales centralizan muchos servicios bancarios en un solo producto. Además, no suponen ningún desembolso, ya que su formalización está exenta de los principales pagos y comisiones. En algunos casos, hasta no cobran los descubiertos. También, en situaciones muy puntuales, conllevan la aceptación de una línea de crédito para que sus titulares puedan afrontar los pagos derivados de su actividad. Y lo más interesante de la actual oferta bancaria: cada cuenta profesional aporta sus propias características, cada una es diferente a la otra. Es decir, siempre hay algo diferente que propicia que pueda ser suscrita en función del perfil que presenten los demandantes de estos productos.
No conviene confundirlas con las cuentas de ahorro o corrientes clásicas, porque no tienen nada que ver con ellas, o al menos muy poco. Las cuentas profesionales tienen mayor flexibilidad en los servicios que presta a sus titulares y de forma continua son renovados para adaptarse a sus necesidades. Por ello, en cualquier caso, es un producto muy dinámico que está abierto a todo tipo de soluciones.
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¿Qué cuentas profesionales existen?
Esta clase de cuentas son uno de los productos más flexibles de la actual oferta bancaria, ya que pueden ser suscritas bajo diferentes estrategias por parte de las entidades financieras. Solo coinciden en que están comercializadas exentas de cuotas, sin comisiones ni gastos, y también con mayores ventajas con respecto a las dirigidas a los particulares.
Desde estos planteamientos generales, un crédito automático de hasta 3.000 euros, con servicios de asesoramiento fiscal, legal y contable y el programa de facturación on line son las principales propuestas que realiza Caja Laboral para lanzar su Cuenta Pro a los clientes.
La Cuenta de Negocios Profesionales de Ibercaja, por otra parte, recoge una serie de ventajas para sus titulares que no podrían conseguir a través de los formatos convencionales. Entre ellas destaca la opción de hacer dos cargos al trimestre en concepto de nóminas, seguros sociales o impuestos por un importe total de al menos 600 euros. Se comercializa sin ninguna clase de comisiones.
Ser autónomo y tener domiciliados en el depósito relacionado, por importe no inferior a 600 euros al mes, los ingresos profesionales, así como el pago mensual de cuotas del régimen especial de trabajadores autónomos, son algunas de las exigencias que requiere La Caixa para suscribir la Cuenta Negocios. Al igual que los restantes modelos de gestión, no contempla comisiones de administración ni mantenimiento.
Bankinter propone como alternativa la Cuenta Profesional, aunque en este caso dirigida para trabajadores autónomos y caracterizada por estar exenta de gastos. Uno de alicientes que presenta es la posibilidad de obtener un crédito personal en condiciones preferentes y que se potencia con un multicanal para operar en los diversos servicios bancarios.
Deutsche Bank, por último, ofrece un producto de similares prestaciones, que parte de la eliminación de comisiones y gastos como su principal reclamo para que los usuarios contraten la cuenta.
Los trabajadores por cuenta propia tienen en algunos modelos de estos productos bancarios una herramienta para canalizar con mayor facilidad los movimientos de su actividad laboral. Las cuentas profesionales permiten realizar gestiones que afecten al pago de sus impuestos o la gestión de cobros, con la ventaja añadida de que agregan servicios y prestaciones diseñadas para las necesidades especiales de sus actividades profesionales.
En general, están comercializadas por las entidades bancarias sin ninguna comisión, ni otros gastos en su gestión. Si bien no tienen desembolsos para sus titulares, es conveniente que se analicen sus condiciones de contratación, ya que, por el contrario, algunas propuestas de los bancos llevan aparejadas unos ingresos mínimos para aprovecharse de los beneficios que ponen a disposición de estos clientes y que en ciertas cuentas llegan hasta 5.000 euros mensuales.