Los depósitos bancarios son un producto muy apreciado por los inversores españoles. En la actualidad, un 40% del volumen de ahorro total de las familias se invierte en depósitos: unos 680.000 millones de euros. Esta cifra supera con creces la cantidad que se destina a fondos de inversión, 160.000 millones, y a fondos de pensiones, 50.000 millones. El depósito gusta en todas las épocas, con o sin crisis. Pero es en estos momentos de incertidumbre económica cuando las entidades promocionan más sus imposiciones a plazo con el objetivo de captar ahorradores.
Tipos menguantes
El contexto de tipos bajos de interés ha hecho caer la rentabilidad de los depósitos. Si a mediados de 2008 era sencillo encontrar imposiciones a un año a un 6% TAE, en la actualidad, el interés se reduce en torno al 2,5%. Quien suscribió hace un año una imposición que vence estos días, puede sentirse decepcionado al comprobar que, si desea renovar su depósito, los tipos de interés se han rebajado demasiado. No obstante, con la caída de la inflación (del 1% a cierre de junio), la rentabilidad real es más alta que la que ofrecían las imposiciones hace un año (cuando el IPC superó el 5,3% anual). Ahora se gana más poder adquisitivo que en el ejercicio pasado al contratar un depósito, ya que la alta inflación suponía la pérdida de buena parte del ahorro generado.
Esto explica que muchos inversores se esfuercen en encontrar un depósito. El entorno actual de deflación juega a favor del ahorrador bancario, por lo que cualquier depósito que remunere el ahorro por encima del 1% se considera un producto anticrisis adecuado, si bien algunas ofertas cuentan con extratipos de hasta el 3%.
Las mejores ofertas, en Internet
Casi todas las entidades disponen de depósitos. A pesar de ello, las mejores ofertas se localizan a menudo en Internet. Antes de elegir depósito, conviene decidir el plazo en el que se desea mantener el dinero. Esta cuestión es importante ya que, en general, las entidades imponen altas comisiones si el usuario decide retirar su dinero antes de tiempo. Cuando se estime que se necesitará el dinero a corto plazo, es preferible optar por un depósito a uno o tres meses, o por una cuenta de ahorro bien remunerada.
En depósitos a un mes, Caja Madrid comercializa un producto al 1,66%. A tres meses, Openbank cuenta con un depósito al 2%, Ibanesto dispone de su Depósito Azul al 3,10%, ING Direct ofrece también un 2%, la oferta de Uno-e se sitúa en el 3% y el Net Duero Premier 3 meses de Caja Duero llega al 3,25%.
Ahora se gana más poder adquisitivo al contratar un depósito que en el ejercicio pasado
En cuentas de ahorro, el interés es similar. Por ello, puede ser más interesante optar por este producto, con liquidez absoluta y sin comisiones por retirar el dinero (que sí aplican los depósitos). La Cuenta de Ahorro Pau Gasol remunera el ahorro al 3%; la Cuenta Open Plus Seguridad, de Openbank, ofrece un 3,25% durante los tres primeros meses; la Cuenta Azul de Ibanesto, un 3,10% a cinco meses y la Cuenta Naranja de ING Direct, un 3% en cuatro meses.
A seis meses, la diferencia es poco significativa. Bancopopular-e, la filial online de Banco Popular, ofrece un depósito al 2,96% TAE, Citi España remunera el ahorro al 1,07% y Bancaja da un 3%. Esta misma cuantía es la que reparte Caixa Galicia en su Depósito 3×6.
En productos a doce meses: Openbank y Activobank (la filial de internet de Banco Sabadell) ofrecen un 2,5%, el depósito Creciente de Caixa Galicia da un 2,49% e ING Direct, un 2% si se invierten más de 10.000 euros y un 2,10% si se depositan más de 50.000. Al mismo plazo, Bancopopular-e remunera a un 2,25% e Ibercaja Directo, a un 1,50%. Sa Nostra, la caja de ahorros de Baleares, sube hasta un 3,3%.
La rentabilidad mejora poco en plazos más largos. El tipo de interés del Depósito Multisalida de Barclays, a 16 meses, se sitúa entre el 3,04% y el 3,23%, según el importe que se invierta (desde 3.000 y desde 50.000 euros, respectivamente). La Caixa, por su parte, comercializa el Depósito Creciente a cinco años con un interés del 3% TAE.
Apostar por el corto plazo
Las rentabilidades difieren poco por plazos. Sin embargo, algunos expertos creen que a final de año la situación podría cambiar y los tipos de interés podrían empezar a subir. Hasta entonces, una opción es apostar por depósitos para cortos periodos de tiempo, de tres o seis meses, y aprovechar la fecha de vencimiento para revisar la oferta. Si se tiene el dinero capturado en un depósito durante varios años, no es aconsejable cancelarlo. Las comisiones que se pagan en este caso -algunas entidades cobran en torno al 2% y 3%- suponen un descenso de la rentabilidad. Conviene saber, no obstante, que el Banco de España obliga a las entidades a cobrar comisiones más bajas que los intereses que ofrecen. De esta forma, el cliente nunca perdería dinero por invertir en un depósito.
Lo apropiado en este momento es optar por tener el dinero en liquidez para retirarlo, si fuera necesario, sin pagar comisiones. La situación de crisis ha propiciado que algunos inversores hayan rescatado el dinero de los productos que tenían contratados. Por este motivo, otra opción puede ser contratar una cuenta de alta rentabilidad, que ofrece liquidez sin penalización alguna.
El Banco de España obliga a las entidades a cobrar comisiones más bajas que los intereses que ofrecen
En general, el interés de los depósitos ha sido siempre más alto que el de las cuentas de ahorro por una cuestión de liquidez: quien suscribe un depósito a plazo y renuncia a poder extraer su dinero cuando lo necesite o le apetezca, consigue un plus de rentabilidad. Las cuentas, al ser un producto líquido, rentaban algo menos. Sin embargo, en estos momentos, numerosas entidades las han convertido en sus productos estrella para captar a quienes buscan tener su dinero disponible. Esto explica que algunas cuentas den más rentabilidad que los depósitos. Su inconveniente, no obstante, es que no son operativas. El usuario necesita disponer de otra cuenta asociada transaccional a través de la que realizar las operaciones bancarias básicas, como domiciliar recibos o nóminas y hacer transacciones.
Depósitos crecientes
Los depósitos crecientes también son habituales en las entidades. Su interés aumenta de forma periódica, por lo general, cada trimestre. Antes de suscribirlos, hay que preguntar por la remuneración media de todo el periodo ya que, a menudo, el interés publicitado corresponde al periodo final y es más elevado: puede superar el 4%.
Otra desventaja de estos depósitos es que, al reembolsarlos antes de lo previsto, la entidad sólo reconoce los intereses del periodo pasado, con lo que las ganancias serán más reducidas que en un depósito suscrito al mismo plazo, pero con interés lineal. Son productos atractivos si se mantiene el ahorro hasta la fecha de vencimiento.