Capital garantizado y rentabilidad más alta que en los depósitos a plazo, al menos potencialmente. Estos son los dos grandes atractivos de los depósitos referenciados, en los que muchos ahorradores están empezando a interesarse ahora que los plazos fijos no alcanzan ni el 1%. Sin embargo, los referenciados tienen un punto negro: la rentabilidad no está garantizada sino que depende de las oscilaciones del mercado. Así, el ahorrador conservador que viene de los depósitos tradicionales ha de saber que puede encontrarse con ganancias del 0% y que su capital solo estará garantizado si no lo retira hasta el vencimiento del plazo.
Un depósito que tiene mucho de apuesta
Los depósitos referenciados son aquellos cuya rentabilidad depende de uno o varios subyacentes, como pueden ser índices (Eurostoxx, Euríbor) o acciones de empresas. A través de estos productos, los bancos proponen una especie de apuesta: si ciertos índices o acciones mantienen o aumentan su valor en un tiempo determinado, el ahorrador se lleva la rentabilidad máxima (por ejemplo, un 2%) y si en ese tiempo el valor de los subyacentes disminuye, el ahorrador obtiene o bien un 0% o bien la rentabilidad de consolación, que en ningún caso supera el 0,30%.
Ventajas de los depósitos referenciados
- Más rentabilidad potencial. Desde que el Banco de España prohibiera los extratipos en enero de 2013, los depósitos referenciados han superado en rentabilidad media a los plazos fijos. En concreto, en verano de 2015, mientras los tipos medios de los plazos fijos rara vez alcanzan el 1%, los tipos de los depósitos referenciados se acercan al 2%.
- Capital garantizado. Los depósitos referenciados suelen garantizar el 100% del capital invertido, de forma que el dinero depositado queda garantizado por el banco y también por el Fondo de Garantía de Depósitos hasta 100.000 euros por titular.
- Inversión asequible. Estos productos están destinados al pequeño ahorrador conservador, por lo que lo normal es que permitan inversiones más pequeñas de 10.000 euros, que en ocasiones pueden ser incluso inferiores a 1.000 euros.
- Plazos razonables. Aunque algunos referenciados obliguen a mantener el dinero durante 3 años, los plazos más habituales en la actualidad oscilan entre los 12 y los 18 meses.
Peligros de invertir tus ahorros en un referenciado
- Rentabilidad no garantizada. A pesar de que estos depósitos anuncien rentabilidades del 2% o el 2,5%, la verdad es que solo se obtienen si se cumple la apuesta, es decir, si determinados índices o acciones aumentan de valor en el plazo estipulado, de forma que es perfectamente posible que la rentabilidad obtenida al final sea del 0%. De hecho, un estudio realizado por HelpMyCash.com asegura que la mayoría de estos depósitos no ofrecieron ninguna rentabilidad al ahorrador en el pasado.
- Dinero retenido. La inmensa mayoría de estos depósitos no permiten la cancelación anticipada antes del fin del plazo o, si la permiten, es a cuenta y riesgo del ahorrador, lo que quiere decir que el banco deja de garantizar el 100% del capital y el ahorrador al retirar su inversión tendrá que ver cuánto dinero le dan por ella en el mercado secundario (puede ser más o puede ser menos). Además, en ocasiones el usuario no podrá realizar esta operación cuando quiera, sino en los días que el banco haya establecido por contrato a tal efecto.
Además, el interesado en estos depósitos puede encontrarse con dos sustos más: que el banco le cobre comisiones en la cuenta asociada y que la rentabilidad en el mejor de los casos no supere la que le ofrecerían otros depósitos a plazo vigentes. Para evitar lo primero, es aconsejable preguntar al banco antes de firmar, negociar o dar prioridad a bancos online libres de estas comisiones.
En caso de que la rentabilidad no sea para tirar cohetes y nos haga plantearnos que el riesgo no merece la pena, siempre podemos buscar una mejor opción para nuestros ahorros en los rankings de mejores depósitos a plazo de este mes.
