Para que una hipoteca quede legalmente constituida es necesario que la escritura notarial se inscriba en el Registro de la Propiedad. Así lo establece la legislación española pero en la práctica las entidades de crédito entregan el importe del préstamo de manera simultánea a la firma de las escrituras.
Esto es así por dos razone fundamentalmente. La primera es que el importe de los préstamos hipotecarios suele ser elevado y su gestión compleja, para que la escritura se inscriba en el Registro de la Propiedad puede ser necesario un tiempo relativamente largo. Además, al entregarnos el dinero en el momento, los consumidores podemos pagar en el mismo acto al vendedor y evitarle las dificultades y costes que le acarrearía la necesidad de aplazar el pago.
En definitiva, se trata de una práctica impuesta por la costumbre para que el proceso resulte más sencillo y accesible a todas las partes.