Estamos en un buen momento para invertir en compañías con elevada rentabilidad por dividendo. Al menos, así lo aconsejan los analistas. En estos tiempos de volatilidad y crisis crediticia la caída del tipo de interés de los bonos ha aumentado el atractivo de las empresas con alta retribución al accionista. Varias empresas del Ibex-35 ofrecen una rentabilidad por dividendo superior al de las letras y bonos del Estado, una forma de invertir en renta fija dentro de la renta variable. Además, por primera vez en estos últimos años, la rentabilidad por dividendo de las empresas cotizadas en el Ibex 35 está por encima de los tipos de interés a corto plazo, y durante los últimos 12 meses se ha situado en el 3,7%. Empresas como Antena 3 TV, Banco Santander, Banesto, BBVA, Endesa, Indra o Telecinco ofrecen a sus accionistas rendimientos superiores al 4%, e incluso tres de ellas por encima del 10%: Bankinter (13,01%), Banco Sabadell (12,22%) e Inmobiliaria Colonial (11,53%). «Invertir en acciones de alta rentabilidad por dividendo tiene un gran atractivo porque proporciona una gran seguridad a los inversores al ofrecerles un pago fijo todos los años», afirma Matías Jové, portavoz de AEMEC (Asociación Española de Accionistas Minoritarios en Empresas Cotizadas en Bolsa).
¿Qué son los dividendos?
Se trata de la retribución a la inversión que se otorga en proporción a la cantidad de acciones poseídasAunque todo el mundo ha oído hablar de ellos, no todos saben qué es el dividendo. Se trata de la retribución a la inversión que se otorga en proporción a la cantidad de acciones poseídas con recursos originados en las utilidades de la empresa durante un periodo determinado, y que podrá ser entregado en dinero o en acciones. La decisión de pagar dividendos a los accionistas es adoptada anualmente por la asamblea general ordinaria de la compañía, que a su vez indica la periodicidad y la forma de pago de los mismos. Los dividendos pueden ser repartidos en dinero o en acciones: Si se reparten en dinero, por cada acción poseída se recibirá cierta cantidad de dinero que será determinada por la asamblea general de accionistas; si se hace en acciones, se recibirá una acción por cada una que tenga en cartera el inversor.
¿Cuáles son las ventajas de invertir en compañías de estas características? Por una parte, hay estudios que demuestran que las empresas que reparten dividendos son más rentables que las que no lo hacen, y que existe una correlación positiva entre el porcentaje de beneficios que se distribuye en dividendos y el crecimiento de los beneficios futuros. Y, por otro lado, esta política de retribución permite obtener rentabilidades que, en muchos de los casos, están por encima del 4%. Para perfiles conservadores es una de las formas más adecuadas de rentabilizar los ahorros, según explica el portavoz de AEMEC.
El hecho de que las compañías con mejor rentabilidad por dividendo hayan registrado en los últimos años mejor comportamiento en bolsa lleva a los expertos a recomendar valores con atractivos dividendos, pero también con sólidos fundamentales y buenos resultados. Más aún en el momento actual de la renta variable española, con la fuerte inestabilidad mostrada con la crisis hipotecaria de Estados Unidos como telón de fondo. El ahorrador puede emplear una estrategia que consiste en comprar valores cuando su rentabilidad por dividendo está por encima del 4% aproximadamente y se vende cuando ésta cae por debajo del 2%.
Cómo invertir
No todos lo valores que cotizan en la Bolsa española reparten dividendosLos particulares que se decanten por esta opción inversora deben de tener en cuenta varios aspectos. Para empezar, no todos lo valores que cotizan en la Bolsa española reparten dividendos. De hecho, de los 35 que integran el Ibex, 30 compañías retribuyen al accionista con esta modalidad de pago. Fuera de este índice -en el mercado continuo- es más difícil encontrarse con empresas que sigan esta práctica empresarial. Otro punto para tener en cuenta por parte del inversor es que este desembolso se suele realizar una, dos o cuatro veces al año. Hay empresas que realizan un pago único anual, mientras que otras -como los bancos y las eléctricas- lo abonan cada trimestre.
Muchos inversores creen que el dividendo es un regalo que da la empresa cotizada. En cierta forma sí lo es, un regalo fruto de los beneficios de la empresa que se reparten entre sus accionistas, pero que se descuenta de su cotización el día que se abona. Es decir, si el Banco Santander, por ejemplo, da un dividendo de 0,19 euros el 25 de diciembre, y el 24 cierra a 13,77 euros, significa que cuando abra su cotización el día en que se abona el dividendo lo hará a 13,58 euros, habiendo descontado la cantidad que el accionista ya tendrá en su cuenta corriente. Desde este punto de vista el dividendo no es ningún regalo, aunque por lo general la acción afectada por esta operación suele recuperar este descuento en pocos días. Por ello, este tipo de inversiones no está destinado a plazos cortos o ultracortos, «sino a inversores conservadores que tienen su estrategia a medio o largo plazo, período en el cual está rentabilizando su inversión a nivel de la renta fija», como apunta Matías Jové.
Ello no impide que en los días anteriores al abono del dividendo se produzcan incrementos notables en el volumen de contratación, es decir que hay interés por parte de los particulares y de entidades gestoras de entrar en el valor, lo que en la mayoría de las situaciones se concreta en subidas de la cotización. Pero por otro lado, es frecuente que el inversor incurra en el error de comprar acciones que reparten dividendos en los días previos, que estén en una tendencia claramente bajista, arriesgándose a quedar «enganchado», como se denomina popularmente en el argot bursátil, lo que significa que el valor real de la acción comprada esté muy alejada del precio de compra. Aunque en general, a largo y medio plazo estas operaciones suelen ser beneficiosas para las economías domésticas «porque a la posible revalorización de la acción se une la rentabilidad anual por dividendo que reporta», explica el portavoz de la Asociación Española de Accionistas Minoritarios en Empresas Cotizadas en Bolsa.
Tiene un tratamiento fiscal muy favorable, lo que le hace ser un producto muy atractivoLos interesados en invertir en dividendos deben conocer la creación de un nuevo índice negociable bajo el nombre de «Ibex Top Dividendo», que recoge las empresas que ofrecen una mayor rentabilidad por dividendo en el mercado de valores español. Uno de los objetivos de su puesta en marcha es medir el comportamiento de estas empresas en relación con las de otros segmentos bursátiles como el «Ibex-35», «Ibex Médium Cap» ó «Ibex Small Cap». El «Ibex Top Dividendo» es un índice negociable, por lo que su forma de cálculo permitirá la emisión de productos financieros basados en él, como fondos cotizados en Bolsa, fondos índice o derivados. El índice está conformado por las 25 compañías con mayor rentabilidad por dividendo del mercado español: Antena3, Abertis, Altadis, BBVA, Bankinter, Campofrío, Cementos Portland, Dinamia, Endesa, Enagás, FCC, Gas Natural, Iberdrola, Indra, Mapfre, Miquel Costa, Banco Popular, REE, Repsol YPF, Banco Sabadell, Santander, Telefónica, Telecinco, Uralita y Zardoya Otis.
El pequeño y mediano ahorrador que quiera invertir en los próximos meses en empresas que repartan dividendos tiene la posibilidad de comprar las acciones de varias compañías que han anunciado la distribución de un dividendo entre sus accionistas antes que finalice el año. Así, el Banco Popular repartirá 0,12 euros; Aguas de Barcelona, 0,40 euros; Arcelor, 0,33 dólares; Ebro Puleva, 0,09 euros; y Mecalux, 0,49. Son las opciones que ofrece el mercado continuo español para los próximos tres meses. A medida que las empresas anuncian el pago del dividendo, las sociedades tienen la obligación de comunicarlo a la Comisión Nacional del Mercado Valores (CNMV), que lo reflejará inmediatamente en su página web, donde los inversores pueden consultarlo.
Productos asociados
Algunas entidades financieras han desarrollado productos financieros basados en la compra de acciones de las compañías que reparten mayores dividendos, bien a través de fondos de inversión, bien a través de carteras bursátiles referenciadas a esta clase de compañías. Es el caso del «broker» Self Trade que ha lanzado la denominada «Cartera Acciones Dividendo 2007» que esta compuesta por los nueve valores del Ibex-35 que a cierre de año presentan mayor rentabilidad por dividendo (Antena 3 TV, Banco Popular, Banco Santander, BBVA, Endesa, Gas Natural, Iberdrola, Telecinco y Telefónica). Se revisa una vez al año excepto si uno de los valores que forman parte de la cartera cambia de forma sustancial su política de retribución al accionista o bien si pierde el rango de compañía solvente por parte de las principales agencias de calificación crediticia, ya que esto representaría poner en peligro el reparto de dividendos.
En consecuencia, el inversor que tome posiciones, es decir, que compre en esta «cesta» bursátil debe saber que en el peor de los escenarios posibles, que la evolución de estos valores sea claramente bajista, la política retributiva de estas empresas es alta, proporcionándole una rentabilidad anual en concepto de dividendo que oscila normalmente entre el 3% y 5%. También algunos bancos y cajas de ahorro ofrecen a sus clientes la posibilidad de suscribir una «cesta» de los valores con mayores rendimientos por dividendo.
Consejos para invertir en acciones que reparten dividendos:
- No hay que dejarse llevar sólo por la emisión de este pago, sino porque sea una empresa sólida y con buenas expectativas de crecimiento.
- Están destinadas para un perfil de inversor conservador, que tiene en el medio o largo plazo el punto de mira de su inversión.
- Tiene un tratamiento fiscal muy favorable, lo que le hace ser un producto muy atractivo para los pequeños y medianos ahorradores
- Nunca hay que invertir en acciones que repartan dividendos que estén en tendencia bajista.
- El inversor se debe asesorar sobre qué compañías proporcionan este reparto, y en qué fechas.
- A largo plazo hay que seleccionar a las empresas que ofrecen un dividendo por encima de las inversiones a plazo fijo.
- Recordar que para beneficiarse de este pago tan sólo basta con tener compradas las acciones el día anterior a su emisión, pudiéndose vender el mismo día en que se abona.
- Fiscalidad del dividendo
La fiscalidad en el tratamiento de los dividendos es uno de los aspectos más importantes para los pequeños y medianos ahorradores. Y más aún ahora que la nueva reglamentación ofrece ventajas a quienes obtengan alguna cantidad por este concepto. Con la nueva reforma del IRPF los dividendos percibidos por los contribuyentes no se multiplican por coeficiente alguno sino que se integran en la base imponible del ahorro por su importe íntegro y tributan al tipo fijo del 18%, suprimiéndose la deducción por doble imposición interna del 40%.
El nuevo tratamiento previsto para los dividendos se completa con la introducción de una nueva exención que entró en funcionamiento el 1 de enero de 2007, por la que los dividendos percibidos por los contribuyentes estarán exentos de tributación hasta un importe máximo de 1.500 euros anuales. Aunque el tipo sobre los dividendos será siempre del 18%, el efecto de la nueva exención hará que el tipo efectivo sea distinto según el importe de los dividendos recibidos, siendo cero en el caso de percepción de dividendos por importe de 1.500 euros.