Una de las más grandes entidades financieras del país parodiaba hace unos años en un anuncio publicitario la situación de algunos clientes que, cuando acudían a pedir un crédito al banco, se encontraban con que el comercial miraba hacia otro lado o, incluso, se escondía debajo de su mesa de trabajo. En el ejercicio actual, en ocasiones, la ficción se ha convertido en realidad. Particulares y empresas reciben un “no” por respuesta cuando solicitan financiación. Desde el Instituto de Crédito Oficial aseguraban a mediados de año que eran responsables de casi el 100% de los créditos concedidos a pymes durante los últimos doce meses, unos 8.000 millones de euros. En un plano más general, si se cuentan los otorgados a sociedades no financieras, la cuantía ha bajado un 3% en lo que va de año. En total, las empresas tienen préstamos por valor de 924.000 millones de euros, frente a los 950.000 que había a cierre de 2008, según datos del Banco de España. La caída del crédito es un síntoma claro de la debilidad económica y empresarial, ya que indica un frenazo preocupante en las inversiones de las compañías. Por ello, con el ánimo de incentivar este área, una de las más importantes del negocio bancario, el ICO ha creado una novedosa figura: el facilitador de créditos.
Cuáles serán sus funciones
El “facilitador financiero” es un nuevo instrumento público diseñado por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) para ayudar a autónomos y pequeñas y medianas empresas a acceder a la financiación de las entidades de crédito. Es un instrumento gratuito, que no supondrá ningún coste para los empresarios aunque su puesta en marcha implicará un gasto cercano a diez millones de euros para las arcas públicas, por lo que el citado organismo pedirá una pequeña contribución económica a las entidades que participen en este proyecto.
Algunas empresas con necesidades de inversión y con problemas financieros acuden en primera instancia a bancos y cajas del sector privado en busca de créditos, pero la debilitada situación económica y el miedo de las entidades a incrementar su cartera de deudores supone que estos se denieguen. A cierre de septiembre, la morosidad de los préstamos concedidos a empresas y particulares por parte de los bancos, cajas y cooperativas que operan en España se situó en el 4,745%, según datos del Banco de España. La cifra casi se ha duplicado respecto al año anterior, cuando se situaba en el 2,54%.
El facilitador estudiará cada caso e intentará renegociar con el banco para que la empresa consiga financiación
Con el fantasma de la morosidad a sus espaldas, la función del facilitador será estudiar cada caso concreto e intentar una nueva negociación con el banco para que la empresa consiga el dinero, aunque puede ser en términos y condiciones diferentes a los previstos en principio. El objetivo final es atender las dificultades de acceso a la financiación que tienen proyectos viables, rentables y solventes, afectados por las especiales circunstancias por las que atraviesa el mercado financiero.
Los intermediarios serán un total de 70 personas prejubiladas del sector financiero, con amplia experiencia en el área crediticia. Canalizarán las solicitudes que realicen las pymes y autónomos con necesidades de financiación de inversión y circulante (importe máximo de dos millones de euros) y que se hayan rechazado. Estos asesores podrían estudiar hasta 200.000 solicitudes de crédito. El periodo de vigencia de esta iniciativa se prolongará hasta 2012.
Para qué sirve
- Convencer a la banca: su principal misión es establecer una comunicación fluida entre las entidades financieras y las empresas que necesitan dinero. Tratarán de convencer a bancos y cajas para que sean más flexibles y concedan créditos.
- Labor de asesoramiento: sirven de asesores a las empresas en el proceso de tramitación del crédito. Su función consistirá en orientar sobre las cuantías máximas que pueden solicitar para que no se lo denieguen, y a qué tipos de intereses y plazos deben contratarlo. Muchos no se conceden por su elevado importe; rebajarlo puede abrir las puertas para conseguir la autorización pertinente. Lo mismo ocurre con los plazos. A las empresas no les gusta endeudarse a muy largo plazo, porque implica pagar intereses durante más tiempo. No obstante, puede ser la única salida para optar a un préstamo. Los facilitadores revisarán los expedientes denegados para tratar de reconducir la comunicación con el banco.
- Contactar con otras entidades: intentarán conseguir que la entidad que ha denegado el crédito reconsidere su postura y buscarán un equilibrio entre las peticiones de la empresa y las condiciones del préstamo. Es posible que el banco o caja no ceda. En ese caso, su misión es tratar de conseguirlo en otras entidades. Deberá asesorar al empresario con información sobre otros bancos que sí podrían darle financiación y establecer la comunicación con ellas.
- Ahorro de dinero: no supondrá ningún coste para las empresas. Su asesoramiento es gratuito. El objetivo con el que se crea es que las entidades con problemas ahorren dinero en asesoramiento privado.
Acceder al facilitador
Las empresas interesadas en contar con los servicios de un facilitador financiero deberán ponerse en contacto con el ICO. La institución pública cuenta con un teléfono de información gratuito, 900 121 121, y con un correo electrónico a través del que canalizará las peticiones (se puede acceder directamente a través de su página web www.ico.es). La dirección postal es: Paseo del Prado 4, 28014 Madrid.
Las compañías tendrán que cumplimentar los datos de un formulario que permitirá valorar si la solicitud se ajusta a los requisitos establecidos y si el proyecto es viable. En caso afirmativo, se admitirá a trámite y se deberán aportar los documentos requeridos.
El facilitador financiero sólo trabajará con las entidades que hayan suscrito un convenio de colaboración con el ICO
El nuevo intermediario financiero sólo trabajará con las entidades que hayan suscrito un convenio de colaboración con el ICO. Si una entidad no forma parte de este programa de ayuda a empresas, el cliente deberá elegir otra para que el facilitador pueda intentar la consecución del crédito. Éste analizará la posibilidad de encajar la solicitud en alguna de las líneas abiertas por el ICO para facilitar liquidez a las empresas y trasladará al cliente la respuesta final del banco o caja.
Servicios
Para desarrollar la iniciativa, el ICO dispondrá de una mayor infraestructura, mediante la creación de una aplicación informática y un “call center” que canalizará las solicitudes. También está previsto crear una central de análisis de riesgo con profesionales con dilatada experiencia en finanzas, donde se estudiará cada caso.
El ICO pondrá a disposición de pymes y autónomos una red territorial de asesores financieros que analizarán la solicitud de crédito, orientarán a los demandantes sobre su expediente e intermediarán entre estos y las entidades financieras para que revisen o recanalicen el caso. Estos expertos se ubicarán en las instalaciones de las instituciones colaboradoras en toda España, de manera similar a la ventanilla única de las cámaras de comercio.