Fondos «Lehman»
La quiebra del banco de inversión Lehman Brothers está dejando un sinfín de afectados por el camino. Además de los bancos y numerosas empresas, son muchos los particulares que ven caer su patrimonio personal por culpa de la bancarrota. Entre otros, los partícipes de algunos fondos de inversión. En España, numerosas gestoras habían apostado por invertir en los activos de este gigante, sobre todo en bonos y acciones, para diversificar las carteras de sus fondos. Ahora, estos activos han perdido todo su valor, lo que se ha notado en la rentabilidad de estos productos. En general, cuando una empresa de inversión va a la quiebra, los particulares sufren en sus propias carnes una devaluación de los activos con participación en dicha compañía. En el caso de los fondos de inversión, sin embargo, la caída no es drástica, siempre que el gestor haya llevado una buena administración, porque la filosofía de estos productos es diversificar entre multitud de fórmulas de inversión. Además, la normativa que regula los fondos (Real Decreto 362/2007, de 16 de marzo, por el que se modifica el reglamento por el que se desarrolla la Ley 35/2003, de 4 de noviembre, de instituciones de inversión colectiva) indica que cualquier pérdida relacionada con un activo concreto no puede superar el 10%.
La reciente bancarrota de Lehman ha creado un agujero de 300 millones de euros en los fondos de inversión españoles. Es decir, según la Comisión Nacional del Mercado de Valores, las gestoras españolas tenían invertidos unos 300,2 millones de euros en activos del gigante estadounidense, a través de fondos de inversión y SICAVS (instrumento de inversión para grandes patrimonios). En concreto, 242,7 millones estaban invertidos en fondos, y 57,5 millones a SICAVS. Si bien en estos últimos instrumentos la inversión está restringida a grandes patrimonios (lo que ha dejado afectadas a múltiples fortunas), en el caso de los fondos de inversión, los perjudicados han sido numerosos pequeños ahorradores. De hecho, la CNMV ha detectado 53 gestoras, con 129 fondos implicados. Hay productos infectados de gestoras tan conocidas como BBVA, Bansabadell, Caixa Catalunya o Gesmadrid (la gestora de Caja Madrid). Según datos de Bloomberg, BBVA Gestión podría ser una de las gestoras más perjudicadas, con 86,5 millones de euros afectados.
Los activos más seguros son ahora los de deuda pública o los fondos de inversión que invierte en ella
En las categorías de renta fija, por ejemplo, algunos fondos que han visto caer su rentabilidad son el BBVA Dinero, Dinero II o Dinero IV, Dinero Plus o Bonos Tesorería (todos ellos de BBVA Gestión), los fondos de Fortis: Fortis Money Euribor 3 meses, Fortis Money Plus, Fortis Money Dinamic Euro o los de Gesmadrid (Plusmadrid Valor, Plusmadrid Ahorro o Fontesorería.
Todos estos productos han perdido rentabilidad en las últimas semanas, sobre todo tras conocer la quiebra de Lehman Brothers ya que los activos en los que invertían relacionados con este banco (acciones o bonos) han perdido prácticamente todo su valor. Tras lo ocurrido con Lehman y la crisis financiera mundial, en estos momentos los activos más seguros son los de deuda pública o los fondos de inversión que invierte en ella, según asegura Alicia Jiménez, directora de análisis de Self Trade.
Cuándo está afectado un fondo
Un fondo de inversión compone su cartera, en general, de numerosos títulos que, según su naturaleza, pueden ser de renta fija, renta variable u otros productos más sofisticados, como derivados (opciones y futuros)… Cuando una empresa en la que invierten va a la quiebra, impacta directamente en su rentabilidad, ya que los activos de dicha empresa reducen su valor a cero.
En la mayoría de los casos, las empresas en las que invierten los fondos de inversión cotizan en Bolsa, por lo que son sus acciones las que pierden prácticamente su valor. Como ejemplos, pueden citarse los casos de Enron o Worldcom, cuyas acciones se redujeron prácticamente a cero tras anunciar su bancarrota, lo que repercutió en los fondos de inversión que tenían posiciones en dichas compañías.
Cuando una empresa va a la quiebra, sus activos reducen su valor a cero
Las grandes empresas suelen realizar emisiones de deuda, lanzando al mercado títulos de renta fija, como bonos, cédulas o pagarés, en las que también pueden invertir los fondos de inversión. Estas emisiones entran dentro de lo que se denomina renta fija privada.
Cuando una empresa quiebra, dependiendo de su tamaño y de las emisiones que haya hecho, lo normal es que queden afectados tanto los fondos de renta variable (los que invierten en Bolsa), como los de renta fija (que invierten en títulos aparentemente seguros). De hecho, el impacto en los fondos de renta fija suele ser más sorprendente, ya que la oscilación de la rentabilidad de estos productos acostumbra a ser pequeña. Por lo tanto, cuando ocurre un suceso extraordinario, como una quiebra de una empresa en la que participan, la caída en su rentabilidad suele ser bastante llamativa. Esto le ha ocurrido, por ejemplo, al fondo de inversión Euro Cash (de Renta 4): en los últimos cuatro años, sus ganancias medias anuales alcanzaban el 2,5%. De hecho, al cierre del primer semestre del año acumulaba también unas ganancias interanuales del 2,2%. La rentabilidad del producto, sin embargo, ha caído en picado en las últimas semanas, sobre todo tras el anuncio de quiebra de Lehman Brothers, ya que el fondo mantenía fuertes inversiones en bonos del banco estadounidense. En la actualidad, su rentabilidad anual es del 0,5%, bastante por debajo de la media de su categoría (que gana un 2,66% en los últimos 12 meses).
¿Cuánto se puede perder?
¿Cuánto puede perder un fondo cuando una empresa en la que invierte va a la quiebra? En España, la legislación actual que regula los fondos de inversión (Real Decreto 362/2007, de 16 de marzo, por el que se modifica el reglamento que desarrolla la Ley 35/2003, de 4 de noviembre, de Instituciones de Inversión Colectiva) indica que la pérdida máxima que un fondo de inversión puede tener por la inversión en un solo activo es del 10%. Esta exigencia, sin embargo, no se aplica en el caso de los “hedge funds” (fondos de inversión libre), que cuentan con una libertad más amplia para elegir sus inversiones.
Evitar las pérdidas en caso de que una empresa en la que participa un fondo quiebre es prácticamente imposible. No obstante, las gestoras siguen unos rígidos criterios de diversificación de activos (las carteras de los fondos están compuestas, por lo general, por un mínimo de 15 ó 20 activos diferentes), lo que diluye bastante la pérdida que pueda suponer una quiebra. Además, los partícipes deben saber que uno no registra en realidad pérdidas hasta que vende su fondo de inversión. Por tanto, aunque los se pueden tener hoy “pérdidas latentes”, no son pérdidas reales. Por lo general, la inversión en estos activos debe realizarse a medio-largo plazo, periodo de tiempo suficiente como para que la gestora reoriente su estrategia y sea capaz de ofrecer buenos resultados. Y siempre queda la opción de “cambiarse de fondo sin peaje fiscal”, según comenta Alicia Jiménez.
Las gestoras siguen unos rígidos criterios de diversificación, lo que diluye la pérdida que pueda suponer una quiebra
Respecto a los fondos garantizados (los que aseguran todo o parte del capital invertido más una revalorización fija en algunos casos, o variable, según se cumplan determinadas condiciones), en el peor de los casos cuando la empresa garante va a la quiebra los partícipes pueden perder todo su capital. No obstante, también puede ocurrir que un fondo esté garantizado por una gestora española (sin problemas de solvencia), pero que invierta en una empresa en quiebra. En este caso, se verá afectada la valoración del fondo, aunque como la gestora española es la garante, en la fecha del vencimiento las pérdidas derivadas del impacto de la bancarrota deberán ser absorbidas por la gestora (garante) y no por el particular. En el caso de Lehman Brothers, en la actualidad, hay 38 fondos garantizados en España afectados.
Información al partícipe
El Reglamento de Instituciones de Inversión Colectiva exige una estricta transparencia a las gestoras de fondos de inversión, que deben informar trimestralmente a sus partícipes de la evolución de sus productos. Por lo general, en dichos folletos figura la política de inversión que está siguiendo la gestora, y suele aparecer la distribución de activos en porcentaje. Sin embargo, no suele expresar el nombre concreto de los activos en los que invierte. Si un inversor lo desea y así lo solicita, la gestora estará obligada a comunicar cuáles son dichos activos. En caso de que no lo hiciera recibiría su correspondiente sanción por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
La crisis de Lehman genera desconfianza y el patrimonio de los fondos de inversión en septiembre fue un 2,8% inferior al de agosto
Las gestoras españolas actúan con diligencia, y son muchas las que han remitido cartas a sus inversores comunicándoles su implicación en la quiebra de Lehman Brothers. En cualquier caso, este hecho extraordinario ha servido para incrementar la desconfianza hacia este tipo de inversiones. Sólo en el mes de septiembre, los partícipes españoles se han reembolsado 4.036 millones de euros, según los datos de Inverco (Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones). A cierre de septiembre, el patrimonio de los fondos de inversión alcanza los 187.858 millones de euros, lo que supone un descenso de 5.390 millones de euros, un 2,8% menos, con respecto al pasado mes de agosto. En los últimos meses, como asegura José Antonio Pérez, director de márketing y estrategia de Openbank, hay clientes que están vendiendo fondos de inversión y dedicando esos recursos a contratar depósitos de alta remuneración.