Durante los últimos años se ha producido un notable aumento en la oferta de instrumentos financieros responsables en España que, en la búsqueda de una atractiva rentabilidad, se centran en proyectos respetuosos con el medio ambiente, la salud e incluso con el arte que representan las catedrales españolas. De esta forma, las entidades financieras han diseñado una gran diversidad de productos que permiten al inversor beneficiarse de las características del fondo, interviniendo en programas de ayudas a los demás de carácter solidario. No obstante, antes de firmar uno de estos fondos estudie las comisiones por gastos porque son elevadas, lo que limita su posible revalorización.
Inversión responsable
Un fondo de inversión socialmente responsable es aquel en que las inversiones, aparte de tratar de ofrecer la máxima rentabilidad y liquidez con el mínimo riesgo, tienen la obligación de estar de acuerdo con la moral, valores y sistema de creencias de cada uno. La inversión responsable es, por tanto, una filosofía que mezcla propósitos éticos, medioambientales y sociales con objetivos puramente financieros. A diferencia de los fondos éticos, por ejemplo, los solidarios tan sólo se limitan a ceder parte de la rentabilidad generada por sus inversiones en favor de organizaciones benéficas o proyectos sociales o de desarrollo. Este donativo puede proceder de la entidad gestora o realizarse de manera independiente por parte del titular mediante su renuncia voluntaria un porcentaje respecto a los rendimientos generados por sus aportaciones.
La rentabilidad media de los fondos de inversión en los últimos doce meses (abril 2006-abril 2007) se ha situado en el 4,9%, según datos de la patronal del sector, la Asociación de las Instituciones de Inversión Colectiva (Inverco), aunque los socialmente responsables son los que alcanzaron una rentabilidad superior, el 6,2%. “El principal atractivo de este tipo de inversiones consiste, en que además de ofrecer una rentabilidad similar a la de otros fondos de inversión, concede la posibilidad de invertir en empresas que cumplen con las exigencias sociales”, explica Mariano Rabadán, presidente de Inverco. Por su parte, José Barreiro, director de Negocios Globales de BBVA, aclara que “invertir en empresas acreditadas como socialmente responsables es una garantía de rentabilidad sostenida y de menor riesgo de la inversión”.
Este tipo de fondos se utilizan para la concesión de microcréditos en los países en vías de desarrollo, o bien para financiar proyectos nacionales de pequeñas y medianas empresas de especial interés para la comunidad. “La inversión socialmente responsable se está convirtiendo en una filosofía inversora de interés general para los inversores: una filosofía fundamentada en la convicción de que las estrategias, las políticas y los sistemas de responsabilidad social corporativa sólidos y coherentes constituyen un buen indicador de la calidad integral de la gestión de las empresas”, señala el director de Negocios Globales de BBVA.
La aportación varía según cada caso: Caja Madrid, por ejemplo, dona el 0,5% de su comisión de gestión (1,75%) y Bankinter cede la totalidad de las tasas (0,75%) a un proyecto de acción social. El Santander Central Hispano, por su parte, concede el 40% de la comisión de gestión del fondo ‘SCH Solidaridad’ a varias ONG. Pero a pesar de estas opciones que cualquiera puede encontrarse en su banco o caja de ahorros, José Barreiro dice que el crecimiento de este tipo de inversión está resultando en España mucho más lento que en otros países. “Con todo, estamos ante una tendencia que acabará acelerándose también en España”, asegura.
Nuevos fondos en 2007
Durante este año se contempla la aparición de nuevos fondos responsables que se unen a la oferta ya existente en el mercado de la inversión. En concreto, el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria acaba de lanzar el primero que se crea para financiar microcréditos a países latinoamericanos. Se trata del ‘BBVA Codespa Microfinanzas FIL’, el primer fondo de inversión solidario español de estas características, que se distingue por ser también el primero de inversión libre que se lanza en España bajo la nueva normativa. Entre sus objetivos está el facilitar a las entidades microfinancieras diversificación en sus fuentes de financiación, por plazos, países y divisas y el acceso rápido a estas fuentes. Dispone de liquidez mensual y la inversión mínima, por encima de la media, establecida en 50.000 euros y recomendada por la entidad financiera a un plazo de tres años. La comisión de gestión que tiene es del 2,75%, de las que un 2,5% sobre el patrimonio invertido se destina al pago de los asesores, mientras que la comisión de depósito es del 0,15%.
Caja Navarra es otra de las entidades que ha sacado al mercado un producto de estas características, como es el denominado ‘AC Responsable 30 FI’ que invierte en valores con objetivos de rentabilidad financiera teniendo en cuenta criterios de responsabilidad social corporativa. Estos son algunos: respeto por los derechos humanos, gobierno corporativo, transparencia informativa, políticas medioambientales, relaciones con los consumidores y prácticas laborales. Además, los estados en cuyas emisiones invierta el fondo han de cumplir necesariamente las siguientes condiciones: haber firmado el protocolo de Kyoto y tener leyes que impidan y penalicen la explotación de menores y promover la igualdad, sin discriminación de género, raza o religión. “Está especialmente indicado a los ahorradores preocupados y sensibilizados con la Responsabilidad Social Corporativa y que eligen invertir en empresas o compañías que cumplan una serie de criterios éticos, solidarios y medioambientales”, aseguran desde la entidad.
‘La Caixa’ ha desarrollado recientemente el fondo ‘Foncaixa 133 Socialmente Responsable’, cuyas inversiones se orientan hacia compañías que cumplen estándares reconocidos de responsabilidad social corporativa incluidas en el ‘FTSE4Good Europe’, principal índice de inversiones socialmente responsables, de ahí la novedad, en donde se excluyen fabricantes de tabaco, armamento, propietarios u operadores de plantas nucleares y empresas relacionadas con la extracción y/o transformación de uranio. No es un producto de inversión para todos los ahorradores, sino que está especialmente destinado a inversores arriesgados que quieran invertir en bolsa con un claro componente social. Para contratarlo, la inversión inicial mínima es de seis euros y tiene un gasto por gestión del 2,25%, así como un 0,15% en concepto depositario. A cambio no contempla ninguna comisión de suscripción, pero sí de reembolso, de hasta el 4% hasta los 30 días contados a partir de la fecha de suscripción.
Por último se encuentra el Santander Central Hispano, que junto al BBVA es el que dispone de una mayor y variada oferta. Pasa por productos como el ‘Santander Responsabilidad’, inspirado en la doctrina social de la Iglesia católica y dependiente directamente de la Fundación Pablo VI, que cede a Cáritas hasta el 21% de la comisión de gestión de cada fondo. Otras opciones que dispone en la inversión responsable es el ‘Santander Responsabilidad Bolsa’, de bajo o medio riesgo y con un horizonte temporal a medio-largo plazo.
El banco que preside Emilio Botín también cuenta con el ‘Santander Dividendo Solidario’, cuyo ideario ético responde al de 21 ONG, coordinado y desarrollado por Economistas Sin Fronteras . Entre esta veintena de organizaciones solidarias se encuentra, entre otras, Fundación Codespa , Cruz Roja , Save The Children , Acción Contra el Hambre , Médicos del Mundo, Manos Unidas o Entreculturas . Se cede el 21% de la comisión de gestión a la organización de solidaridad internacional que determine cada partícipe.
Otra opción que ofrece el grupo financiero es invertir en ‘SCH Solidaridad’, en la que el partícipe puede obtener la misma rentabilidad que la de cualquier otro fondo de similares características, teniendo además la satisfacción de saber que con esta inversión se está ayudando a quienes más lo necesitan. En este caso, cede el 40% del 1,25% de la comisión de gestión a la ONG que quiera el inversor.
Consejos
Como admite el presidente de Inverco, Mariano Rabadán, esta clase de productos financieros todavía no son muy conocidos por los consumidores españoles, por lo que no está de más ofrecer una serie de pautas para que su elección sea lo más acertada posible, aunque en cualquiera de los casos, lo idóneo es ponerse en manos de un asesor del banco o caja de ahorros en donde el cliente lo vaya a contratar.
Ventajas
- Se invierte en empresas que cumplen una serie de requisitos, éticos, solidarios y medioambientales.
- Ofrecen al inversor la máxima liquidez.
- La inversión mínima que se debe realizar, en la mayoría de los fondos, está al alcance de todos los bolsillos.
- Su contratación implica ciertas ventajas fiscales.
- Son productos financieros totalmente consolidados.
Desventajas
- Las comisiones por gastos son elevadas, lo que limita su posible revalorización.
- Disponen, generalmente, de más comisiones: suscripción, depósito, reembolso, etc.
- No son productos de inversión suficientemente conocidos por los consumidores.
- Algunos de ellos están indicados para inversores de alto riesgo.
- Necesitan del asesoramiento por parte de la entidad financiera en donde se vayan a contratar.