Gregorio Izquierdo es director del Servicio de Estudios del Instituto de Estudios Económicos, institución creada en 1979 para promover, realizar y difundir trabajos e investigaciones sobre materias económicas y sociales, en especial las que afectan a España y a sus relaciones con Europa. Además, como profesor titular de economía aplicada de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) mantiene una atención constante a todo cuanto acontece en la economía española y mundial, lo que le lleva a pensar que en la actualidad estamos ante un cambio de ciclo expansivo en nuestro país. Asegura que el crecimiento es ahora menor, aunque no estamos en recesión, y en su opinión, la crisis crediticia que ha estallado en Estados Unidos y que se ha llevado a varias entidades financieras por delante no va a tener efectos desastrosos en España. Estima que la crisis ha implicado una subida del euríbor y un encarecimiento de las hipotecas, aunque para el próximo año es posible que las cuotas hipotecarias se reduzcan, a consecuencia de bajadas en el índice. Pero Gregorio Izquierdo señala también que ahora lo tienen un poco más difícil los que están buscando hipoteca para comprarse un piso, porque las entidades se muestran más cautelosas al conceder créditos y han endurecido algunos de sus requisitos para dar financiación.
La crisis crediticia, que tiene su origen en el mercado hipotecario ‘subprime’ (préstamos concedidos a personas con baja calidad crediticia) de Estados Unidos, donde algunas empresas han quebrado, ha tenido un efecto indirecto sobre el mercado financiero europeo, que ha sido impulsar los precios del euríbor. Esto, para las familias, supone un mayor encarecimiento de sus cuotas hipotecarias. Además, en cierto modo las entidades financieras se han vuelto un poco más duras a la hora de conceder nuevos préstamos. La flexibilidad de hace unos años ha dejado paso a condiciones un poco más exigentes, ya que a bancos y cajas también les cuesta ahora más conseguir financiación en el mercado interbancario. Eso puede afectar a quien esté buscando un crédito o una hipoteca, porque le pueden exigir ciertas condiciones más duras que antes. Las entidades son más cautelosas. Previsiblemente, en los próximos meses habrá menos volumen de crédito a más coste para las familias.
Además del encarecimiento de las cuotas hipotecarias, como consecuencia de la subida del euríbor, las familias que tuvieran inversiones en bolsa también se están viendo afectadas por una pérdida del valor de sus acciones, ya que las caídas han sido generalizadas.
Es difícil vislumbrar el euríbor a futuro. Sí que creo que está en niveles máximos o próximos a ellos. En los próximos meses, podríamos ver el indicador una o dos décimas por encima de su nivel actual, pero no se avecina un escenario peor. El próximo año no se va a alejar de los niveles actuales, con lo que ya podemos hablar de cierta estabilidad.
Sí, en 2008 incluso podríamos ver una bajada del euríbor. Asistiremos a una etapa de normalización. Sin duda. Con la incertidumbre crediticia que ha aplazado la intención del Banco Central Europeo de subir los tipos de interés en Europa, no se puede pensar en un escenario de futuras y prolongadas nuevas subidas para el euríbor, sino más bien de estabilidad e incluso de bajadas en el ejercicio próximo.
En cierto modo están sufriendo ya que las entidades financieras españolas apelaban mucho a los mercados interbancarios europeos para solicitar financiación. No obstante, en España no hay problemas de morosidad (las familias pagan, y los niveles de morosos son muy bajos), y la gestión del riesgo que realizan las entidades es muy profesional. Sí que ha empeorado la percepción del riesgo.
“En España aún no hay problemas de morosidad”
Pues sinceramente no creo que sea el mejor momento para suscribir un préstamo de este tipo. Por lo general, las hipotecas a tipo fijo se conceden a plazos de amortización más cortos que las hipotecas a interés variable, con lo que las cuotas mensuales a pagar son más altas. Además, sus tipos de interés siguen siendo más altos y sus comisiones de amortización también son más elevadas. En estos momentos, en los que se espera que el euríbor se estabilice o que incluso pueda comenzar a bajar, no tiene mucho sentido hipotecarse a interés fijo, ya que en principio se va a pagar más con este tipo de créditos. Antes, cuando los tipos de interés estaban más bajos y se tenía claro que su tendencia era alcista, sí que tenía más sentido contratar este tipo de préstamos a interés fijo.
“No creo que sea el mejor momento para suscribir un préstamo a tipo fijo”
Creo que ante el ciclo económico incierto en que nos encontramos, sería prudente que las familias intentaran ahorrar más y, a la vez, reducir su deuda. En cualquier caso, siempre una buena cartera de inversión es aquella que está diversificada. Creo que es bueno que la vivienda siga considerándose como la inversión principal. Además, quien apueste por la bolsa debería hacerlo pensando en el largo plazo. Tampoco está de más incluir en la cartera instrumentos de previsión como PIAS (planes individuales de ahorro sistemático) o planes de pensiones. Con los tipos de interés actuales, también han cobrado atractivo los depósitos remunerados y ciertos activos de deuda pública. Son activos sin riesgo y con una rentabilidad muy razonable. Siempre habrá que ver el nivel de riesgo que cada uno está dispuesto a asumir. A largo plazo, eso sí, históricamente se ha demostrado que la bolsa y la inversión inmobiliaria son dos de los activos más rentables.
No creo que exista burbuja inmobiliaria. Las condiciones estructurales han cambiado en cierto modo y ahora sí se está notando una cierta desaceleración en los precios, pero creo que seguirán subiendo. No al ritmo al que escalaron hace unos años, con revalorizaciones superiores al 15% en un año, sino en niveles mucho más moderados. No es momento, por tanto, de pensar que se puede dar un pelotazo con la inversión en vivienda. También hay que tener claro que ahora se tarda bastante más en vender un piso. Y hay que tener en cuenta el encarecimiento del 10% que supone el pago de impuestos de un piso. Antes, en pleno ‘boom’ inmobiliario, este coste se podía recuperar y rentabilizar la inversión en meses. Ahora, puede que haya que esperar, como poco, dos o tres años. Eso sí, ante el enfriamiento que sufre ahora el mercado, los compradores tienen ahora más posibilidad para negociar una rebaja en los precios.
Creo que los precios no van a bajar. De hecho, no retrasaría la compra de un piso pensando que pueden bajar los precios, porque creo que eso no se va a producir.
El Banco Central Europeo insinuó en julio que subiría tipos. No obstante, la crisis del crédito que ha estallado en Estados Unidos le ha obligado a postergar esta decisión. Su principal preocupación es que no existan tensiones inflacionistas en Europa que, de momento, mantiene su nivel de IPC por debajo del objetivo, del 2%. Creo que el BCE podría aumentar los tipos, como mucho, hasta el 4,25%. En el caso de que el BCE suba los tipos de interés, la consecuencia será un nuevo encarecimiento de la cuota de los préstamos que los españoles hayan contraído con los bancos y cajas.
“Creo que el BCE podría aumentar los tipos en Europa hasta el 4,25% como mucho”
En cualquier caso, el BCE también tendrá en cuenta la decisión de la Reserva Federal, que va a emprender una bajada de los tipos de interés (en Estados Unidos se sitúan en el 5,25%, mientras que en Europa están en el 4%). Es probable que el BCE los suba en Europa hasta el 4,25%, para luego comenzar también a bajarlos. En este caso, las familias que tengan créditos e hipotecas a tipo variable estarán un poco más desahogadas en su cita mensual con el banco.
La compra de vivienda se está enfriando, en parte, por la subida de los tipos de interés, que han encarecido las hipotecas. Por lo tanto, en cierto modo sí que puede animar el mercado del alquiler. El mercado del alquiler es contracíclico: va mejor cuando peor va la compra y empeora cuando el ritmo de compra de vivienda es bueno. En cualquier caso, en España tenemos unos hábitos culturales arraigados, que llevan a las familias a plantearse, como primera opción, la compra. En otros países de nuestro entorno esto no ocurre y el alquiler está mucho más extendido y fomentado. Aquí, los jóvenes enseguida quieren comprar, lo que, en ocasiones, limita su disponibilidad geográfica a la hora de acceder a un trabajo. Esto, en cierto modo, es un error, ya que lo primero debe ser conseguir estabilidad laboral.
>p>
Creo que ya podemos hablar de cambio de ciclo en la economía española. Venimos de una etapa muy expansiva, pero en 2007 ya se está apreciando cierta desaceleración en el crecimiento. En cualquier caso, no estamos ante una recesión (decrecimiento económico), pero sí ante una etapa de menor bonanza. Los datos todavía no lo reflejan porque están un poco distorsionados por el efecto de la inmigración sobre el empleo. No obstante, hay algunos indicadores que anticipan un menor crecimiento como las menores ventas minoristas, la desaceleración del mercado de la vivienda o la caída en la matriculación de vehículos. El dato del desempleo del mes de agosto tampoco fue positivo. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que el entorno europeo va a mejor. España se ha comportado bien cuando otros países de Europa apenas crecían. Ahora, cabe esperar que la mejoría de los vecinos europeos permita a España no ir a peor.
España es un país muy dependiente de la energía importada. Ahora, el nivel de IPC parece que está controlado (en el 2,2%). No obstante, lo que de verdad importa es el diferencial que existe con la Unión Europea. Si nuestros precios son más altos que los de nuestros colegas europeos eso implica que nuestros productos son menos competitivos y eso es malo. No hay que descuidar la subida de precios. Ayudará a controlarla tener superávit en las finanzas públicas y ser competitivos en ámbitos como la distribución comercial. Hoy día, hay tensión en los mercados alimenticios y energéticos. En este caso, por ejemplo, una subida de tipos de interés por parte del BCE vendría bien, porque ayudaría a contener la inflación.