Cuando queremos pedir un crédito o cualquier otro tipo de financiación a una entidad, esta realizará un análisis de nuestro perfil, incluyendo un análisis de nuestro historial crediticio. Este historial le dará una idea al prestamista de cómo nos hemos comportado al solicitar financiación con anterioridad y podrá aumentar o disminuir nuestras posibilidades de obtener el crédito. En España no existe un historial crediticio como lo puede haber en países como Estados Unidos, en los que se asignan puntos a los prestatarios, pero todos tenemos un pasado que el banco investigará. En concreto, antes de aprobar nuestra solicitud, contará con los análisis de la CIRBE y la ASNEF. Te contamos qué información facilitan y la importancia que tienen.
La CIRBE, para conocer nuestro endeudamiento actual
La CIRBE, la Central de Información de Riesgos del Banco de España, es una base de datos que recoge la información de los préstamos y créditos bancarios que cada cliente tiene vigentes. Cada mes, la CIRBE facilita a las entidades la información de las personas que tengan créditos vigentes que en conjunto sumen 9.000 euros o más, aunque el Ministerio de Economía lanzó en julio una nueva orden ministerial por la que se espera que aparezcan en ella el conjunto de créditos a partir de 1.000 euros.
Esta base de datos en la que participan todas las entidades bancarias y que está gestionada por el Banco de España le proporcionará al prestamista la información de los créditos vigentes que tengamos en un banco. Esta información es muy necesaria para la entidad, ya que le ayudará a determinar el nivel de solvencia y endeudamiento de cada cliente. No olvidemos que lo recomendable es que nuestras deudas no superen el 30 o 35 % de nuestros ingresos, algo que tienen en cuenta los bancos a la hora de aprobar un crédito y que pueden conocer consultando esta base de datos.
A las entidades que lo soliciten, el Banco de España les entregará un informe donde indicará la deuda agregada que tenemos, siempre que supere los 9.000 euros, aunque no indicará con quiénes tenemos los préstamos vigentes.
En cambio, si nosotros queremos conocer nuestros datos, el informe de la CIRBE nos detallará la cantidad de cada la cantidad de cada crédito vigente, incluso si son cifras menores a 9.000 euros, además del nombre del banco que lo concedió y el código identificador. Pedir este informe es gratuito y podremos realizarlo a través de la web del Banco de España.
ASNEF, para saber si tenemos deudas impagadas
ASNEF, la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito, es la base de datos de impagos más grande de España y está gestionada por Equifax, es decir, ASNEF es el titular de los datos, pero es Equifax quien los utiliza.
A este fichero podrán acceder las entidades asociadas y obtendrán un análisis de si tenemos algún tipo de obligación financiera no pagada. Cualquier tipo de entidad socia podrá añadirnos en este fichero, si no hemos cumplido con una obligación financiera: desde empresas de telefonía hasta bancos.
Si tenemos deudas impagadas con bancos u otras empresas, aunque sean de pequeñas cantidades, se verán reflejadas en este informe. Pero, según la entidad donde tengamos la deuda o el importe, el banco lo tendrá más o menos en cuenta.
Nosotros también podremos consultar si aparecemos en este fichero de manera gratuita y reclamar si hay algún dato incorrecto.
Imagen: fauzels
¿Para qué sirven estos ficheros cuando pedimos un crédito?
En ambos casos los datos consultados servirán al prestamista para analizar nuestro perfil al solicitar un crédito, es decir, nuestro nivel de solvencia.
En el caso de ASNEF, la importancia de no tener deudas impagadas cuando nuestro banco analiza nuestro perfil será primordial para que nuestra solicitud no sea rechazada. Si esta deuda es de origen bancario, nuestras posibilidades de conseguir financiación serán prácticamente nulas.
En cuanto a la CIRBE, este análisis dependerá más de la cantidad de deuda que tenemos vigente, a pesar de que no estemos retrasados en el pago. Y es que aprobar un nuevo crédito implicará tener un nuevo préstamo que reembolsar y el banco debe analizar que esto no suponga un desequilibrio para nuestras finanzas. Y eso que, según nuestros ingresos y el resto de las obligaciones financieras, tener préstamos vigentes por más de 9.000 euros no siempre supondrá tener un mal historial crediticio. Por otra parte, no olvidemos que aunque no aparezcamos en la CIRBE por tener créditos vigentes por valor inferior a 9.000 euros, el banco podría pedirnos una copia de nuestro extracto bancario para comprobar si realmente pagamos alguna deuda.
En definitiva, estos análisis servirán para que el banco tenga una mejor idea de nuestro comportamiento con otros acreedores y como complemento al resto de los datos aportados (nómina, extractos, información laboral, etc.).